31 octubre 2005

Parisiando con la lengua

Una gentil internauta, en un comentario sobre el post anterior se refiere a "jalogüin". La forma de escribirlo (tan válida como cualquier otra) me llevó a indagar un poco sobre el para mi relativamente ignoto mundo del spanglish. Polémicas encendidas se han tejido en torno a este tema, (como la que puede seguirse en http://barrapunto.com/lengua/00/11/27/1659232.shtml) pero en todas las que encontré en la red se echa de menos la opinión de los legítimos "spanglishparlantes", generalmete dominicanos, puertorriqueños o mejicanos llegados muy niños a Estados Unidos. Supongo que la mayoría de ellos esta más ocupado en sus menesteres que en defender o defenestrar esa forma de hablar.

Como persona de orientación proacadémica, estoy más del lado de los que proponen usar las palabras propias de cada idioma, e importar palabras cuando no exista un termino propio en el idioma nativo. Pero claro, sería un hipócrita si negara que digo guaya en vez de tensor, guachimán en vez de sereno, computadora en lugar de ordenador; que uso la palabra bizarro con el significado inglés (extraño, raro) y no con el español (caballeresco, vistoso) y un largo etcétera.

Pero por otra parte, en lo personal me chocan expresiones que rayan en el surrealismo como "pasar la vaca por la carpeta", "deliverar grocerias", "salirse de la autopista en el éxito Nº 5" o "llámame pa'trás", por no hablar de "guerla", "vamos a perreal" y otras de común presencia en las líricas (si es que pueden llamarse así) del reguetón.

Tal vez muchos de los que utilizan el spanglish no eligen usarlo. Lo hablan porque es lo que oyen en sus casas, sus vecindarios, sus contextos habituales. Lo que no resulta tan comprensible es la gente que deforme el idioma por que le parece que está en boga o es "chic", como los que dicen "si-ésta" o "fi-ésta", tal cual lo diría un angloparlante que se va a México y después de tres tequilas quiere hablar "españolo".

25 octubre 2005

Halloween

Cuando yo era niño, no había Halloween.

Al menos, no lo había en mi ciudad. Era una lejana referencia que aparecía en revistas latinas editadas en Miami, como Buenhogar o Vanidades.

Ni pensar que la gente se disfrazara el 31 de Octubre, los disfraces eran solo para carnaval; y mayoritariamente para los niños. Y a mi me daba como rabia de que fuésemos tan atrasados, tan rurales, tan ajenos a la cultura occidental que ni siquiera éramos capaces de celebrar el Halloween. Yo soñaba con comparsas de gente disfrazada de bruja o hechicero, con niños pidiendo dulces de puerta en puerta. Pero cuando trataba de incorporar esa realidad el contexto inmediato, no lograba ubicar esas comparsas en las calles oscuras e inseguras de mi ciudad, llenas de policías que estaban mas dispuestos a pedirte dinero o a amenazarte que a protegerte: menos a los niños vagando bajo ese sol a cuchillo de las tardes, sudorosos, con el maquillaje corriéndose por la transpiración. Y menos aún a las hoscas señoras de los alrededores, hurañas y tacañas, semianalfabetas, campurusas y gruñonas, regalándoles dulces a los niños.

Además que ninguna de las traduciones liberales o creativas de "trick or treat" me satisface.

Hoy ya se celebra el Halloween en Latinoamérica, gracias a esta inevitable globalización que no logran detener los ñángaras ilusos que apedrean los Mc Donald's ni las feministas enjutas que queman sostenes frente a las embajadas (la mayoría no tiene nada con que llenarlos, de cualquier modo). La gente se disfraza de bruja, mago, polichinela, arlequín, spiderman, tortuga ninja, teletubbie, diva del disco music, o lo que el presupuesto y la creatividad permita. Supongo que en algunas urbanizaciones metropolitanas los niños piden dulces y señoras amables, hiper educadas y con sus narices recién operadas les llenan sus bolsas con exquisiteces compradas para la ocasión, o preparadas en casa; ya que ser chef está de moda. La cosa se va pareciendo más a lo que imaginaba de niño.

Lástima que las calles de la ciudad de mi niñez sigan siendo tan estrechas, tan oscuras y muchísimo más inseguras que como las recuerdo, y que uno no sepa si es peor toparse con un ladrón o con un policía. Total, ambos van a procurar quitarte algo de lo que tienes. Si claro, hay excepciones. Hay ladrones honrados. Algún policía honrado debe haber.

