tag:blogger.com,1999:blog-176614112024-03-07T05:46:04.334-04:00Saldivia EscribeEl cerebro, el corazón y los sentidos invitan a dejar registro escrito de lo que nos acontece, de lo que observamos, escuchamos, paladeamos y vivimos día a día. Aqui presento mi visión personal del asunto.Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.comBlogger127125tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-12678021198988373762023-12-26T10:47:00.000-04:002023-12-26T10:47:10.343-04:00Una vida de fábula<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_yQvHf6YoMOS40mic_ZghpmCu-rk-9VIanQ0ek-PmpIdsZ4wlzuxeGuwPPKa-QtUB0Yqd2O7ml8cN1MBqPGrcgyp3AbEcupxzYuzFZ5tLi-Y-IQmSDNBCE2qbwZZnBCqX-yb4QOiYcBWxvhyphenhyphenpEaMzylS-yZcSDlOppQ1D4KsxibGC7J6GjGHi/s1024/fabula.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="1024" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_yQvHf6YoMOS40mic_ZghpmCu-rk-9VIanQ0ek-PmpIdsZ4wlzuxeGuwPPKa-QtUB0Yqd2O7ml8cN1MBqPGrcgyp3AbEcupxzYuzFZ5tLi-Y-IQmSDNBCE2qbwZZnBCqX-yb4QOiYcBWxvhyphenhyphenpEaMzylS-yZcSDlOppQ1D4KsxibGC7J6GjGHi/s320/fabula.jpeg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 14.0pt; line-height: 200%;">Un día fui a consultar a un
famoso taumaturgo que me auguró que yo, Zoyla Cegarra, llevaría una vida
fabulosa (o al menos eso creí entender).<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>El hecho de ganarme un importante premio en la lotería esa misma noche
me convenció de su infalibilidad, así que al día siguiente abandoné al
trabajólico de mi novio, dejé atrás mi vida gris y anodina de secretaria y
corrí a comprar boletos para viajes de placer además de ropa lujosa, perfumes
caros y todos los caprichos que siempre había querido darme sin que mis magros
ingresos lo permitiesen.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 14.0pt; line-height: 200%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 14.0pt; line-height: 200%;">Al regresar, tres meses de
locura después, constaté que un anónimo hacker había vaciado mi cuenta
bancaria, dejándome en la quiebra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 14.0pt; line-height: 200%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 14.0pt; line-height: 200%;">Tragándome mi orgullo, volví a
casa para pedirle a mi ex que perdonase mi error juvenil y retomásemos la vida
juntos. Me abrió la puerta una mujer a quien yo conocía, Elba Chacón; compañera
de trabajo de mi ex novio, tan trabajólica como el… y que en el interín había
pasado a ser su esposa, como ella misma se encargó de informarme sin reflejar emoción
ninguna en su cara chata y fea antes de cerrarme la puerta en las narices.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 14.0pt; line-height: 200%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 14.0pt; line-height: 200%;">Hoy, mientras rumio mi miseria
en el refugio de gente sin hogar en el que me encuentro; muerta de hambre y de
frío como condición permanente, mis días transcurren cavilando sobre que me
llevó a interpretar como “fabulosa” la expresión “de fábula”, que fue la que
realmente dijo el brujo y paso mis noches lanzándole maldiciones a Esopo, Samaniego,
La Fontaine y todos esos que escribieron y reescribieron la fábula de la
cigarra y la hormiga que hoy sufro.<o:p></o:p></span></p><br /><p></p>Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-448603260062649662023-12-26T08:24:00.000-04:002023-12-26T08:24:38.370-04:00Porque me fuí de Venezuela<p>La respuesta es simple: Escapando del chavo-madurismo</p><p><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzkTMXeiatD_eGesuP2HlvmjhkrjkzNtACqK4C9uP1nUDN1wGy4F4ZU1bfJb_dYQacxeyIoCU2aw0G2USpNKHdKefc_iHueBv6qHC4TytE-fNJAze6PtYB2-QUVqfWYl2O3OwgTeEBQrYScgmW2sSMEU5T2Qvbee5eTAOrY_jQxLFTQifMpgCI/s1024/me%20fui.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="1024" height="267" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzkTMXeiatD_eGesuP2HlvmjhkrjkzNtACqK4C9uP1nUDN1wGy4F4ZU1bfJb_dYQacxeyIoCU2aw0G2USpNKHdKefc_iHueBv6qHC4TytE-fNJAze6PtYB2-QUVqfWYl2O3OwgTeEBQrYScgmW2sSMEU5T2Qvbee5eTAOrY_jQxLFTQifMpgCI/w267-h267/me%20fui.jpeg" width="267" /></a></p><p>Y la explicación es la siguiente (para aquellos que no temen leer más de 150 caracteres)</p><p></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Esta historia no es trágica, ni siquiera impresionante u original, es simple, como
si a la proverbial rana de la conocida anécdota del agua que se va calentado
hasta hervir, se hubiese escapado de la olla antes de que fuese demasiado
tarde.</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Confieso que en mi adolescencia tuve mi acercamiento ideológico a la
izquierda civilizada, representada en aquel entonces por Felipe González en
España, François Mitterrand en Francia o Teodoro Petkoff en Venezuela; pero al
tomar conciencia de cuan aguda es la izquierda para criticar, defenestrar en manifestaciones,
obras plásticas o musicales y ridiculizar a los gobiernos tiránicos de signo
opuesto (Pinochet, por ejemplo); versus su ceguera para atreverse a tocar ni
con el pétalo de una rosa a las tiranías afines (Fidel Castro es el caso
emblemático), decidí alejarme de esa tendencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Mientras
viví bajo el signo del chavismo en Venezuela, siempre sentí estar nadando
contra corriente. Mis progresos laborales y económicos se aplanaban ante un
entorno caracterizado por su moneda cada vez más débil, su tejido cultural cada
vez más provinciano y endogámico, la progresiva desaparición del acceso a
ciertos elementos propios de un país sano y globalizado, y la creciente
inseguridad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Cuando
en 2009 finalmente pude viajar fuera de Suramérica por primera vez
(anteriormente, solo había viajado brevemente a Colombia y a Argentina; el
alcance de mis viajes estaba signado por motivos económicos), caí en cuenta de
la abismal brecha en calidad de vida que existía entre mi país y otras naciones
que si habían entrado en el siglo XXI. Esta impresión se consolidó en mis
sucesivos viajes de 2011 y 2013; año en el que tomé la decisión de irme de
Venezuela; a pesar de tener factores en contra como mi edad, entre otros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Hay tres
elementos (de muchos) que quiero citar como los motivadores primordiales de tal
decisión:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">1)<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> 1) </span></span></span><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">El circo montado con la muerte
de Chávez, y prolongado con el descarado robo de las elecciones de 2013, ante
una oposición que me lució excesivamente ingenua, poco combativa y si se
quiere, cómplice.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">2)<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> 2) </span></span></span><!--[endif]--><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">El creciente poder e influencia
de los militares y cúpula chavista, exhibido impúdicamente, y aceptado
(disfrutado, incluso) por muchos juanbimbas en una especie de síndrome de
Estocolmo general.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3)<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> 3) </span></span></span><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">La deliberada (y tristemente
exitosa) estupidización progresiva de la sociedad, a través de un diseño
curricular educativo cada vez más pobre y poco exigente; con el contubernio de
unos medios de comunicación cada vez más chabacanos, ramplones, carentes de
identidad y desprovistos de oferta cultural.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Aparte
de esto hay situaciones anecdóticas puntuales, como la muerte, por atraco a
mano armada, de un vecino frente a mis ojos en la puerta del edificio en que
vivíamos (en un sector anteriormente clase media que se depauperó con la
invasión de un edificio por okupas pro gobierno y la construcción de un
megabloque de viviendas para malandros chavistas en las inmediaciones) y la
destrucción de mi automóvil por una lluvia de pedradas -peñonazos más bien-
venidas desde el barrio marginal (villa miseria, favela) adyacente al
estacionamiento de dicho edificio sin motivo conocido alguno -excepto la
envidia- y sin que se pudiera hacer nada al respecto; todo esto actuó como
detonante hasta que en 2016 finalmente pude emigrar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">El
resto, cualquier migrante venezolano no enchufado lo sabe, porque es similar
para todos. La dificultad inicial, el surgir paulatino y sobre todo, la
sorpresa al ver como ha calado y se ha extendido el discurso miserabilizador
del castrochavismo en otras tierras.<o:p></o:p></span></p><br /><p></p>Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-32839577819837821952018-09-12T15:48:00.004-04:002018-09-12T15:49:42.946-04:00Mi pais ya no existe<a href="https://images.freeimages.com/images/large-previews/1c6/desolation-1477108.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img alt="Desolación" border="0" height="212" src="https://images.freeimages.com/images/large-previews/1c6/desolation-1477108.jpg" width="320" /></a>Al menos para mi.<br />
<br />
De el solo queda:<br />
La herida abierta<br />
Lo que ocupa el espació geográfico donde alguna vez existió<br />
Los millones de terabytes en archivos sensoriales guardados en el disco duro de mis neuronas<br />
Y todo lo que no entró en la maleta de 23 Kilos.Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-66831252537008978722016-09-29T22:24:00.000-04:002016-09-29T22:24:44.590-04:00A Caracas<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBgRzAfdJkg9FHd9GUPL2BuOJ54MVEhBZ39Jsdqu7jD4oa7UMooTGsUtb_766v3JD_tKr90SRMHsaj4zCQLGOkV_GEGx7DvZBqVpqWGcKGADtlZq7ePufHtCXTpuWab73hsxDc/s1600/CCS.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="227" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBgRzAfdJkg9FHd9GUPL2BuOJ54MVEhBZ39Jsdqu7jD4oa7UMooTGsUtb_766v3JD_tKr90SRMHsaj4zCQLGOkV_GEGx7DvZBqVpqWGcKGADtlZq7ePufHtCXTpuWab73hsxDc/s640/CCS.jpg" width="640" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<i>Con amoroso odio (u odioso amor):</i></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Caracas: Tu, que guardas la gracia marchita de quien ha
vivido mejores años y hoy apenas se mueve entre la telaraña que tejen miedos y
carencias, creo que ignoras tu carácter de intermediaria de sueños, de plataforma
de lanzamiento hacia el futuro desde cualquier rincón de la provincia, y
desconoces tu vocación -recientemente acendrada por motivos que mejor callo- de
trampolín donde se aprende a saltar esquivando amenazas imaginarias y reales peligros,
eludiendo motoristas, malandros y mendigos, separados o reunidos en maléfica
trinidad de nuevo cuño, en rutina interminable que perdura hasta que un salto
riesgoso y definitivo nos lleva para siempre lejos de ti.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Pero también tu, otrora descrita como la sucursal del cielo
en un país que ya no existe ni de nombre, tal vez queriendo o tal vez porque
si, en cada gambeta, en cada pirueta, nos regalas el sol matizando el arco iris
sobre ese cerro Ávila que no quiere cambiar de nombre, el relámpago azul que en
lugar de tronar, grazna en una bandada de guacamayas, la máquina del tiempo
cuajada en espeso y fresco dulzor de la mano de un anacrónico chichero que nos
hace tener nueve años hasta consumir la última gota; el barniz de sofisticación
inoxidable que riela en aquellos que se resisten a ser arrastrados por el
vórtice degradante que te mancilla pintando enormes ojillos perversos de gran
hermano en muros, fachadas y camisetas; nos restañas el dolor y el hastío que
tu misma nos causas con tu tráfico y tu tráfago con una pincelada de arte
urbano o un inesperado olor a guanábana.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Hoy quien suscribe, a punto de quemar sus naves para
presentar el examen que evaluará su capacidad de supervivencia y su madera para
recomenzar vida en el seno de una madre más bien ajena; no quiere dejar pasar
la oportunidad de decirte que aunque el mismo impulso que lo trajo aquí, lo
llevará de aquí, irremediablemente parte de su roto corazón se quedará en ese
trampolín que eres tú.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Para finalizar, quiero pedirte algo: Sé que para tus
habitantes, el acercamiento a los números va más por adivinar cual terminal o
triple de lotería jugar para así resolverse la vida, la quincena o el día, que
por el análisis de las estadísticas; sin embargo te ruego, te suplico, te
imploro que, siendo el venezolano número dos millones trescientos cincuenta mil
doscientos trece que, contando desde que decidiste renunciar a entrar en el
siglo veintiuno, se marchará a vivir sus atardeceres y amaneceres en otras
latitudes y longitudes, no permitas que sea uno más de la desconocida y
abultada cifra de los que, por robo, sicariato, resentimiento o recreación, son
enviados al lugar de donde no se vuelve jamás.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal">
Con la esperanza de algún día verte con los ojos de
Massiani, Campos Biscardi, Frómeta y todos los que te describieron, pintaron y
cantaron cuando eras libre, limpia, contemporánea y vivible, me despido, no sé
si hasta pronto o hasta nunca…</div>
Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-57857800129603102952016-09-11T19:21:00.000-04:002016-09-11T19:21:04.311-04:00Un corazón delator 13 años despues<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpsCXxQOS0sFC0dudd_ivtZXMfdffu0bAAEL_bgqyMuZeJt5zX0t2k-swVNVlGnK2VF_Lul0WC8whyphenhyphenyKpdo5OInMM3nlQYAhuY2mcOSHWDEMeZOipKT-19-9WhEj_iLYXqwnPQ/s1600/heart.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpsCXxQOS0sFC0dudd_ivtZXMfdffu0bAAEL_bgqyMuZeJt5zX0t2k-swVNVlGnK2VF_Lul0WC8whyphenhyphenyKpdo5OInMM3nlQYAhuY2mcOSHWDEMeZOipKT-19-9WhEj_iLYXqwnPQ/s320/heart.jpeg" width="206" /></a></div>
Siempre me ha gustado escribir tanto como leer. Ahora lo tomo como reto o diversión; en otros momentos de mi vida fue catarsis o estrategia para parecer más interesante (ingenuo yo, que no había descubierto que a esas edades, lo que hace a los hombres interesantes es el músculo, el bronceado y el dinero). Tal vez en el futuro sea fuente de ingresos, o al menos a eso aspiro. Recuerdo a los 17 o 18 años escribiendo textos inspirados en los relatos de ciencia ficción que leía, a mano son bolígrafo sobre hojas de cuaderno. Alguno de ellos queda por ahí. Antes solía escribir invectivas contra las personas o cosas que me hacían la vida un poco pesada, usualmente mi madre o algún condiscípulo: estas cargas concentradas de veneno plasmado en letras se autodestruían (en mis manos) a los pocos días.<br />
<br />
Ahora, que estoy en fase de cierre de ciclos y de "dejar ir" que llaman, pues me he tropezado con algo que escribí en 2003. Y no quise dejarlo ir. No tenía título y aún no lo tiene, y aunque habla de un corazón delator (como el de Poe y el de Soda), no creo que pueda cometer el sacrilegio de llamarlo así. De modo que con o sin título ahí va:<br />
<br />
<div class="MsoNormal">
Lo peor no era el olor a ajo, a orín y a madera podrida que
imperaba en la oscura estancia; lo suficientemente clara, no obstante, para que
el extraño –siempre uno por sesión- pudiese admirar el imponente cuerpo de
Aquel antes del acto.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Lo peor, estoy seguro, tampoco era el retumbante sonido que
parecía provenir de todos lados, quizás de unas cornetas ocultas tras alguno de los
indistinguibles objetos que colmaba el recinto, la misma canción una y otra
vez, imposible de determinar si era vieja o nueva, inidentificable para casi
todos los fugaces invitados.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Aunque en un momento podría parecerlo, lo peor tampoco era
el canturreo que provenía de no se sabe donde. Con una bronca voz, que solo
tras un gran esfuerzo –para quienes querían hacerlo, que no eran muchos-
lograba asimilarse con la letra de la canción eterna, del exasperante
ritornello, que no cesaba (como tampoco cesaba el canturreo) ni en los
grotescos preliminares, ni en el máximo fragor, ni en el asco (o miedo, o las
dos cosas) posterior. Después de eso, imposible que el visitante lo supiera.
