28 enero 2007

Che chic mientras tanto

No es que tenga el blog abandonado (bueno, en realidad algo de eso hay). Me he tardado buscando fotos adecuadas para ilustrar el prometido post acerca de como lucir chavista, y así aprovechar los contratos y dádivas de la petrochequera oficialista. Entre tanto, un hallazgo excelente, que muestra la ironía de ver convertido al che guevara en un ícono pop, muy en la esencia de la quincalla ideológica que guía al régimen que hoy gobierna a Venezuela. Volveré pronto, con los fotomontajes de mi "hijo" (el edificio que estoy diseñando en San Bernardino) y el post sobre el look bolivariano.

10 enero 2007

Guía para hablar chavista

En el año que recién concluyó, estuvieron muy en boga unas franelas negras con una leyenda en la parte frontal ponía frases tipo "Se habla Caraqueño", "Se habla Gocho" o "Se habla Cristiano" y atrás una lista de palabras (tales como "Guóóón", "Toche" o "Aleluya") propias de cada jerga particular. No vi ninguna franela dedicada al peculiar vocabulario que manejan quienes detentan el poder político en Venezuela y sus simpatizantes. dada la situación política de Venezuela, quise, a guisa de regalo de año nuevo, aportar esta mínima guía que pretende orientar a aquellos que no desean quedarse fuera de la dotación de contratos, regalías, empleos y dádivas que gracias a la bonanza petrolera y al unipersonalismo estatal a lo Luis XIV, hoy reparte el estado, es decir, el máximo líder.

Partamos de lo siguiente: Este régimen es totalmente Macluhaniano, y es infinitamente más importante parecer que ser. Recordemos que según la visión oficialista del pais, los obreros gastan su salario en libros de marxismo y filosofía y no en cerveza y meretrices; y las amas de casa no se apoltronan en las noches a ver un culebrón, sino que promueven reuniones con sus vecinas para analizar la médula de la revolución. Así que no importa si usted es furibundamente opositor, si logra parecer oficialista, ya tiene el 90% del mandado hecho. De manera que cuando vaya a solicitar un jugoso contrato, una enjundiosa buena pro, un digno empleo, una beca, un cédito, una regalía o una limosna gubernamental, es indispensable que parezca oficialista. Este post va sobre el vocabulario a manejar, el próximo tratará sobre el look a lucir, aspecto tanto o más importante que aquel. No obstante, creo le serán útiles estas sugerencias al expresarse:

1º) Apréndase varias palabras de la jerga militar, tales como comandante, tropa, pelotón, batalla, vivac, menaje, etc. y salpique sus conversaciones con ellas. Por ejemplo, salude al burócrata que lo va a atender con un entusiasta y prusiano "Buen día, mi comandante, ¿como está usted?", si le va a preguntar por la familia espétele "¿Como está la tropa". La excepción a esta norma se dá si le toca tramitar con un chavista de la tipología comeflor sesentoso. En ese caso, suprima la jerga militar y hable con mucha lentitud y arrastrando las palabras, como si recién se hubiera fumado varios cachos de marihuana. Así creará la necesaria empatía.

2º) Cuando se refiera a la oposición, nunca diga "oposición". use términos como "El golpismo", "Los oligarcas", "La disidencia", "La contrarrevolución", "Los imperialistas" o el insulto que esté de moda en boca del máximo líder. Es necesario practicar un gesto de odio para usarlo en estas oportunidades, e imprimir un tono de desprecio al hablar.

3º) Haga el sacrificio supremo de calarse de vez en cuando un discurso del máximo líder para comentarlo. Si oír tales cataplasmas le da náuseas (caso muy común) lea los resúmenes en los sitios web oficialistas. Basta citar 2 o 3 frases, pero debe hacerlo con cara de Santa Teresa en éxtasis y con voz trémula, como quien siente una emoción profunda. Si usted no va a pedir contratos sino ayudas, con que comente el programa "La Hojilla" es suficiente.

4º) Apréndase algunas palabras en árabe (o mejor unas suras del corán), en koreano, quiñaruanda y/o en chino, y úselas para aparentar interés en la cultura de los países aliados del máximo líder (Libia, Korea del Norte, Ruanda, Irán, etc.), y para impresionar a sus interlocutores.

5º) Evite usar términos incómodos para el régimen como “Derechos Humanos”, “alternabilidad democrática”, “dictadura”, “militarismo”, “adoctrinamiento”, “sociedad civil” y similares.

6º) Si se le escapa una palabra muy sofisticada y sus interlocutores gobierneros ponen cara de rechazo, aclare inmediatamente que la leyó en un escrito de Norberto Ceresole o Ignacio Ramonet, que son los únicos “intelectuales” permitidos por el régimen. Más bien deje escapar un taco tipo “pendejo” o un solecismo tipo “adquerir” de vez en cuando, para dejar sentado que usted es casi tan humano como el máximo líder, y por eso comete errores.

7º y más importante) Use las frases de impacto. Cuando reine un silencio incómodo, es el mejor momento para esta estrategia eficaz. Usted debe poner cara de prócer, con la quijada algo levantada, la mirada perdida y el pecho hinchado, y decir como quien reflexiona en alta voz, una frase que establezca definitivamente (en apariencia, claro) cuan consustanciado está usted con “El proceso”. Sabrá que tuvo éxito si alguno de sus interlocutores le contesta con otra frase de impacto, lo que puede dar pié a un intenso contrapunteo que nunca tendrá sentido ni llevará a nada, pero sonará muy rimbombante. Para facilitarle la creación de frases de impacto, ideé esta matriz que pego a continuación, arme usted las frases al azar moviéndose de izquierda a derecha y saltando de una fila a otra. No se recomienda usar siempre la misma fila, ya que la cacofonía, el pleonasmo y la redundancia son patrimonio lingüístico exclusivo del máximo líder. Mucha suerte, compatriota!




Nota Bene: El dibujo del tipo con cabeza de bota me lo copié de una caricatura de Weil, y la lista está inspirada en la "Guía para Hablar Paja" de Carlos Sicilia.