Gústenos o no, ya el tema de Halloween o "Noche de Brujas" se va ligando a la cultura local, y es capaz que asome aún cuando la revolución cultural prohiba las manifestaciones culturales foráneas. Es que los venezolanos somos tan noveleros y nos gusta tanto lo foráneo que ese tema de la revolución cultural (tan rancio que suena, ¿verdad?) le va a quedar bien cuesta arriba a los ideólogos sesentosos del régimen. Para muestar un botón: La señora étnica que apareció con corona y banda como "Reina de la Resistencia Indígena" en las transmisiones de un canal progubernamental el 12 de octubre. Solo faltaba que la banda dijese "Miss Warao" o "Miss Yanomami" y que los cirujanos le hubiesen operado la nariz, el busto y las caderas, para que luciese mejor sus movimientos al ritmo de "En una noche tan linda como esta".

21 octubre 2005

La Capital del Mundo

Hoy escuchaba una emisora de radio carqueña que se autodefine como "global". Despues de anunciar con mucho aspaviento que se hallaban conectados via gps, microondas, cable submarino y que se yo cuantos artificios con las ciudades de Maracaibo y Puerto Ordaz, pasaron a comentar la cola que había en la Cota Mil, la lluvia que cayo en San Bernardino, el choque en la avenida Intercomunal del Valle... como si eso le importase un pepino a los oyentes de Maracaibo y Puerto Ordaz. Y el locutor interrumpía sus comentarios para acotar "y que me perdonen los oyentes de Maracaibo y Puerto Ordaz, pero bla bla bla..." Supongo que la mayoría de los oyentes de estas ciudades habría cambiado ya de emisora.

Es un problema de ego creerse en el ombligo del mundo y yo, habitante reciente de la capital de mi país, noto la presencia (inadvertida o impúdicamente exhibida) de ese sídrome en varios de mis conciudadanos de nuevo cuño. En toda Venezuela, este mismo fenómeno se repite, bajo otro cariz. Esta bien que creamos que "lo nuestro es lo mejor" pero eso no debe hacernos perder la perspectiva, como le ocurre a un obrero que conozco, que expresó que "eso que llaman la gripe aviar pega es en los países que no tienen la gracia de Dios". Como se nota que el susodicho nunca ha visto ni una foto de Thailandia!

A los venezolanos se nos hincha el pecho de orgullo (con toda razón) cada vez que pensamos en nuestras maravillas naturales, como Los Roques, la Gran Sabana o el Salto Ángel; o en otras maravillas no tan naturales como Verushka Ramírez o Gaby Espino. Ojalá algún día podamos sentirnos orgullosos de la eficiencia de nuestras instituciones, de la honestidad de nuestros gobernantes y del civismo de nuestros habitantes. Auque al paso que vamos, tal vez en el futuro ni siquiera el pais se llame Venezuela, sino quizás Benesuela, Cubazuela o Chabesuela.

15 octubre 2005

El heladero, una reflexión estival.

Desde niño sentí una especial conmiseración hacia los heladeros de carrito. Cada vez que oía el tintineo de las campanillas o "la marchantica" imaginaba a ese señor sudoroso, cansado de caminar kilómetros y kilómetros bajo el implacable sol ecuatorial, asediado por chiquillos hambrientos y sedientos, que pasaban de la expectativa a la decepción cuando su madre o padre no les compraban el helado que querían sino el más barato. Tan diferente esta cuadro a los comerciales de helado, donde un heladero impecable, alto y modelístico servía sus productos (siempre el mas grande y caro) con sonrisa de mac donalds a unos niños educaditos y entusiastas, una especie de miniadultos. El caso es que la presencia del heladero siempre ha instaurado en mi una especie de angustia, una suerte de vergüenza por mi vida relativamente cómoda; sensación que no desaparece ni siquiera comiéndome un helado; sino que poco a poco se va atenuando hasta subyacer en el inconsciente.