Tampoco importaba, de cualquier modo.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Muchos sentirían que lo peor era la creciente violencia con
la que eran tratados en un acto que exige algo de delicadeza, esa insólita
sensación de entrañas reventadas –las propias- ese indeseado momento en que el
dolor le gana la carrera al placer, en el que se anhela sentir las
contracciones que conducen a la liberación del suplicio y que, al fin y al
cabo, son el motivo último y único que llevó al huésped ¿o debo decir a la víctima?
al sórdido altar de pasión y sacrificio.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Para otros, tal vez los más sensibles, lo peor era darse
cuenta de la subrepticia presencia del otro convidado, el de piedra, el que no
habla ni se mueve, del que solo se ve su ojo –en noches excepcionalmente claras
se logran ver los dos- resplandeciente y ávido. Algunos, aturdidos por la
bebida, la droga o el morbo, disfrutan de la presencia del otro. Otros temen.
Alguno vomitó, creo. Pero ninguno pudo escapar.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Los que hasta entonces habían resistido, terminaban
desfalleciendo al sentir primero el rápido movimiento de retroceso, y luego ver
que la herramienta preciada que hasta entonces medraba en las cálidas cavernas
de innombrable anatomía, pasaba a ser alimento y golosina del otro, quien con
fruición exprimía y tragaba hasta la última gota de lo que sobre ello estuviese
posado y desde ello fluyese. Entonces ocurría el guiño pueril en el ojo del
otro, que podía interpretarse como escarnio, burla o placer. Casi siempre esto
era lo peor.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Este era perspicaz y astuto, ligeramente ilustrado y mayor
(aunque no parecía) que el común de los elegidos. Había leído (entre otros) a
Poe y a Borges y había escuchado (entre otros) a Soda. Por eso para este lo
peor fue perderle el gusto al fragor del encuentro al verse iluminado por la
absurda y banal –pero no por ello menos horrible- paradoja de estar escuchando
“Corazón Delator” mientras se trenzaba en una lucha visual con el ojo vivaz
(esa noche se veían los dos) del otro. Tal vez por ello (o solo por ello) Este,
escurriéndose por pasadizos y viviendo peripecias dignas de otro relato,
cambiaría y contaría la historia.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Capturado Aberrado Sexual en Barrio Creta (Prensa Local).-
Un asustado joven de 17 años, cuyo nombre se reserva por razones legales, dio
parte a la policía de un curioso relato que motivó la captura de un presunto
desviado en el sector “Barrio Creta” de esta ciudad. El ya bautizado
popularmente “monstruo de Creta” solía visitar los parajes donde pululan
malvivientes y los bares de mala reputación plagados de invertidos sexuales en
esta bucólica localidad, donde acostumbraba seducir y llevarse a un joven efebo
para dar rienda suelta a su morbosa obsesión sexual, inmoral e impublicable. El
sátrapa había construido una suerte de laberinto en el sótano de su elegante
vivienda, donde solía someter a sus inocentes víctimas a toda clase de
vejámenes sexuales, para luego asesinarlos con un filoso cuchillo y dejar sus
cadáveres pudriéndose en el sitio. Un cuidadoso examen practicado por las
autoridades arrojó la presencia de mas de 35 cadáveres en distintos grados de
descomposición. Por otra parte, el inhumano criminal mantenía retenido en ese
sótano a un anciano cuyo parentesco con el indiciado se ignora. El anciano no
ha podido aportar mayor información, y aunque se nota bien alimentado, su
afasia y el hecho de ser ciego de un ojo indica posibles maltratos ocurridos
tiempo atrás.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En el laberíntico sótano fueron encontrados diversos objetos
de variopinta procedencia, incluyendo un laptop conectado a unas enormes cornetas,
cuya única función parecía ser reproducir una y otra vez el único archivo
hallado en el disco duro del equipo, corazon_delator.mp3.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
El presunto criminal carece de todo tipo de identificación y
aparentemente se encuentra en pleno dominio de sus facultades, si bien al ser
interrogado sorprendió a las autoridades policiales de esta localidad con su
declaración. Cuando se le pregunto su nombre, respondió “Me llamo Asterión.
Puede llamarme Minotauro, si gusta”.</div>
<br />
<br />Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-24097083281686123392016-04-17T10:26:00.002-04:302016-04-17T10:26:17.366-04:30Toda benesuela es ahora mata 'e quinchoncho<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgW3QBeStRAbeo6jsAW5fKJv9sgnnl40U6LOaR9iUyXJCD5d0XhIz4GG-Rw56j-lNrRS9drihsJA1fTNYsFoiYukuhvAsAw79fSAfham5ro_HHbURfYuLuS98PALx4whI8GjFY0/s1600/caribe.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgW3QBeStRAbeo6jsAW5fKJv9sgnnl40U6LOaR9iUyXJCD5d0XhIz4GG-Rw56j-lNrRS9drihsJA1fTNYsFoiYukuhvAsAw79fSAfham5ro_HHbURfYuLuS98PALx4whI8GjFY0/s200/caribe.jpg" width="200" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
Si uno googlea “el burdel del Caribe”, así entrecomillado, suelen
aparecer en las primeras páginas algunas referencias a Cuba, y ninguna a
Venezuela. Y se me ocurre que el motivo de ello no tiene tanto que ver con que
este maltrecho país no merece este
apelativo, sin más bien con el hecho de que burdel barato no se nombra. Y paso
a dar un ejemplo de este aforismo.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En los años juveniles vividos mi ciudad natal, recuerdo la
existencia de tres establecimientos dedicados al comercio sexual: “La Gioconda”,
el más caro, poblado de hetairas (caleñas muchas de ellas) de generosas caderas
y esféricas tetas de la era pre-silicona, mujeres jóvenes en edad o en
apariencia, dotadas de cimbreante andar y una cuidada técnica que no develaba
abiertamente la estrategia de acelerar la eyaculación del cliente, de modo que
se pudiese atender a un mayor número de visitantes, con lo cual se aumentaban
los ingresos.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Luego estaba “Bello Campo”, una suerte de Lado B del anterior,
muy similar aunque algo más barato, quizás con damiselas un poco ajadas, menos
expertas, en las que se permitían toques de cotidianidad como algún diente
faltante, cierta bizquera o algún taco en las conversaciones. Estas eran las
dos opciones que se mencionaban cuando algún turista o familiar visitante requería
información sobre tales servicios, teniendo cada una de ellas sus defensores y
detractores en virtud de parámetros como ubicación, costo y atención.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Pero también estaba “Mata ‘e Quinchoncho”. Un botiquín que
ocupaba una casa fea, vieja y desangelada, en una zona deprimida de la ciudad.
No tenía ni siquiera nombre propio, y su
planta epónima era un tocón reseco desde hacía ya varios lustros. Era refugio
de estudiantes, oficinistas de medio pelo, trabajadores subpagados y pelabolas
en general. La edad promedio y el diámetro abdominal de las anfitrionas
superaban ampliamente los baremos de los locales antes nombrados. Allí iban a dar las trabajadoras que ya no tenían cabida
en los burdeles de más categoría y, como es lógico, sus tarifas eran
solidarias. Muy solidarias. Era este un lugar al que se iba furtivamente y del
que se negaba rotundamente su conocimiento; cuando se hablaba del mismo,
siempre se usaba un tono de guasa acompañado de una mirada cómplice, como quien
se refiere a la marihuana.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Ir a La Gioconda o a Bello Campo constituía motivo de
orgullo, las altas tarifas allí requeridas evidenciaban la prosperidad del
visitante y su disposición a darse buena vida, por lo que las virtudes de las
damas allí presentes solían ser ensalzadas con barrocas y excelsas
descripciones, siendo común el uso de eufemismos como “damas de la noche” o “cortesanas”
para catalogar su oficio. Por otra parte, a Mata ‘e Quinchoncho siempre se iba
a “sacarse el queso”, y no era raro oir en las anécdotas contadas al respecto
(que solían salir a flote sobre océanos de alcohol) catalogaciones como “esa
gorda de mierda”, “la vieja mamaguevo” y por supuesto, a cada instante la
palabra “puta”.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Mi reciente viaje a Barcelona (la de Venezuela, se entiende)
por cuestiones de trabajo, me hizo percibir como nos estamos convirtiendo en
una suerte de mata ‘e quinchoncho de la región, (aunque con una fundamental
diferencia: la hermosura de la oferta local) deviniendo en una locación
especializada en calmar las urgencias prostáticas de los árabes y asiáticos que
debido a las políticas de “la nueva pedevesa socialista” se han convertido en
magnates de nuevo cuño. A estos se unen los brasileños, guyaneses y trinitarios
que aprovechan el insólito rendimiento de sus divisas en esta caricatura de
economía para tener acceso, entre otras cosas, a los servicios de mamacitas
venezolanas a muy bajo costo.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Una mañana, a las 5:30 am noté como al hotel donde me
alojaba a compañía para la que trabajo, hotel que tiene ínfulas de 5 estrellas
(una noche allí cuesta 4 sueldos mínimos venezolanos), ingresaba una muy joven
beldad, acompañada de su respectivo proxeneta, quien se abría paso entre
porteros, recepcionistas y vigilantes a punta de dádivas; el objetivo era
entregarla “en sus manos” a un caballero de rasgos arábigos quien prepagó de
inmediato el servicio desembolsando la para él despreciable suma de diez
dólares. Diez miserables dólares que equivalen para el destruido bolsillo
venezolano a un mes y pico de sueldo mínimo.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
Comentando el incidente con el taxista que luego me traslado
a mi sitio de trabajo, éste (sabelotodo como buen taxista) me dio detalles
sobre el costo del servicio en moneda local (12.000 Bs por hora) y manifestó
conocer representantes que ofrecían tarifas más altas, si bien la
caracterología del producto ofertado en todos los casos era “máximo nivel, puro
lomito”. Creo que para el cliente extranjero, sin embargo, hablar de lo vivido
aquí es algo tan vergonzoso como admitir que se visitó mata ‘e quinchoncho. No
da prestigio contratar una prostituta que resulta tan barata, por muy hermosa y
núbil que sea. En el sempiterno burdel del Caribe, las tarifas son más
elevadas. Y las putas saben hablar inglés.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
* La grafía "benesuela" en el título es un modo de retratar aquello en lo que ha devenido Venezuela durante este régimen. Una versión marginal, descuidada, estupidizada de si misma.</div>
Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-17808369349877707752016-03-29T15:16:00.000-04:302016-03-29T15:19:13.123-04:30... Y me dió por escribir un haiku<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWlFo2KQQeGC2QBbCQv7-iLL4EYCR7BSp7c-C7W7qKc7CbyhlRovzG6yLvA03A8HKSsImw1quGOp_rSUkkdOTJArcU6_gD6vWINZ-OeG87AixUJPr94db8b8lTwPxpwGdAVLdz/s1600/cereal.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="190" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWlFo2KQQeGC2QBbCQv7-iLL4EYCR7BSp7c-C7W7qKc7CbyhlRovzG6yLvA03A8HKSsImw1quGOp_rSUkkdOTJArcU6_gD6vWINZ-OeG87AixUJPr94db8b8lTwPxpwGdAVLdz/s200/cereal.jpg" width="200" /></a></div>
¿habrá conjunción planetaria? ¿o el súbito despertar de un vórtice de energía? No se si el origen es tan poético y místico o algo tan estéril como una casualidad estadística.<br />
<br />
El caso es que hoy, pro primera vez en muchos años, tuve unos minutos libres sen mi trabajo. En ese trabajo que me gusta mucho pero que me mantiene con el acelerador pisado y los sentidos en alerta máxima de lunes a viernes de 7:00 am (o un poco antes) a 4:00 pm (o un poco después). De modo que: ¿que hacer con esos minutos libres? Entré en un sitio web de generación aleatoria de palabras. Tomé las 3 que salieron (sol, cuchara, cereal) y con ellas escribí un haiku. Ahí va.<br />
<br />
Solo, como sol<br />
un dorado cereal<br />
en la cuchara<br />
<br />
Si algún día vuelvo a tener minutos libres, lo volveré a hacer, lo disfruté un montón.Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-71319264171570042052016-02-20T13:59:00.000-04:302016-02-20T13:59:11.117-04:30Diálogo imaginario con un marido muerto<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlMWXHBAIdcfjTZyJYgFLDDFp5DdXiX5h_PWJmEyEz9JyHRFRhyVyzlHZCgOcx_xrfLmi9LXVfc0gNiO2C_3Xu9z49M0suhrJNo_morr2dBlM4e1xvpCStiv6BoIuoAIOT2mUB/s1600/Cabeza-de-una-mujer-campesina-con-gorra-blanca.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlMWXHBAIdcfjTZyJYgFLDDFp5DdXiX5h_PWJmEyEz9JyHRFRhyVyzlHZCgOcx_xrfLmi9LXVfc0gNiO2C_3Xu9z49M0suhrJNo_morr2dBlM4e1xvpCStiv6BoIuoAIOT2mUB/s200/Cabeza-de-una-mujer-campesina-con-gorra-blanca.jpg" width="161" /></a>Como parte de unos ejercicios que estoy adelantando, en mi empeño de escribir mejor, comparto este texto que se generó según el reto que a continuación transcribo: Escribir el siguiente monólogo interior (20-40 líneas):
"Dirigiéndose imaginariamente a su marido muerto, la viuda, mujer
convencional y estrecha de miras, le reprocha que nunca le hiciera una
declaración de amor como Dios manda". Esa descripción de la mujer me hizo pensar en algunas mujeres evangélicas o protestantes que conozco, de esas que obedecen a pies juntillas lo que sus ultraconservadores pastores les indican, de modo que que bajo sus largas y descoloridas faldas sus piernas van tan peludas como sus sobacos, y su cabello opaco y largo se apiña desmayado en una coleta sin gracia. Me produce cierta curiosidad el hecho de imaginar justamente una protestante al leer la frase "mujer convencional y estrecha de miras", pero aquí en Venezuela es así. En otros países, supongo que esa descripción se corresponderá más con una católica... aunque las que se deben llevar la palma son las musulmanas.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
No obstante, a mi me salió una de esas evangélicas que se autodenominan "cristianas" (que lo son, pero también las católicas, ortodoxas, etc) y el diálogo va así:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En momentos como ese, era inevitable que Ingrid recordase a
Jonás, y sostuviese con él farragosos e imaginarios diálogos (más bien
monólogos, porque en ellos su esposo solo pronunciaba monosílabos e
interjecciones). Esto, que la inquietaba al principio, dejó de causarle
remordimientos desde que su pastor le indicó que no había nada de mundano en
ello, siempre que no descuidase la obra del señor, claro está. Ingrid se
desquitaba del carácter taciturno de Jonás Gandica, elucubrando las
conversaciones que, por temor, por timidez o por autocensura, jamás pudo
sostener con su cónyuge. Aquel tarde, aburrida y canicular como es costumbre en
la depauperada ciudad dormitorio en que habitaba, el asunto se decantaba por
estos vericuetos:</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span><!--[endif]-->Gandica, ¿se acuerda de cuando estuvimos en
Coro? ¡tan bonito todo! ¿verdad?</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span><!--[endif]-->Umjú… (Ingrid era una maestra imaginando a Jonás
respondiendo del parco modo usual en el)</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span><!--[endif]-->Me hubiera gustado volver. Pero es que usted se
empeñó en ir a Caracas después, y claro, yo lo acompañé porque soy su mujer y
es mi deber ir a su lado para atenderlo como es debido. Pero le digo algo. A mi
Caracas no me gustó, con ese ruido y esos zagaletones en moto y esa
asquerosidad de hombres agarrándose de la mano y mujeres mostrando las carnes.
Gloria al señor que encontramos la iglesia del pastor Manuel Colina y pudimos
ir al culto como corresponde, pero usted sabe bien que yo nunca quise volver a
esa ciudad perdida, y usted, tan bueno como siempre, me complació.</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span><!--[endif]-->Ah bueno, pa’ que vea…</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span><!--[endif]-->¿Se acuerda de la hermana Domitila y su esposo,
el hermano Tulio? ¡Qué gente tan buena! ¡Y conocedora de la palabra! Por ellos
es por el único motivo por el que hubiera aceptado volver a la capital, pero
después, claro, usted se enfermó y la gente que dejó encargada del taller no le
cumplió y bueno, usted sabe lo que pasó después, ¿no?</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span><!--[endif]-->Ajá…</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span><!--[endif]-->Ay Gandica… ¿Por qué tuvo que morirse? ¡Gloria
al señor en sus designios! Yo oro todos los días pidiéndole al señor el
entendimiento para aceptar que se lo llevó de mi lado y leyendo el libro de la
sabiduría en la biblia esa tan bonita que usted me regaló cuando nos comprometimos.
Es que usted si tuvo detalles conmigo, y doy gloria al señor porque usted dejó
la vida mundana cuando se casó conmigo, pero usted sabe que eso no es mérito
mío sino de él, que obró a través de esta simple integrante de su congregación…</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span><!--[endif]-->Pues si…</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span><!--[endif]-->Gandica, yo se que de eso no se habla pero usted
ya está en la gloria del señor y no debe importarle que le pregunte eso, con
mucho respeto porque usted es mi marido y siempre lo será aunque esté muerto,
porque yo estoy dedicada a la obra del señor y no pienso volver a tener marido
nunca más, pero ¡dígame algo!</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span><!--[endif]-->¿Qué será?</div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;">
</span><!--[endif]-->¿Por qué
usted nunca me dijo que me quería? ¿Por qué no se me declaró como debe ser,
sino que se limitó a decirme “nos casamos el 18 de octubre en el templo del
pastor Ronaldo Vargas”? ¿Por qué cuando estábamos usted y yo solos yo le decía
que mi único amor terrenal era usted, gloria a Dios, y usted nada más decía
“igualmente” y no me decía que me quería? ¿Porque, porque, porque? <span style="text-indent: -18pt;">E invariablemente, llegado el
momento de formular estas preguntas, la imaginación de Ingrid se esterilizaba
de pronto, se desvanecía, y jamás lograba idear la respuesta que le hubiera
dado el difunto, lacónico y adusto Jonás Gandica de quien ella, sin atreverse a
reconocerlo, seguía enamorada aún después de haber transcurrido más de veinte
años de su muerte.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<span style="font-size: x-small;">La imagen es un cuadro de Van Gogh: "Cabeza de una mujer campesina con gorra blanca"</span></div>
<br />Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-89062723023163487242014-11-23T18:56:00.003-04:302014-11-23T18:56:24.885-04:30Domingo de metáforas: El Museo de Arquitectura de Caracas y la exposición sobre el Helicoide<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgU2CM2KNAeI5_PbIUCoClA1-Ybsn8uyqpnrls4ZWhjKuP90pDp6y3SYCsaVzoqkDx9zne5WVCSCCouQu5l4_tbzwmT1MKcr2lhHAfQdLvKdK-hBxnMHfZPB9aXJm_4SemuZkJD/s1600/helicoidesfallidos.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgU2CM2KNAeI5_PbIUCoClA1-Ybsn8uyqpnrls4ZWhjKuP90pDp6y3SYCsaVzoqkDx9zne5WVCSCCouQu5l4_tbzwmT1MKcr2lhHAfQdLvKdK-hBxnMHfZPB9aXJm_4SemuZkJD/s1600/helicoidesfallidos.jpg" height="320" width="249" /></a></div>
Hoy fue uno de esos domingos lentos y calurosos que propician el solaz visual y el ejercicio intelectual que derivan (o deberían derivar) de la visita a un museo. Acudí al polémico Museo de Arquitectura de Caracas (Musarq) principalmente a ver la exposición "Helicoides Fallidos". Más allá de mis impresiones sobre la muestra en si y el espacio que la alberga (que seguro percolarán mas abajo en este post), me vinieron a la mente dos asociaciones. El Helicoide es una metáfora de Venezuela, y el Musarq, otro tanto sobre el ejercicio de la arquitectura en suelo patrio.<br />
<br />