Hace poco estaba en un teléfono público en plena calle, intentando a los gritos que mi interlocutor me entendiese. Venía un heladero con un carrito de tecnología reciente, en donde un CD se encarga de repetir a volumen atronador los sones de "la marchantica". Solo eso era nuevo. El sol, la cara de agotamiento del heladero y la pesadumbre en mi, los de siempre. Pero un incidente le dió un giro novedoso al asunto. Cuando el heladero me vió hablando por teléfono, bajó el volumen en el reproductor de su carrito mientras pasaba cerca de mi. Atiné a darle las gracias, aún incrédulo por el gesto de gentileza, y el heladero sonrió ampliamente y me dijo "de nada"... y su sonrisa perduró un buen rato. Allí me di cuenta que a lo mejor ser heladero no es tan triste, ni tan pesado. Puede ser que los heladeros disfruten del paisaje urbano mientras caminan con su dulce carga. Quizás se sientan complacidos por la presencia de los niños, por muy fastidiosos que estos resulten. Tal vez su profesión les de mayores satisfacciones que a mi la mía.

Quise entonces sentirme hermanado con el heladero y decirle que me alegraba mucho de que hubiesen heladeros para mitigar facilmente los rigores estivales, que el sonido y la visión del carrito de helados está ligado a los recuerdos de la niñez de todo venezolano, que me enorgullecía tener compatriotas como el, humildes facilitadores de pequeños y vitales placeres. Pero me abstuve. El discurso del nuevo (bueno, lo de "nuevo" es un decir) paradigma político en mi pais establece que el y yo somos enemigos próximos a enfrentarnos en la arena de la lucha de clases, ya que el es miembro de la gloriosa clase obrera injustamente pisoteada por el desalmado patronazgo y yo, por ser profesional y empleado privado, aunque no tenga grandes propiedades, debo ser un abyecto lacayo del imperialismo, oligarca, disidente y contrarrevolucionario. Al considerar esto, no me pareció ya tan radiante la sonrisa de heladero ni tan cordial su gesto, y se desvaneció la sensación filial. El divisionismo ya comienza a dar sus amargos frutos, por lo visto.

11 octubre 2005

La Teta de Tatiana, la de Janet y la de la camella


Cuando el vestido de Janet Jackson se abrió estratégicamente, dejando ver su pecho moreno y abundoso, probablemente muchos recordaron un incidente similar ocurrido en 1979, cuando la representante venezolana, la voluptuosa Tatiana Capote sufrió un "accidente" similar en un desfile preliminar del Miss Mundo. En ambos casos, una inusitada reacción puritana se dejó sentir (acerbas críticas para Janet, descalificación para Tati). Yo suelo pensar que muchos de los que promueven ese puritanismo ridículo y extemporáneo se muerden los codos por no poder tener unas tetas así en su cuerpo o entre sus manos.

Curiosamente, la mayoría de estas reacciones puritanas proviene de los EEUU. Claro, tampoco la cosa es como para decir que la sociedad estadounidense está podrida (si es así, este no será el mas relevante de los sintomas, creo) o para sugerir, como un español que conozco (de esos europeos que odian a los gringos por ser la competencia más directa del colosal imperio de la UE), que la resistencia Iraquí debería tatuarse unas tetas en la frente, para que los soldados norteamericanos se asusten y huyan a orar al templo protestante mas cercano. Se le olvida al españoleto en cuestión que los musulmanes radicales impiden y castigan inflexiblemente la exhibición de casi todo el cuerpo femenino, así que la que sirva de modelo para el tatuaje, morirá irremisiblemente apedreada por inmoral, según órdenes de los mulas, ayatolas o cualesquiera mandamases de la jerarquía religiosa mahometana. Así que tendrían que tatuarse una teta de camella, que si está permitida.

Que curioso... a la gran mayoría de la población mundial le gustan las tetas, pero un porcentaje mucho menor está dispuesto a reconocerlo en público (aunque en privado las gocen, las admiren o las simulen). Con el odioso ejemplo que nos dan los musulmanes radicales y su vida aburrida... ¿todavía hay gente tan obtusa como para ser conservadora en pleno siglo XXI en el hemisferio occidental?

10 octubre 2005

¿Que se hicieron?

La infausta muerte de la admirable actriz Eva Moreno me hizo recordar el inexplicable, silenciado y subestimado suicidio de su hija Aixa Moreno a finales de los años ochentas, después de haber sido anunciada con bombos y platillos como "una actriz de proyección internacional que viene a Venezuela a protagonizar el dramático más bla bla bla" (no recuerdo exactamente las descripciones de Venevisión de aquella época, llenas de exageraciones y barbarismos tipo "nos superamos a nosotros mismos"). El culebrón de marras se llamaba "Amor de Abril" y fue medianamente exitoso. Quizás nunca sabré por que se suicidó Aixa. ¿Le deprimía actuar en telenovelas luego de haber participado en filmes con buena crítica, como "Return to Treasure Island" o "Break of Dawn"?, ¿Era adicta a alguna sustancia química y el síndrome de abstinencia pudo más que ella?, ¿Estaba dotada de la clarividencia y al tener una visión de lo que iba a pasar en Venezuela en los años subsiguientes prefirió irse al más allá?