El Helicoide, iniciativa privada que necesariamente debió contar con el beneplácito del militar Marcos Pérez Jiménez, prometía un espacio glamoroso, moderno y atractivo para las compras, al igual que cualquier mall de hoy en día. A medida que el tiempo fue pasando, los problemas que enfrentó su construcción, no muy distintos a los problemas que enfrenta cualquier obra, fueron gestionados bastante ineficazmente, o no lo fueron en absoluto. El proceso constructivo quedó inconcluso, y el entorno de esta obra se convirtió en un popurrí de barrios marginales. El Helicoide ha sido usado para albergar damnificados, fue producto de muchos bien intencionados proyectos para instalar allí desde museos hasta ministerios. Posteriormente fue trasladado allí un cuerpo de seguridad gubernamental... y en este régimen militarizado, ha pasado a ser una cárcel para presos políticos, de condiciones bastante inhumanas por cierto, según la OEA. El Helicoide, como toda Venezuela, sufre de ranchosis, e involucionó desde una concepción de alta factura alabada (entre otros) por Pablo Neruda a ser el deplorable escenario de la degradación y humillación que el actual régimen obsequia al que piensa diferente, en cruel remembranza del dictador que dio su beneplácito al proyecto inicial... y a quien no puede negársele su eficacia en la gestión de obras públicas, hoy inexistente.<br />
<br />
La muestra está bien curada, y cuenta con valioso apoyo documental, mas resulta difícil (al menos para mi) evitar la depresión que nace al comparar lo que pudo haber sido el Helicoide, el paisaje urbano de la Caracas de los 50, el respeto que en aquel momento existía por el oficio de arquitecto y otros detalles, con la realidad actual, diametralmente opuesta. Por otra parte, para llegar a la muestra se pasa primero por un estridente panegírico a la misión vivienda, y al lado de la misma hay otro ejercicio de adulación a ciertos "partos de los montes" del régimen.<br />
<br />
Y así nace el símil entre el Musarq y el depauperado ejercicio de la arquitectura en Venezuela. El Arquitecto Federico Vegas hace una magistral disección de esta obra en un artículo publicado en el sitio web del C.A.V. (disponible <a href="http://cav.org.ve/cms/index.php?option=com_flexicontent&view=items&cid=169:arquitectura-en-venezuela&id=1766:el-museo-que-destruye-una-plaza&Itemid=59" target="_blank">aqui</a>), por lo que no me extenderé poniendo de relieve lo que Vegas hace con más base documental y contundencia de la que yo pudiera lograr. Si quiero llamar la atención sobre algo. ¿Cual arquitecto diseñó el Musarq? No lo se. Ni idea. El brochure oficial de la institución de marras se limita a mencionar que el proyecto fue "Diseñado por el equipo profesional del Prof. Juan Pedro Posani". Es decir, la importancia, la representatividad, la médula, la promoción mediática del museo de arquitectura ignoran por completo al arquitecto, y se enfocan en el director (que no es arquitecto), en triste símil a la idiosincrasia Venezolana al respecto, existente desde hace luengos años, pero exacerbada (como prácticamente todos los males de la era democrática) por el régimen militarizado que detenta el poder en Venezuela desde hace ya casi 16 insufribles años.<br />
<br />
Debo, eso si, resaltar un detalle. La exposición en ningún caso se pliega en loas al actual régimen, y por el contrario, deja colar que el difunto Hugo Chávez y su sucesor han sido, por lo menos, tan inconsistentes en la gestión del helicoide como problema, como lo fueron los gobiernos antecesores. Prefiero pensar que ello se debe a un ejercicio de sindéresis por parte del museo y no a un no haberse dado cuenta.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-2714609022640196972014-09-06T19:42:00.000-04:302014-09-06T19:42:29.406-04:30El escuadrón de las patas de pollo<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRE3SSNElTUb6SFU3cNvOcMHxZ-8yVeXvNnY1gtkvucgZtLwTKi51k3p2yQDnKq8CxkvArCHmcAEVHucMtRO_Gow-lcyB42G7ukHQmI7uyvyGOrrTZG7N8q90K-7tXvrEEIRlY/s1600/Frozen_chicken_paw.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRE3SSNElTUb6SFU3cNvOcMHxZ-8yVeXvNnY1gtkvucgZtLwTKi51k3p2yQDnKq8CxkvArCHmcAEVHucMtRO_Gow-lcyB42G7ukHQmI7uyvyGOrrTZG7N8q90K-7tXvrEEIRlY/s1600/Frozen_chicken_paw.jpg" height="240" width="320" /></a></div>
Hace unos días, un zancudo "patas blancas" tuvo la infeliz idea de picarme... nada original, tomando en cuenta que, en estas latitudes tropicales, eso ocurre varias veces al día. El problema es que este en particular me transmitió el dengue. No voy a concentrarme describiendo la terrible sensación de considerarse totalmente carente de energía mientras el cuerpo se percibe desdoblado, con el torso y cabeza en una caldera volcánica en actividad, y las manos y pies en el Nilfheim, el infierno gélido de la mitología nórdica. Lo que si resulta particular, es el descubrimiento de la panacea universal, de la mano de los amigos que se comunicaron conmigo durante este trance: Las patas de pollo.<br />
<br />
Absolutamente todos los amigos me recomendaban que de forma muy juiciosa ingiriese un caldo de patas de pollo. Algunos acompañaban el récipe con leche de coco y/o infusión de "chocolata" (planta común también conocida como "coneja" de nombre linneano catharanthus roseus), no se si todo esto junto o separado. Yo, que tengo por las sopas un amor parecido al que les profesa Mafalda, nunca estuve muy seducido por la idea. En todo caso, consulté 4 médicos amigos, y resultó que dos estaban a favor y dos en contra de la administración del menjurje de marras, con opiniones que variaban desde "Esta científicamente probada la eficacia de las patas de pollo para subir las plaquetas" hasta "Yo no se como puede ayudarte eso, total, no son otra cosa que pellejo, huesos y mierda".<br />
<br />
Por fortuna para mi, me hospitalizaron, y la comida de instituciones de salud privadas raras veces incluye manjares tan dudosos como la sopa de patas de pollo, de modo que me salve de esta ingesta. Y mis plaquetas se recuperaron igualito, aunque alguna noche soñé con una conspiración de mis amigos, persiguiéndome con las patas de pollo en ristre y un caldero humeante.Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-44889273876566829462013-12-29T19:04:00.000-04:302013-12-29T19:04:01.439-04:30Detox<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibwfeHJbEOyaiWM9UAupLwTWMr_wIDR4y4Rq43hXjSmgPl30MQYQyzBSZGLUoBAXJXuNMVt2KFLYdTvEjM8iS7UhdiH1PwvHwAnhGH8QViqdhP6h3jdg1bCxgThT0MrgrEVtDi/s1600/20131202_121542_HDR.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibwfeHJbEOyaiWM9UAupLwTWMr_wIDR4y4Rq43hXjSmgPl30MQYQyzBSZGLUoBAXJXuNMVt2KFLYdTvEjM8iS7UhdiH1PwvHwAnhGH8QViqdhP6h3jdg1bCxgThT0MrgrEVtDi/s400/20131202_121542_HDR.jpg" width="400" /></a></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgy1Tsoji2z5_He9wufJD-MkN74pLcflAiLyGI-Xfv6iF32jyg0Rmex7vDm9Afzt3CHzSFilaul8Iew2RrYdugfsVNSFt3t4c73WZ0kwTD0KiWrKNjYC60tV0o6ZdgM-MndKv9t/s1600/20131202_121542_HDR.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: small;"></span></a></div>
…palabra que puede interpretarse como “desintoxicación” aunque suena más contundente. Y eso fue exactamente lo que hice en mis más recientes vacaciones.<br />
<br />
Un día, en medio del agitado programa que me autoimpongo en los desplazamientos recreativos para procurar aprovechar hasta el último segundo y conocer hasta el último cm2, me pregunté por qué, a pesar del endemoniado ritmo, me sentía tranquilo, prístino, liviano, y otros adjetivos similares tan ajenos a los que vienen a la mente al procurar describir la urbe en la que habito.<br />
<br />
Y entonces una mirada al entorno que me rodeaba me dio la respuesta.<br />
<br />
No había motorizados zigzagueantes y amenazantes sintiéndose dueños de las calles.<br />
<br />
No había afiches del muerto ni de sus acólitos.<br />
<br />
No había, en el transporte público, personas que se subiesen a fracasar en su intento de parecer animosos, mientras repiten con voz mecánica “buenas tardes señores pasajeros, disculpen que le robemos un minuto de su tiempo y de su atención, somos un grupo de jóvenes que…..”<br />
<br />
No había en la vera de las calles perros muertos, indigentes, latas de refresco aplastados, cartones de jugo fungiendo de hogar de las drosophila melanogaster, bolletes de papel higiénico usado, vómito, excrementos, indigentes (con o sin untura de vómito y/o excrementos), ni sustancias inidentificables.<br />
<br />
No había gente malencarada, amargada y obstinada de vivir, eyectando su odiosa bilis en derredor (al menos no tropecé con ninguna, aun estando en lugares propicios para ello como mercadillos, aeropuertos y oficinas públicas)<br />
<br />
No había adolescentes raquíticas de mirada hueca, preñadas y cargando un niño en brazos mamando de una desmirriada teta y sujetando a otro con la mano, ojalá el primogénito.<br />
<br />
No había cadenas televisivas interminables mostrando un cacaseno vociferante, trasbocando su odio con acento cubanizado y gangoso.<br />
<br />
No había vehículos “tuneados” perturbando las calles con sus reguetones distorsionados a todo volumen.<br />
<br />
En resumen, no había una cantidad de cosas que me resultan odiosas, desagradables e insoportables y que se han transformado en parte integral de mi realidad diaria.<br />
<br />
Lo que si había era víveres e insumos en abundancia, espacio despejado para caminar y clima frío, cosas todas estas que extraño en este eterno verano nacional orlado de escasez.<br />
<br />
A casi un mes de haber llegado, me aferro a las cosas gratas que aún quedan en el contexto, para prolongar el efecto Detox y evitar transformarme en un alienado habitante de esta benesuela que, gracias al régimen, progresivamente se parece más a Burkina Faso y menos a Venezuela.<br />
<br />
<span style="font-size: x-small;">La foto está tomada en La Pobla de Vallbona, comunidad Valenciana, España </span>Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-69950911033624450102013-07-21T13:22:00.000-04:302013-07-21T13:22:27.310-04:30Más tonto y más feliz<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjn-M5TCoyWM9SPdhHAKU8zosJsIXRWCGQCRyLAFIrzz0RVEZOjmz32h4eAyA6FcPw7geuk59Ad-8t5LL6_9pO705XSI2BiTOY_6plK2tAU5hYsNYnzUXr8KA6_YJcdi3eg60ZB/s1600/tonto.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjn-M5TCoyWM9SPdhHAKU8zosJsIXRWCGQCRyLAFIrzz0RVEZOjmz32h4eAyA6FcPw7geuk59Ad-8t5LL6_9pO705XSI2BiTOY_6plK2tAU5hYsNYnzUXr8KA6_YJcdi3eg60ZB/s200/tonto.jpg" width="188" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
En mi turbulenta adolescencia, llena de altibajos anímicos,
leí un cuento de ciencia ficción en el que una hipotética sociedad futura
encargaba a unas computadoras la dirección del destino del mundo, ocupándose
aquellas de cultivar alimentos por medios mecánicos y suministrando, además del
sustento, diversiones y entretenimiento a los ciudadanos. El relato transcurre
a través de la interacción entre 4 personas, que se hacen cada vez más banales
y básicas, hasta que terminan, como recién nacidos, únicamente tomando alimento
y durmiendo beatíficamente; súmmum de la felicidad según los aparatos de
marras.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Aquel relato me pareció en su momento la más temible historia
de terror que hubiese leído. Más allá de la imposibilidad práctica de alimentar
a toda la población mundial, me asustaba ese concepto (muy común en obras
futuristas) de que la búsqueda de la felicidad conduce a la ignorancia y al
adormecimiento del raciocinio.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Por cierto, no puedo recordar cómo se llama el relato, ni
siquiera con la ayuda de San Google.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El caso es que conscientemente reconozco haber transitado
esa ruta, y me siento prueba viviente de la veracidad de la correlación mas
felicidad = menos raciocinio.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En mis atormentados veintes y treintas, de peladera
implacable y escasísima repercusión en el entorno (como no fuera bajo el
desechable concepto de “cerebrito”), escribía largos y enrevesados textos que
sólo yo leía, creaba interminables y complejas cadenas de ideas para mi propio
consumo, leía y disfrutaba textos densos y aprovechaba las largas y no siempre
voluntarias horas de aislamiento para la introspección reflexiva. Y de vez en
cuando me preguntaba para que cosa (más allá de condimentar anecdóticamente
algunas reuniones) servía la buena memoria y la agudeza de ingenio que creía
tener; pidiéndole secretamente a Dios una vida más próspera y muelle, aun a
costa de cierta torpeza neuronal.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Y exactamente eso me fue concedido.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Hoy estuve tratando de leer un blog sobre reseñas de cine y
libros en el que caí por azar, y me pareció no solo aburrido, también rayano en
lo incomprensible y excesivamente denso. Que eso mismo me haya pasado tratando
de leer a Jacques Derrida puede entenderse, pero… ¿un blog de reseñas? Eso me
da una alerta, y quizás es la señal que esperaba pera empezar a tomar medidas
contra la demencia senil o el Alzheimer.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
Pero con todo, no me arrepiento, y prefiero esta felicidad y
esta vida fluida y semientumecida, al hábito pretérito de practicar
consuetudinariamente agudas disecciones
de mi propia miseria.</div>
Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-89231639820653354022013-06-09T13:45:00.000-04:302013-06-09T13:45:30.714-04:30Brigitte Bardot o dos formas de ser bella<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWytIuLHLqB7gWGpVM-rkCnbCJ2JRYDohXHmpXF2akCjskNKhOxnY4QtkqiHSP_cVhNLer4jIDc-WUX_lE3qAtoIQLMlQYIWnbmjmEY8mKI7SFUGdIdAKt2Ut4RVNwGLnpzf29/s1600/bardot_4.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="133" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWytIuLHLqB7gWGpVM-rkCnbCJ2JRYDohXHmpXF2akCjskNKhOxnY4QtkqiHSP_cVhNLer4jIDc-WUX_lE3qAtoIQLMlQYIWnbmjmEY8mKI7SFUGdIdAKt2Ut4RVNwGLnpzf29/s200/bardot_4.jpg" width="200" /></a></div>
De mi niñez temprana, recuerdo dos referentes recurrentes de la excelsa belleza femenina: Raquel Welch y Brigitte Bardot. De la primera (sobre quien seguramente escribiré en otro post) albergo el recuerdo de su escultural cuerpo cubierto escasamente con una piel en "Un Millón de Años Antes de Cristo". De la segunda, mi evocación primigenia es más compleja y agridulce. Por una parte, recuerdo las referencias que se le hacían en una de mis primeras lecturas, Mafalda, siempre destacando su belleza paradigmática. Por otra parte, guardo en mi chip cerebral de memoria una foto publicada en una revista venezolana de los setentas ya desaparecida (Momento, Bohemia, Élite o una de esas), foto en la que BB aparecía bastante ajada, sin una pizca de maquillaje. Esta foto acompañaba un reportaje (que recuerdo poseía un tono algo peyorativo) en el que se hablaba del retiro de la gran pantalla de la susodicha, para dedicarse de lleno a la causa de la defensa de los derechos animales.<br />
<br />
Tal vez para un infante de 9 o 10 años, cual era mi caso, leer eso resultaba algo decepcionante ¿Como iba a dedicarse una mujer hermosa, rica y famosa a una actividad de ese tipo, quizá más adecuada para solteronas feas, anónimas y de escaso busto? Mas con la edad viene el raciocinio, y a los pocos años comprendí cuan loable, humanitario (e incluso inteligente) resultó ese enroque de BB.<br />
<br />
Hoy, muchos años después, veo a Brigitte Bardot como un ser admirable. Por una parte, su arrobadora belleza y su estilo de lolita bohemia inspiraron a muchas mujeres y marcaron una tendencia estética bien diferenciada (y se pudiera decir que aún vigente). Por otra parte, su llamado a la conciencia en el tratamiento ético de la vida animal la hacen merecedora de mi respeto. Dos formas distintas de ser hermosa, por fuera y por dentro.<br />
<br />
Ojalá tuviésemos mas Brigitte Bardot en esta humanidad, tan sedienta de compasión y autenticidad.<br />
<br />
Fotos de BB: <a href="http://missbrigittebardot.tumblr.com/">http://missbrigittebardot.tumblr.com/</a><br />
Fundación Accueil, de BB: <a href="http://www.fondationbrigittebardot.fr/">http://www.fondationbrigittebardot.fr/</a>Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-2578209223360748162013-03-24T19:48:00.001-04:302013-03-24T19:48:50.724-04:30Sobre el acto de leer, otra vez<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNpmFSLtVyV5eggJM-U-xx7zgmKeEd8KvP55uZDMrSynCBmwiKnfyRuwZXEHjcQwWtMzfv18a30coD98lXL0sIruig0NcUHYoJ1XUYEEvpW0UU_5bxdVkaUa3YJ-gVCqAOwX3_/s1600/leyendo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNpmFSLtVyV5eggJM-U-xx7zgmKeEd8KvP55uZDMrSynCBmwiKnfyRuwZXEHjcQwWtMzfv18a30coD98lXL0sIruig0NcUHYoJ1XUYEEvpW0UU_5bxdVkaUa3YJ-gVCqAOwX3_/s320/leyendo.jpg" width="236" /></a></div>
Ciertamente, tenía tiempo sin escribir en el blog. Pero hoy me encontré algunas coincidencias en la red que me animaron a hacerlo. Por un lado, tropecé con una cita del cantante Kanye West, en la que declara que no le gustra leer y que es un orgulloso no-lector. Conozco algunas personas que nunca han leído un libro, pero en esos casos, la gente suele evadir el tema o avergonzarse, en lugar de exhibir orgullosamente su autolimitación. El hecho de que este mismo no-lector haya escrito un libro (de 52 páginas, pero libro al fin) constituye la oximorónica muestra de los paradójicos tiempos que vivimos. La reseña del sainete <a href="http://www.evilbeetgossip.com/2009/05/27/kanye-west-doesnt-read-books-its-evident/" target="_blank">aqui.</a><br />
<br />
Por otra parte, tropecé con un artículo del español Javier Cercas intitulado <a href="http://prodavinci.com/2013/03/17/artes/%C2%BFleer-nos-hace-mejores/" target="_blank">"¿Leer nos hace mejores?"</a>, bastante corto, denso, lleno de referencias a notables del pasado y del presente y de final previsible: Termina siendo cuestión de gusto.<br />
<br />
Pues si. Es cuestión de gusto, pero también de voluntad, de valores, de hábitos. Reconozco que la humanidad está evolucionando de un modo que deja cada vez menos espacio para el plácido hábito de la lectura. Vivir con el acelerador pisado permanentemente y bombardeado por la información inmedita y desechable del twitter, el facebook, el whats app, el pin y mecanismos "lave y liisto" similares no suena muy congruente con echarse en un lugar tranquilo a digerir algunos textos. No obstante, eso no significa que debemos sucumbir a la tentación de poseer un océano de información... con un centímetro de profundidad.<br />
<br />
Si usted, estimado lector (guardando como siempre la esperanza de que alguien se tropiece y lea este blog), ha llegado hasta aqui, significa que la tarea de la lectura le agrada y no le pesa, y quizás hasta esté de acuerdo conmigo. Y para quienes no llegaron a este párrafo, pues ni modo. No seré yo quien haga el papel de padre o de maestro, inculcando el necesario amor por la lectura. Muy lamentable que se lo pierdan.Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-79262981418886022722012-06-24T22:07:00.003-04:302012-06-24T22:11:14.552-04:30De la Planta Libre a la Vivienda Antimotines: Diseño Criminal<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihFKuFPJZsb4cmPlfdDApLq01MZo4MYQEpytiECtJ4k9ybN3PZCa3ByCDKpWGFcNvoJTTJaq32giQYK1NH-9O8zbz9On6H5fvonneLxjV7l1P6WhOfrBF9UDIJl_YkMS7N1uxa/s1600/arquitectura.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" rca="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihFKuFPJZsb4cmPlfdDApLq01MZo4MYQEpytiECtJ4k9ybN3PZCa3ByCDKpWGFcNvoJTTJaq32giQYK1NH-9O8zbz9On6H5fvonneLxjV7l1P6WhOfrBF9UDIJl_YkMS7N1uxa/s320/arquitectura.jpg" width="238" /></a></div>
Acabo de culminar la nuy recomendable lectura de "La Ciudad: Una Historia Global" de <a href="http://www.joelkotkin.com/" target="_blank">Joel Kotkin</a> y me resultó inevitable escribir al respecto, desde mi experiencia. En la obra, Kotkin explica como desde el poblamiento de los primeros asentamientos que merecieron el nombre de ciudad hasta la actualidad, diversos factores contribuyen a configurar la dinámica, crecimiento y conformación urbana. Sea la presencia de centros rituales o espirituales, el comercio, el clima, el ser sede de la élite política, siempre ha habido y habrá motivos que definen el carácter y destino de las ciudades.<br />
<br />
Resulta triste pero inevitable decir que en el caso de las urbes latinoamericanas (y sobre todo Caracas), es la protección ante el hampa el factor más relevante para definir nuestra geografía urbana. Y para mi es particularmente lamentable, ya que estudié arquitectura bajo el inocente paradigma humanista que, como Rosseau, sostenía que "El hombre es esencialmente bueno". Entonces no era de extrañar que creyésemos a pies juntillas en las bondades de la "Planta Libre" difundida por Le Corbusier, en la creación de conjuntos residenciales abiertos donde los vecinos convivíesen con cordialidad y sentido de pertenencia, cuidando de su entorno y del ambiente; así como creíamos y practicábamos otros conceptos urbanísticos similares que, a la luz de la realidad nacional actual, resultan risiblemente extemporáneos, ingenuos, carentes de pragmatismo y más aptos para Zurich o Estocolmo que para cualquier población venezolana con más de 500 habitantes.<br />
<br />
En mi caso, siento que la realidad me dió una bofetada. Realmente, me he tropezado con un mínimo porcentaje de personas interesadas en la iluminación o ventilación de sus hogares, o en el aprovechamiento del espacio; por no mencionar temas más "poéticos" como la volumetría y percepción espacial de sus hábitats. La preocupación principal, como corresponde a la chorocracia en que vivimos, es evitar que se metan los malandros o los secuestradores, los policías siembra-droga o extorsionadores, y sobre todo los grupos de maleantes auspiciados por el coma-andante que pretenden "ocupar" viviendas y propiedades, como si el ciudadano honesto que ha pasado toda su vida ahorrando para tener un hogar digno tuviese la culpa de que Yuleisy alumbre doce hijos de diferentes padres, y ella, su marido de turno y su prole necesiten una covacha donde malvivir.<br />
<br />
En el tejido urbano, sucede otro tanto. Aquellas teorías romanticonas (de Zevi, Benévolo y el autor del sempiterno libro azul de urbanismo cuyo nombre se me escapa, entre otros) sobre la revitalización de los cascos urbanos con la arquitectura como protagonista y con la ciudad cuadriculada en calles y plazas, con una población activa que vivía a distancia peatonal de su trabajo, y otras ramplonerías similares, han quedado obsoletas ante una realidad mucho mas brutal e hiriente; en la que la mayoría de las personas viaja entre cuatro y seis horas al día en los desplazamientos hogar-trabajo y los centros comerciales tipo mall (tan defenestrados por los autores mencionados y por los arquitectos de la izquierda caviar como el difunto William Niño) constituyen el único escape seguro a la agobiante realidad del día a día, en la que nadie tiene tiempo para fijarse en la fachada de una edificación o en la vivencia de caminar por una calle arbolada a la luz de la luna. La actualidad tercermundista ofrece otras experiencias sensoriales menos atractivas a quienes tienen el atrevimiento de caminar por las calles en horario nocturno, tales como el sonido de las balas y el tacto frío y cortante de una navaja en el riñón.<br />
<br />
Pero claro, esta es una realidad demasiado fea como para que Kotkin se explaye en ella. Afortunadamente, existen experiencias como la de Singapur, que demuestran que con una política de cero tolerancia al hampa y creación de prosperidad, se puede paliar el tema de la seguridad, y así empezar a idear mecanismos para la reinserción social de los jóvenes sin fundamentos morales sólidos y sin opciones laborales y de obtención de calidad de vida que terminan transformandose en choros. Por el bien de las ciudades venezolanas y sobre todo de sus pobladores, esperemos que el final de esta oclocracia de paso a un timonel más preocupado por el bienestar de la colectividad que por su propia permanencia en el cargo.Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-49100581071317965002012-03-04T18:19:00.007-04:302012-03-04T21:11:27.529-04:30El decimotercer trabajo de Hercules: Comprar un carro nuevo en Venezuela<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM4NKFgdUV2kqjHBHbiTPYTSW63GPRYn2boerPwtTdn82w7w9klE97qGdTG_Cpz3sI2dZOFRBpjZ1slwRIEKp2LFPFfpnd2UpER5w6j-SSb7Y7WSfnEmPGyq9kt1-X6z0TURku/s1600/Carro2012-1.jpg"><img style="MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 265px; FLOAT: right; HEIGHT: 149px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5716178153076280434" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM4NKFgdUV2kqjHBHbiTPYTSW63GPRYn2boerPwtTdn82w7w9klE97qGdTG_Cpz3sI2dZOFRBpjZ1slwRIEKp2LFPFfpnd2UpER5w6j-SSb7Y7WSfnEmPGyq9kt1-X6z0TURku/s320/Carro2012-1.jpg" /></a> Es muy conocido el episodio mitologico en el que Euristeo asigna a Heracles (o Hercules) <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Los_doce_trabajos_de_Heracles">doce trabajos</a> aparentemente imposibles de ejecutar, pero que, no obstante, el legendario personaje logra acometer .<br /><br />Pues si Euristeo y Hercules viviesen hoy en dia, uno de los trabajos seria, sin duda, comprar un vehiculo de agencia en Venezuela. Lo que en cualquier pais civilizado o con una economia medianamente decente constituye un simple acto de esfuerzo monetario y valoracion practica e incluso estetica, aqui se ha vuelto una labor titanica, estresante, que saca lo peor de algunos seres humanos y pone a prueba los valores, la paciencia y la resistencia del que la intenta. Les relatare mi experiencia personal recientemente culminada con exito relativo, segun consta en la foto, quizas pueda ser de utilidad como guia para quien desee comprar un carrito de agencia... o convencerse de que mejor no lo intenta.<br /><br />ESTABLECIENDO LAS CONDICIONES PRELIMINARES<br />Esta etapa es de mucha importancia, porque prefigura de que modo se va a sufrir durante el proceso. Basicamente existen 3 opciones:<br />1) Alternativa Caribe: Es la ideal para quienes ya perdieron cualquier rezago de escrupulos y conciencia, esos fardos tan inutiles en nuestra sociedad del siglo XXI. Consiste en buscarse un pana en una agencia de vehiculos (o hacerse de un pana alli, que no es tan dificil bajo el imperio de Don Dinero) y ofrecerle una jugosa comision para que consiga el vehiculo que quieres. Podemos estar hablando de 30.000, 50.000 o mas, puesto que esta opcion se ha vuelto muy popular y las tarifas han subido. En este caso quien lleva la carga mas pesada es el bolsillo, ya que lo demas suele ser facil, aunque si pretendes comprar el carro a credito, aun falta el paso del banco, donde de modo mas sutil tambien puede existir este mecanismo. Se corre el riesgo de que el pana se vaya con la cabuya en la pata, como he sabido en un par de casos.<br />2) Opcion revolucionaria: Es la que toman quienes no tienen problema en compra un carro de Iran, Corea del Norte u otro pais "aliado" del regimen. Perfecta para los chavistas "u-a" a quienes no les importa esperar 10 o 14 meses para obtener un vehiculo de calidad discutible, muy diferente por cierto a las Hummer, Explorers y Cherokees tan imperialistas y tan populares entre los altos personeros del regimen. Opcion vedada para quien esto suscribe por razones de practicidad y conciencia y por haber firmado en el 2003, 2004 y todas las veces que haya hecho falta.<br />3) El Calvario: Es lo que nos corresponde a quienes no queremos entrar por el aro de las opciones anteriores. Largos procesos de averiguacion en las agencias de toda Venezuela, atencion a rumores como "En la Toyota de Santa Elena de Guairen quedan tres Yaris, apurate" o "El concuñado de la nuera del sobrino de la suegra de un vecino dijo que ya van a llegar los Peugeot a las agencias de Tucupita, San Antonio del Tachira y La Trinidad de Orichuna, echate una pasadita" y apresto de karateka son necesarias para este proceso. En mi caso, le dije a cuanto ser viviente me cruzaba, que necesitaba comprar carro, en cierto puento ya independientemente de marcas o modelos, con la sola limitacion de que no pasase de 300.000. Y el dato llego a traves de un pariente que queria comprar el carro que yo tenia, a su vez suministrada por una compañera de trabajo cuyo hijo trabaja en una agencia. Cualquier parecido con "6 grados de separacion" es mera coincidencia.<br /><br />OBTENIENDO EL CREDITO<br />Despues de ir a la agencia y corroborar que efectivamente el vehiculo llega en un plazo razonable (antes de que toque ingresar en un ancianato), a menos que se tenga como pagar el carro "al brinco rabioso", corresponde pedir un credito en el banco. En mi mente ingenua, el banco analiza una serie de parametros y decide si otrogar o no el credito. La realidad con la que me encontre fue mucho mas visceral. Primero, habian negado el credito y luego, en un extraño gesto de magnanimidad o no se que, fue aprobado de inmediato al preguntar los motivos por los que habia sido negado. Debo reconocer que tuve suerte. Como recomendacion, sugiero utilizar el banco "de toda la vida" donde conozcan al cliente y no le pidan requisitos insolitos como el certificado de vacuna contra la rabia o la declaracion de impuestos de hace 5 años.<br /><br />EL TORTUOSO PROCESO DE ESPERAR EL CARRO<br />Ya entregados los papeles, ahora la modalidad es pagar el carro antes y esperar a que la conjuncion de los astros u otros factores desconocidos permita que la agencia te lo entregue. En mi caso tuve que esperar exactamente 22 dias, que no fueron mas gracias a la peleadera continua y la llamadera fastidiosa. Primero, me obligaron de manera sutil a comprar una cantidad de accesorios que en mi vida se me hubiese ocurrido instalarle al carro, como vidrios blindados, sirena de ambulancia, asientos de cuero, escape cromado y otras sultilezas carisimas que duplicaron el valor del vehiculo. El razonamiento fue "el carro ya viene asi, y si usted no lo quiere comprar asi, hay cientos de personas que si... y hay muy pocos carros, entiende?". Si, ya se que existe el Indepabis, pero yo soy empleado y cuido mi trabajo. No tengo tiempo de andar pidiendo permisos e invirtiendo horas en reclamaciones y llenado de papeles sin ninguna garantia de lograr nada, asi que por este aro si entre. Luego, el catalogo de excusas insolitas para la demora incluia lo siguiente "No venga hoy a firmar, porque la impresora se daño, yo le aviso", "Los papeles no se han enviado al banco porque la firma autorizada aun esta de vacaciones", "Hoy no le podemos informar cuando le entregamos su carro porque el que maneja esa informacion no vino", "Hoy no se puede llevar el carro porque el vendedor no vino"... todo en un alarde de creatividad inesperado.<br /><br />Por supuesto, acciones logicas como elegir la marca, modelo y color del carro quedan eliminadas ente este panorama de escasez y componenda. Compre lo que habia. Un Fiat Siena color plata, que no esta mal, pero no era exactamente lo que queria (aunque reconozco que es una muy buena compra).<br /><br />Y lo mas importante: Lo logre sin traicionar mis principios ni lamerle las botas a ningun uniformado semianalfabeta. Y en la Venezuela actual, lograr algo en esas condiciones es un merito digno de Hercules.Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-55833458412135262392011-05-01T11:43:00.006-04:302011-05-01T12:29:16.953-04:30El límite de lo políticamente correcto<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoj6kbMpNZHNuscBWlG7UoVCd5zbkYB4cjoRPoTX1XF3BUaBC2Ia0khf3Ggr0LLZQAUwQZ9BQCDhz3AEJSLGg-bZ-adMyI8UlcBST73gtiFhXDxMrYiI9lPKk828Zxa63HonZQ/s1600/pc.jpg"><img style="MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 300px; FLOAT: left; HEIGHT: 299px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5601781732735643602" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoj6kbMpNZHNuscBWlG7UoVCd5zbkYB4cjoRPoTX1XF3BUaBC2Ia0khf3Ggr0LLZQAUwQZ9BQCDhz3AEJSLGg-bZ-adMyI8UlcBST73gtiFhXDxMrYiI9lPKk828Zxa63HonZQ/s320/pc.jpg" /></a> Cuando niño, me chocaban las películas de vaqueros, tan predecibles ellas. Todos los blancos eran buenos, todos los indios eran malos, excepto aquellos que se alineaban con los blancos. Punto.<br /><br />Después empecé a descubrir ese esquema en las telenovelas, aunque ya no con carga cromática, en las películas de kung fu... después en las canciones de protesta, hemipléjicas de origen, y en muchas otras fuentes de información. Y yo, con febril candor juvenil, soñaba con una humanidad donde esos límites se borraran, donde prevaleciese la esencia bondadosa del ser humano más allá de lo aparente. Y admiraba a figuras reivindicadas como María Magdalena, y cantaba con Palito Ortega "yo tengo fe que todo cambiará / que triunfará por siempre el amor / yo tengo fe que siempre brillará / la luz de la esperanza no se apagará jamás"<br /><br />Por eso, cuando a mediados de los 80's empezó esa ola de lo políticamente correcto, me pareció genial. Que bueno que ya no hubiese que decir mocho, tuerto, oligofrénico o sordo sino "persona con discapacidad" o mejor aun "persona con capacidades diferentes". Y ya quedaba abolido el término "negro" para ser sustituído por "afrodescendiente", la ramera era ahora una "trabajadora sexual", el violador de menores un "desadaptado" y así sucesivamente.<br /><br />Pero la cosa empezó a pasarse de la raya. Entonces a estas alturas, ya está mal visto decir "el perro es el mejor amigo del hombre", y toca decir "los perros y las perras son los mejores amigos y amigas de los hombres y de las mujeres". Y ni se nos ocurra hablar de aborto. El término correcto es "Interrupción del embarazo", aunque lo haya practicado una comadrona en Cúcuta con un gancho de ropa doblado o se haya provocado tomándose una malta caliente con raíz de perejil; asimismo, casi ningún viejo permitirá que le digamos anciano en lugar de "ciudadano de la tercera edad".<br /><br />Podría seguir dando miles de ejemplos, risibles algunos, pero el punto es el siguiente: Creo que esta exageración de la corrección política nos está llevando a perder los referentes morales y de conducta. Ese pensar que todo vale, que todo es justificable, termina muchas veces enredando todo a tal punto que resulta imposible discernir lo justo y lo correcto. Recuerdo una valla que alguna vez mandó a colocar en Valencia el gobernador oficialista y militar Acosta Carlés (el del eructo). En dicha valla se sugería enfáticamente a las mujeres "no usar ropa provocativa para no provocar a los violadores". Esta criminalización de la víctima solo es posible bajo la lupa de la hiperbolización de lo "políticamente correcto". El violador justifica sus actos bajo la premisa de que la mujer llevaba una prenda provocativa. Y si bien la mayoría de los humanos es capaz de refrenar sus impulsos, el no, ya que el es diferente. Y como es diferente, pertenece a una minoría y por lo tanto merece respeto. Y por eso, no se le puede criminalizar por dar rienda suelta a sus impulsos sin ningún freno, por que el es diferente. Y por tanto, la culpa no es de el, sino de la mujer que usó el atuendo en cuestión.<br /><br />Coincido con <a href="http://www.harrymagazine.com/200403/la_esencial_intolerancia_del.htm">Vladimir Volkoff</a> en considerar que esta exageración de la corrección política nace de la decadencia del espíritu crítico de la identidad colectiva, y pienso que el fenómeno se da a escala global. Solo que en Venezuela el hecho se da al revés. Quienes verdaderamente deberían manejar un lenguaje políticamente correcto, es decir, los asambleístas y el poder ejecutivo, hacen todo lo contrario; insultando y descalificando automáticamente a todo el que se salga un ápice de (o tenga la desfachatez de oponerse a) las líneas del pensamiento único del "máximo líder".<br /><br />Macondo, 100% Macondo, diría un dilecto amigo.Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-1239032544934483312011-02-27T12:02:00.006-04:302011-02-27T13:30:01.432-04:30Palabras Obsoletas (1)<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPK2qAfdBTexWzXEpJnwImc8VIAbfN2QWq5jPLSnImkx5v59CnPQ1d7M3t12HUCtdjXDAGICiC4034DMK8S5qsWXAmEyYEMUOLtycArcluw1tJ4VzuKLmhnoI45sokv6IT3muh/s1600/obsoleto.bmp"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5578412731314351138" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 254px; CURSOR: hand; HEIGHT: 320px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPK2qAfdBTexWzXEpJnwImc8VIAbfN2QWq5jPLSnImkx5v59CnPQ1d7M3t12HUCtdjXDAGICiC4034DMK8S5qsWXAmEyYEMUOLtycArcluw1tJ4VzuKLmhnoI45sokv6IT3muh/s320/obsoleto.bmp" border="0" /></a><span style="font-size:85%;"><em>Queremos que nos ayudes a salvar el mayor número posible de esas palabras amenazadas por la pobreza léxica, barridas por el lenguaje políticamente correcto, sustituidas por una tecnocracia lingüística que convierte en “técnicos de superficie” a los barrenderos de toda la vida o perseguidas por extranjerismos furtivos que nos fuerzan a hacer ‘outsourcing’ de recursos en lugar de subcontratar gente.</em></span><br /><br /><div>Así promocionaba la Escuela de Escritores de Madrid, en 2007, un programa de apadrinamiento para rescatar palabras en desuso. Llama la atención que en pleno exorcismo de extranjerismos, se cuela la palabreja "outsourcing". Parece hecho a propósito... pero en fin, el objetivo de este post no es sacarle los trapitos al sol al texto citado, sino comentar mi experiencia personal con palabras que surgen y desaparecen a veces de forma tan veloz que apenas dejan recuerdos en el colectivo, y tiene que venir alguien con algo de tiempo libre y buena memoria para las cosas inútiles (como quien suscribe) a resucitar su presencia.</div><br /><div>No pretendo convertirme en un émulo del grandioso <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81ngel_Rosenblat">Angel Rosenblat</a>, quien hizo seguimiento y publicó de forma tan amena que casi resulta festiva, obras sobre el particular modo venezolano de hablar castellano, pero sí refrescar algunos términos que formaron parte de lo que oía y decía en mi niñez y adolescencia, y hoy solo son utilizadas por nostálgicos en ocasiones muy especiales. Así que, sin orden específico, como dicen cuando nombran las finalistas en los concursos de belleza, ahí van:</div><div> </div><div> </div><div></div><div></div><div>BALURDO: En los setentas tempranos, quien no usara esta palabra, era un balurdo... o un pureto (ver siguiente entrada). Lo balurdo definía todo lo opuesto a lo que se consideraba en boga, positivo, chévere (otra palabra inventada, pero de respetable trayectoria). Que un adolescente tuviese el cabello corto era balurdo, criticar el uso de las drogas recreativas era balurdo, la política era balurda, si fulanita era muy conservadora entonces fulanita era una balurda... en fin, que parece que la palabra terminó siendo balurda en si misma a finales de los setentas, hizo autofagia y fue olvidada. Hoy solo lo usan los graduados de la ULA en los setentas y los mariguaneros viejos.</div><div> </div><div> </div><div></div><div></div><div>PURETO: Otra palabreja de la jerga juvenil sesento-setentosa. Aludía principalmente a los padres, pero se empleaba para definir a los adultos o a quienes actuasen como tales, sobre todo si mostraban una actitud conservadora o alejada de las psicodelias de la época. Eventualmente devino en "Pure" (con acentuación grave) de modo que "el pure" era el papá y "la pure" la mamá; inclusive empezó a tener ribetes de cariño. Todavía hay quien la usa, sobre todo las émulas de Laura Pérez la sin par de Caurimare que se quedaron varadas en 1983.</div><div> </div><div> </div><div></div><div></div><div>CACHEPE / LA CATEDRA / PEPEADO: En los sesentas, las cosas estupendas podían recibir tres calificativos "La Cátedra", "Chévere" o "Pepeado". Así, se podía decir que fulanita preparaba un arroz con pollo que era La Cátedra, que el arroz con pollo estaba Chévere o que le había quedado Pepeado. Alguna mente brillante de la época inventó el término "Cachepe" para unir la CAtedra con CHEvere y PEpeado. De todo este barullo lingüístico, Chévere es la única palabra que sobrevive, quizás con presencia asegurada por unos años más. Los demás términos solo podrían utilizarse en parodias o en películas de época.