Hay gente (sobre todo en ese volátil entorno del arte y el espectáculo) que se va sin dejar rastro, como Aixa. ¿Que estará haciendo ahora Corina Azopardo? ¿Y Sandra Bruzón? ¿Seguirá Corina Castro siendo dueña de esa voz sensual y envolente con que anunciaba los minicomponentes Pioneer y los temas en "La Videojockey"? ¿Henry Salvat todavía cantará y actuará? ¿Henry Altuve estará vivo aún? ¿A que se dedicará Mariela Alcalá ahora? ¿Y "el Piraña"? ¿Y "el Rodilla"? Un amigo me dice que lo mataron malandreando.

¿Que se hizo "Mussa", la versión bizarra de Azabache (ya bastante insólita per se) que intentó imponer Sonográfica en 1989? ¿Y los miembros del grupo "Piña Colada", fallido intento de copiar a "Daiquirí"? ¿Y los cantantes de esa producción llamada "Dos Corazones" que ponía los temas románticos en ritmo de raspacanilla? Eran tan malos que eran buenos, igual que "Los Nietos de Ña Carmen". ¿Arabella donde cantará ahora (si es que aún lo hace)? ¿Y Nohemí Berlatti? ¿Que se habrá hecho Antonietta? ¿En que limbo se encontrará Félix Valentino?

Podría llenar cientos de párrafos con gente que apareció estruendosamente en los medios, vivió su época, nos regaló su talento, nos alegró la vida... y desapareció sigilosamente.

Quizás eso sea más respetuoso que esa costumbre de "despedirse del escenario" una y otra vez, como Ilan Chester y, otrora, Lila Morillo y antes Olga Guillot. Prefiero esas desapariciones que hablan de una asunción madura del fin del ciclo; y no esa manía de eternizarse.

Y el que te conté ("Star System" a su manera, gracias en buena parte a la generosa renta petrolera) ya pospuso su retiro del 2021 para el 2030. Mientras tenga como pagar los aplausos...

09 octubre 2005

Ya viene el 12 de Octubre

... Y amenaza la reaparición del mismo discurso subrepticio en boga desde hace algunos años: La leyenda negra de la conquista. Que si los españoles nos quitaron nuestro idioma, que si el genocidio indígena, la transculturización... Los adalides de esta postura hablan en español y tienen nombres castizos, o en algunos casos, inventados bajo influencia anglo (Yorman, Yonatan).

A ninguno he escuchado plantear esas ideas en lengua wayuu, yanomami o warao, ninguno de los que tengo referencia se llama, por ejemplo, Sorocaima Guarecuco o Manaure Marapacuto. Su fenotipo es mestizo, pardo, mezclado. Barba poblada y ojos achinados a la vez.

Los supongo tan practicantes de esa mescolanza de creencias (Jesucristo, Maria Lionza, José Gregorio Hernández, El Espíritu de la Navidad, La Sayona, Santa Claus...) como cualquier venezolano; aunque quizás con un toque de religión marxista aprendida a último minuto gracias a las diligentes enseñanzas de los ideólogos caribeños de reciente aparición por estas latitudes.

En lo personal, ya estoy harto de ese ritornello. Estoy convencido de que si los españoles no hubieran matado a tantos indígenas (ora en escaramuzas guerreras, ora por la transmisión inadvertida de enfermedades virulentas), estos hubiesen seguido aniquilándose entre si, con sus macanas y flechas, en su eterno afán de imponerse sobre las comunidades vecinas. Era el espíritu de esos tiempos, al fin y al cabo.

Raras veces se escucha alguna queja japonesa por las bombas de Hiroshima y Nagasaki. Menos de 40 años despues de esa aniquilación, los productos japoneses invadían los mercados mundiales y su sociedad alcanzaba altos estándares de calidad de vida. Sin imposiciones ideológicas, sin cambiarle el nombre a las instituciones, sin pugnas intestinas, sin discursos divisionistas. Sin "echarle el muerto" a nadie.

Aqui, tenemos mas de 500 años buscando un chivo expiatorio a quien culpar de nuestra propia incompetencia.