</div><div> </div><div> </div><div></div><div></div><div>BONCHE: Aún recuerdo como si fuera ayer el día de 1985 en que Mayira Camacho, una compañera de la Universidad, me explicaba que en Colombia nadie decía "vámonos a bonchar" o "estaba en un bonche", ya que ese término tenía allí implicaciones de golpiza. Allá se usaba "vamos a rumbear" o "estaba en tremenda rumba". Muy poco tiempo después, como si Mayira fuese una pitonisa, el reinado absoluto del bonche en el vocabulario juvenil y adulto empezó a ser sustituído por la rumba, hasta erradicarlo casi por completo a medidados de los noventas. Hoy en día la única forma de que se hable de bonche, es evocando alguna fiesta antigua y memorable. No se si la impactante figura de Fedra López, bailarina principal de "Juan Carlos y su Rumba Flamenca" tuvo algo que ver en esta metamorfosis tan acelerada, ya que justo por aquellos años fue su época de gloria. Pero como diría Oscar Yánez, "así son las cosas".</div><div> </div><div> </div><div></div><div></div><div>PROPIO. "Charito es la propia" era el slogan de la candidata al reinado de la FISS 1982 Charito Reina, quien a pesar de su apellido tan propiciador, fue primera finalista. Pero el slogan retrataba un curioso uso de la palabra en cuestión. Lo propio en los ochentas era los cachepe de los sesentas. Ese pantalón te queda propio, el paseo aquel estuvo propísimo, menganita se ve más propia desde que se hizo la permanente... era la palabra que definía el deber ser según los cánones del gusto imperante; en oposición a lo chimbo, que era justo lo contrario. Curiosamente, el término chimbo pervive, mientras que éste uso del término propio despareció por completo en los noventas, siendo sustituído por "fino" que aún permanece.</div><div> </div><div> </div><div></div><div></div><div>ENCHAVE: Aunque hay notivos de sobra para pensarlo, esta palabra no data de 1999 sino de principio de los ochentas. Decir "que enchave" era una forma elegante de decir "que cagada". Enchavar algo era arruinarlo, llevarlo de un estado "propio" a un estado "chimbo". Si alguien andaba con el ánimo por el suelo, estaba enchavado o tenía encima un enchave. Ya a finales de los ochentas, nadie lo usaba. Aparentemente el término surgio de "El Chavo", quien se cansó de hacer chapuzas en su programa televisivo, y no del apellido Chávez, uno de cuyos detentantes también tiene tiempo haciendo chapuzas. A la luz de esta realidad, valdría la pena rescatar este término, por pertinente.</div><div> </div><div> </div><div></div><div></div><div>PERDER EL GLAMOUR / DEJAR LA PELUCA: Estas no son palabras, sino frases que aludían a situaciones específicas y que se repetían incesantemente en la transición ochentas - noventas. Entonces uno escuchaba cosas como "pues me caí, pero no perdí el glamour" / "mijita, no vayas a decir ninguna mala palabra, que pierdes el glamour" / "tengo media hora esperando a fulanito... yo creo que me dejó peluca" / "venía encaravanado con zutanejo, pero a ese como le pesa tanto la pata se adelantó y me dejó peluca". Erán frases muy expresivas, con un uso incentivado además por su utilización en telenovelas de la época, menú televisivo casi obligado ante la inexistencia del TV Cable, y que fueron sustituídas paulatinamente por expresiones menos pintorescas, al punto que ya casi no se usan. Desconozco el origen de "perder el glamour", pero "dejar la peluca" deriva de "dejar el pelero", frase que se aplicaba originalmente a la actuación de algunos galanes de turno que, una vez logrado el ensabanamiento de la fémina en cuestión, desaparecían a la velocidad de la luz, aparentemente dejando apenas algunos rizados vellos en la cama como recuerdo.</div><div> </div><div> </div><div></div><div></div><div>Y como este post ya se está tornando algo largo, volveré pronto con una segunda parte.</div>Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-61107350891982076472010-11-16T11:41:00.004-04:302010-11-16T11:50:25.714-04:30Divagaciones sobre las bibliotecas<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinHICpmQqPlN93h5h3GyXVImQhAoYKngpGFxB0lBfMQEytSDpjki6YkCUNy4olizqr5lIgf2leFMI8GolIBVltcT6Qr0tULOdD20DVyOeO34efPKPPRUae9xqrQZngo90Pparc/s1600/lectura.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5540181202085109474" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 269px; CURSOR: hand; HEIGHT: 188px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinHICpmQqPlN93h5h3GyXVImQhAoYKngpGFxB0lBfMQEytSDpjki6YkCUNy4olizqr5lIgf2leFMI8GolIBVltcT6Qr0tULOdD20DVyOeO34efPKPPRUae9xqrQZngo90Pparc/s320/lectura.jpg" border="0" /></a> Los estantes llenos de libros siempre me han parecido interesantes pero abrumadores, contentivos en si mismos de la evidencia de que jamás se podrá digerir todo el contenido que allí se atesora. Pero hay bibliotecas (entendiendo esta palabra como “depósito de libros”) que, por familiares, resultan más cercanas, más gratas; incluso acogedoras. Y se me ocurre pensar… que triste debe ser una casa sin al menos un estante de libros… o lo que es peor, con una biblioteca llena de libros que nadie lee.<br /><br />Casi todos los recuerdos de mi niñez y adolescencia entroncan de algún modo con los libros. Ya sea las aventuras de exploración dentro de las estanterías de casa, las lecturas en la silla de extensión explayada en el patio con aroma a limonaria, higos y romero, o, en el más simple de los casos, con el trasfondo de mi viejo leyendo horas y horas mientras la vida cotidiana (coletos, vecinas chismosas, sonidos de la calle...) pasaba por un lado sin rozar su nirvana.<br /><br />Al regresar a casa paterna luego del sepelio de papá, se encontraba un libro abierto con sus lentes de lectura posados sobre las páginas. Esa es la impronta que conservo de mi viejo, más que su cara dentro del féretro (que nunca quise ver)<br /><br />En todas las casas donde he vivido, hay material de lectura en todos los aposentos. Estantes en salas y habitaciones, libros de cocina junto a los fogones, revistas sobre el WC. Eso me hace sentir que vivo en una biblioteca gigante, con el confort sicológico que ello conlleva. Haber vivido en un contexto eminentemente restrictivo, donde la lectura era una de las cosas que no estaba prohibida (incluso los libros "para adultos") y donde el dinero para comprarlos nunca se escatimaba, me hizo valorar este hábito como un viaje a la utopía posible.<br /><br />Reconozco las bondades de los libros electrónicos, pero igual disfruto de la experiencia multisensorial que deriva de tomar un viejo libro entre manos, palpar la textura de su lomo y páginas y captar su aroma a guardado antes de proceder a devorarlo febrilmente con los ojos<br /><br />Siempre me pareció detestable, enojosa e inútil la costumbre materna de colocar un batiburrillo de objetos horrorosos y cursis (recuerdos de primera comunión, miniaturas de bronce, mantelitos tejidos…) delante de los libros. Muchos años después, entiendo que es la forma que tiene mi madre de rendirle culto a un mundo que ella apenas conoce, pero que respeta profundamente, por haber sido la forja del hombre que ella amó.<br /><br /><span style="font-size:85%;">Hace unos días visité a mi madre, y estuve explorando la ingente cantidad de libros que acumuló y leyó mi padre a lo largo de su vida. De esa experiencia vienen estas líneas.</span>Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-80213151165726248462010-08-01T10:34:00.005-04:302010-08-01T11:19:00.310-04:30Mi amor por las tajadas<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgi35NBJJP56gx5CahOO5ssijKSNmNOVlhGO_wK70AZj8twnAqFWS8QmuWxeXYNbQDpMnoUGpzCotAjWnI5PE5vbDbX7StwqnNZfkiQJ71Pe6IsZyVVvoI5p50BWpJJKNYiHBq3/s1600/tajadas.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5500457592093201074" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 290px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgi35NBJJP56gx5CahOO5ssijKSNmNOVlhGO_wK70AZj8twnAqFWS8QmuWxeXYNbQDpMnoUGpzCotAjWnI5PE5vbDbX7StwqnNZfkiQJ71Pe6IsZyVVvoI5p50BWpJJKNYiHBq3/s400/tajadas.jpg" border="0" /></a> Ya se les diga tajadas o "fritas de maduro" (como se les llama en mi tierra tachirense) pocos manjares me resultan mas deliciosos que este. Las prefiero blanditas y muy dulces, preparadas cuando ya la concha del plátano esta negra y a su alrededor pulula la <em>drosophila melanogaster</em>, aunque también me agradan duritas, poco dulces, hechas con el plátano pintón. Esta delicia, barata y recursiva, va asociada a dos recuerdos muy gratos de mi vida.<br /><br />Quizá el recuerdo más antiguo que tengo va asociado a las tajadas. Evoco claramente ir avanzando acompasadamente, con el piso frente a mi mostrando la textura del cemento pulido amarillo, luego subir un escalón en cemento rugoso pintado de rojo carmesí, para luego transitar las baldosas de terracota desgastadas y de superficie irregular. Iba gateando, guiado por un delicioso olor que emanaba de la cocina, en una tarde soleada y tranquila. Recuerdo haber pasado a ese recinto de placeres, la cocina, con su piso grisáceo de cemento, y haberme acercado a las piernas de mamá, muy blancas y gordezuelas, con la presencia eventual de algunos cañones. El olor se hizo más fuerte, mi mamá freía tajadas. Me sujete a sus piernas y me puse de pié (según recuerdo, no era la primera vez que lo hacía) y mire en contrapicado el cuerpo de mi progenitora, increiblemente esbelto comparado con mis recuerdos posteriores. En ese momento mamá soplaba (para enfriarla, supongo) una tajada, pequeña, dorada, brillante, que sonriendo acercó a mi boca e ingerí con fruición. Aún el recuerdo me acerca al nirvana. Esa explosión de dulzura untuosa, suave y firme, dúctil y fibrosa a la vez, quedará marcada en mi mente hasta el último de mis días.<br /><br />El segundo recuerdo imborrable es más reciente y racional, y como sucede en la adultez, menos bucólico; aunque en este caso, coronado por un felicísimo final. Me encontraba en Barquisimeto, realizando mis pasantías en el Ince Construcción. Por cuestiones administrativas, mi primer sueldo de enero de 1990 recién iba a ser cobrado en febrero de ese año, por lo que tendría que pasar todo el mes sobreviviendo con el dinero que tenía guardado, vale decir, casi nada. No tenía a quien recurrir, me daba vergüenza pedirle dinero a mis padres o hermanos, no conocía a nadie que pudiese darme un trabajo eventual, como las clases particulares o los turnos de cajero de heladería que constituían mi fuente de ingresos usual en San Cristóbal. Cierto sábado, tenía dos días sin comer. Me atormentaban imágenes de enormes platos de canelones de ricotta con espinaca, de chuletas de res rezumando jugo sobre las papas fritas, de muslos de pollo tamaño pterodáctilo horneados y festoneados de pimentón y, por supuesto, de un gargantuesco plato de tajadas bien maduras espolvoreadas con queso rallado. Trataba de dormir, para acallar el hambre, y soñaba con ñoquis, helados, pizzas y hamburguesas, y el sueño se transformaba en sudorosa tortura. Sólo, en esa casa huera y desangelada, escuché el timbre de la puerta y abri malhumorado. Era Natalia*. a la sazón novia de mi hermano mayor, que venía a pedirle que la ayudara retocando la pintura del techo de la cocina de su casa, manchado con las caraotas que se esparcieron por todo el recinto cuando explotó la olla a presión. Me ofrecí a ayudar, para distraerme un poco. Y no se si la chica en cuestión notó mi mirada famélica, o si fue una estrategia de mi hermano. El caso es que mientras yo pintaba, ella trasteaba en la cocina. Y al final de la labor, me ofreció lo mas excelso, lo más exquisito, lo más noble, lo mas deseado (al menos por mi) que una mujer puede ofrecer a un hombre: Un enorme plato de tajadas doradas y blanditas, espolvoreadas con queso rallado.<br /><br /><span style="font-size:85%;">* Pesudónimo</span>Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-78104848578223810272010-06-13T11:36:00.006-04:302010-06-13T12:23:52.490-04:30Séptimo Día<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUDESoIJHsG-77bjn4jYAxmOHap2FjFDBBte0o0eLWvBW2ssebSuq2y8Xqu_XVzQHzZZKTVE5yM62OrEslvqQRLHHYDuNTpAKqSKIe5igbw5CDhtMPyzPTKtCT260p7Kf9WEzm/s1600/aburrido.png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5482290400010461426" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 219px; CURSOR: hand; HEIGHT: 231px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUDESoIJHsG-77bjn4jYAxmOHap2FjFDBBte0o0eLWvBW2ssebSuq2y8Xqu_XVzQHzZZKTVE5yM62OrEslvqQRLHHYDuNTpAKqSKIe5igbw5CDhtMPyzPTKtCT260p7Kf9WEzm/s320/aburrido.png" border="0" /></a>La literatura, la música, la tradición oral, están llenas de alusiones positivas al día domingo. Se relaciona con descanso, pero también con alegría, paseos, risas, jolgorio, diversión bajo el sol, deporte, unión... casi que es imposible pensar que si se es niño, y es domingo, no pueda pasar nada que no sea maravilloso, el clímax de la felicidad, un colorido nirvana de alborozo. <div></div><div>Mis recuerdos de los domingos en mi niñez son totalmente opuestos a todo eso. Odiaba la llegada de ese día, porque despues de las 9:30 a.m. cuando culminaba el capítulo de "Patrulla del Espacio", que era la única cosa interesante para mi que ocurría, comenzaba el goteante y cansino transcurrir de las horas en medio de un aburrimiento agobiante, el día transcurría sencillamente deseando que llegase el lunes para asistir al colegio. ¿Suena insólito? tal vez si describa un poco el ambiente de esos domingos pueda tener sentido tan anormal conducta.</div><div></div><div></div><div>Provengo de una familia matriarcal, controladora, castrante y represiva, con una madre todopoderosa que imponía su retorcida visión de la vida a todos los miembros de la familia (incluyendo a la fámula de turno) y un padre trabajólico para quien los fines de semana eran sinónimo de estarse echado en cama o en un sillón, en piyama, leyendo y dormitando. Yo no tenía lista de prohibiciones. Tenía lista de permisos, que era mucho mas corta. Todo estaba prohibido. Jugar en la calle, tratar otros niños que no contasen con la aprobación materna, mojarse, hacer ruido, correr... para jugar con algo tenía que pedir permiso, y si las visceras de la todopoderosa matriarca no estaban en vena para ello, pues no se podía jugar con ese juguete, porque era peligroso, o no era debido, o la familia estaba de luto, o simplemente "por que no me da la gana".</div><div></div><div></div><div>Los domingos, por algún motivo, siempre eran calurosos e hipersoleados, hasta la intoxicación. Vivíamos en una casa fea, desgarbada, kitsch, introspectiva, con solo una ventana al exterior (que por supuesto, siempre estaba cerrada) e improvisados huecos entre los tejados, por donde se colaba una luz solar antipática, amarillenta, exasperante, que resaltaba lo paradójico de tener tanta iluminación sin siquiera poder aspirar a una vista exterior. La actividad obligada del domingo consistía en zamparse un opíparo almuerzo y luego calarse la seguidilla de spaghetti western repetidos que constituían el menú vespertino único de la televisión de los 70's, todos sentados muy derechos en la sala de la casa, donde su majestad, un televisor Zenith blanco y negro, reinaba como lugarteniente único del matriarcado. Los predecibles diálogos del esquema vaquero-blanco-bueno e indio-malo eran matizados por el murmullo de las canciones de Elio Roca, Jairo o Palito Ortega que la mucama escuchaba en un radiecito de pila mientras planchaba en un rincón de la sala (no se les permitía salir los domingos, ya que "podían salir con una barriga"), actividad que a mi se me antojaba incluso mas divertida que ver por trigésima quinta vez "Por un Puñado de Dólares" o "El Bueno, el Malo y el Feo". Sin embargo, las lágrimas silenciosas de muchas de las servidoras revelaban lo poco grata que resultaba la tarea.</div><div></div><div></div><div>En ese rígido universo donde todo era acartonado, desde los cuellos almidonados de las camisas hasta la postura que había que adoptar en el sillón, cualquier ruptura de la rutina era bienvenida. Una visita, un temblor de tierra, un ventarrón que derribase la antena, una invasión de hormigas aladas, eran sorpresas bien recibidas que aportaban algo de variedad a ese día que no puedo imaginar de otro modo que una tortura color sepia. Cuando el domingo llegaba a su fin, y se aproximaba el lunes, yo agradecía el hecho de que pronto podría conversar con mis compañeros de clase y escuchar las enseñanzas de la maestra, mucho mas entretenidas que los diálogos de esos previsibles filmes.</div><div></div><div></div><div>No niego que alguna vez hubo algún paseo, alguna visita al parque, alguna invitación a una piñata o reunión, pero ello ocurría con tan poca frecuencia, que el mal recuerdo de esos domingos aburridos solapa cualquier variación. Yo me preguntaba como sería la vida de aquellos niños cuyos padres jugaban beisbol o futbol con ellos, o que pasaban el dia en la calle, jugando metras o trompo con sus vecinos. Ahora que recuerdo, creo que papá jugo ajedrez un par de veces conmigo, e incluso me atrevería a decir que una vez, jugamos monopolio, cuanto yo tenía como 8 años.</div><div></div><div></div><div>Para escapar del agobio, me aficioné a la lectura, y no era raro que devorase un libro completo cada domingo. Despues de haber hecho la primera comunión, asistía regularmente a misa, actividad que me parecía mas divertida que la sobredosis de mala televisión, quejas y caras largas que predominaba en casa. Además, podía ver gente, paisaje urbano, visiones mas amplias que el cuadrito de cielo que desde casa se vislumbraba entre techo y techo. Con los años la situación se fue atenuando, la dictadura se fue suavizando (nunca llego a la normalidad, pero en algún momento se hizo soportable), la programación televisiva se fue diversificando, y fueron apareciendo opciones para los domingos, como estudiar o trabajar. Incluso nos mudamos a un apartamento donde empecé a disfrutar del hasta entonces inédito placer de tener una ventana en mi cuarto. Pero aún no he logrado borrar esa correlación entre domingo y aburrimiento, que de vez en cuando consigue motivos para reafirmarse.</div>Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-49574962232129780422010-04-20T20:57:00.005-04:302010-04-20T21:03:49.866-04:30Vuelta a la Patria (chica)<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixqwFTjLDbKSqnuD2JOcBmQMNY6bkfwX1zjb5iOkx6Grum_33sWdgFEGkV0zP0N1Dh6NbkWSP06nCtEX3TKQk2P7TJVL8cvr3WSsUHPEhe4xW5_50T4WBIzQ2DalHkcd-GuDmg/s1600/san-cristobal.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5462397891216163698" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 78px; CURSOR: hand; HEIGHT: 400px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixqwFTjLDbKSqnuD2JOcBmQMNY6bkfwX1zjb5iOkx6Grum_33sWdgFEGkV0zP0N1Dh6NbkWSP06nCtEX3TKQk2P7TJVL8cvr3WSsUHPEhe4xW5_50T4WBIzQ2DalHkcd-GuDmg/s400/san-cristobal.jpg" border="0" /></a><br /><div><div><div>No se si fue por el clima benigno, la agenda relajada, el amor de la familia, la alegría de ver a viejos amigos, la sorpresa de descubrir edificaciones y desarrollos urbanísticos que desconocía, la buena compañía o una combinación de todo. Pero esta vez realmente disfrute de mi viaje a San Cristóbal. Quizá este opinando desde la emotividad, pero percibí muchos cambios en la urbe con respecto a mi última visita, en 2008. Aquella alegría inmanente que se respiraba en los 80’s y que parecía haberse desvanecido, las caras sonrientes y la actitud cordial que según recordaba, iban desapareciendo; el boom de la construcción, inédito desde inicios de los 90’s, y una especie de renacer y acendramiento del sano regionalismo, o mas bien sentido de pertenencia, que se refleja en el exhibir con orgullo la franela del Deportivo Táchira o en el permanecer del “usted” en el tratamiento, por citar dos ejemplos.<br /><br />Fue también un alivio transitar por las calles sin sentirme amenazado por los cornetazos y el reguetón a todo volumen, y por el sempiterno culto a la imagen y mensaje de odio que cultivan Esteban y sus focas. Un apreciado amigo me dijo que todo esto ocurría a costa de la contaminación (que verdaderamente la hay)… pero viniendo de Caracas, casi cualquier lugar de Venezuela parece descontaminado, silencioso, y de tránsito fluido. Otro amigo me dijo que de alguna manera, el cambio en la gestión gubernamental se notaba, y me pareció lógico. Es que si revisamos el historial de gobierno del Táchira (un paquidérmico militar al que solo le interesaba llenar sus bolsillos, precedido por un tiranuelo émulo de esteban, precedido por un grisáceo inoperante, precedido por un desubicado con complejo de star system) veremos que no ha habido mucha suerte en este estado para elegir a su gobernante; así que esperemos que el actual ocupante del Palacio de Los Leones siga por buen camino, a pesar de que lo dejaron sin recursos para dárselos al virreinato paralelo que reporta directamente a Caracas (o a La Habana).<br /><br />En resumen, fue un viaje que repetiría sin pensarlo dos veces. Detalles menores, como la bulla de los adolescentes cincuentones del festival de motos de alta cilindrada (o algo así) o el retraso de 5 horas en el vuelo de Conviasa, no opacan la brillante impronta de estos días de reencuentro con mi ciudad, mi familia, mis amigos, mi idiosincrasia, y sobre todo de reencuentro conmigo mismo<br /><br /><br /><br /><div></div></div></div></div>Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-84938326414261468592010-01-24T20:03:00.004-04:302010-01-24T20:55:58.080-04:30Belisa y su Castillo<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioUTAnOKZCpdS8taESinFfmE6mkoQr6btRwoGC6yxyRbZsoashBbo8As3HwapU9tIqTPeZvjgd9IzFLmczk0aC5RSj7nZT6D0KrXnfUkGUPCVhEkmgKEoSf9p9kZg1qwy8qzs0/s1600-h/castillodelafantasia1.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5430469169344603938" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 300px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioUTAnOKZCpdS8taESinFfmE6mkoQr6btRwoGC6yxyRbZsoashBbo8As3HwapU9tIqTPeZvjgd9IzFLmczk0aC5RSj7nZT6D0KrXnfUkGUPCVhEkmgKEoSf9p9kZg1qwy8qzs0/s400/castillodelafantasia1.jpg" border="0" /></a> Hace poco viví una experiencia que era común en mis años mozos: Ser rebotado de un lugar nocturno por no llevar la vestimenta adecuada, y/o no ser lo suficientemente "beautiful people" según la incontrovertible opinión del portero. Lo curioso del caso es que el sitio donde me rebotaron por mis zapatos de goma, fue la tasca de un Hotel de esos que el régimen militar expropió, en donde se hace alarde de una supuesta inclusión que todos sabemos que es mas discriminatoria y caprichosa que la peor de las segregaciones aplicadas en el pasado.<br /><br />Pero lo importante del caso es que vino a mi memoria un curioso episodio pretérito, de esos en los que uno dice "¿Y yo me aguanté esto?". Explico:<br /><br />La historia comienza en 1979, cuando un caprichoso millonario (algunos decían que Rafito Cedeño, el promotor boxístico hoy sumido en la indigencia, el olvido y la insania) comenzó a construir un castillo en la ciudad de San Cristóbal. Independientemente de lo kitsch que pudo resultar esta iniciativa, era llamativo ver esa obra discordante pero no carente de atractivo en plena avenida España, muy cerca del complejo ferial. En cierto momento la obra se paralizó, y fue retomada en 1983 (supongo que luego de haber sido vendida), transformándose en un forzado Centro Comercial de muy bajo éxito, pasillos enrevesados, locales minúsculos, oscuro, aburrido. Nuevo cierre, y comienzo de obras a finales de los 80's, para a principio de los 90's ser inaugurado como "Gran Hotel Castillo de la Fantasía", un uso mucho mas congruente con el carácter de la edificación, y que se mantiene hoy en dia. Y allí comienza verdaderamente este relato.<br /><br />En 1993, solía salir de juerga con Belisa*, colega y compañera de trabajo, en el plan de dos solteros que se acompañan mutuamente, sin implicaciones románticas ni sexuales. Pero a veces la línea entre compañía y dependencia es muy delgada, y de pronto me encontré pasando mas tiempo con Belisa que con ninguna otra persona, dejando de lado viejos amigos y adaptándome a sus gustos y costumbres; quizás como mecanismo para escapar al tedio inmanente e inmamable de mi hogar, y aprovechando la movilidad y disponibilidad casi 24/7 de Belisa que, dicho sea de paso, vivia a 200 mts. de mi casa.<br /><br />Y a Belisa le gustaba rumbear en la Tasca "Arenteiro" del Hotel "Castillo de la Fantasía"<br /><br />Y el ridículo y pueblerino dress code de esa tasca, fijado por su portero, un tipo de aspecto cadavérico y grisáceo, indicaba que se rechazara a los hombres que usaban blue jean (a menos que fueran sus panas, claro)<br /><br />De modo que la primera vez que intentamos ingresar en el sitio, Belisa pasó invicta y yo, que no uso otro tipo de pantalon que el blue jean desde que tenía como 10 años, me quedé fuera. La llamé para que se devolviera, y lo hizo... para entregarme las llaves del carro y pedirme que la esperara dentro del mismo "5 minuticos".<br /><br />Y yo, en un acto increiblemente idiota, hice exactamente eso, a sabiendas de que en lenguaje de mujer y en esas circunstancias, "5 minuticos" equivalen a una hora o mas.<br /><br />Pero si eso fue idiota, lo que ocurrió la siguiente semana carece de definición. Otra vez Belisa se antojó de entrar a la tasca de marras, y otra vez se repitió toda la escena, con exacerbada actitud de perdonavidas del portero quien espetó algo asi como "¿Y usted pretende entrar aqui vestido así?"... Y otra vez me cale una hora y pico de espera en el carro, oyendo en loop mi cassette de Tears For Fears (que pernoctaba en el carro de la susodicha, ya que yo pasaba mas tiempo alli que en cualquier otro lado)<br /><br />Un par de semanas despues, Belisa realmente me sorprendió. Llegó a casa, y en un vergonzante acto de alianza de género, hizo causa común con mi mamá y mi hermana para intentar convencerme de que ese día usase unos horrendos y calurosos pantalones de lanilla, salidos no se de donde, cosa a la que me rehusé firmemente. Al salir, tomé la precaución de llevarme mi walkman (oliéndome que lo necesitaría), y le advertí a Belisa, con la calma que me caracteriza, que ese día no iba a ir a la dichosa tasca del Castillo, y que si su intención era rumbear allá, mejor me dejase botado en cualquier taguara donde no se obligara a la gente a uniformarse con el disfraz de yuppie de pueblo. De modo que hicimos la acostumbrada ronda por varios lugares... hasta que de modo inadvertido, el carro enfiló hacia la tasca en cuestión. Al llegar, hice lo que en ese momento me pareció lógico. Sin despedirme siquiera de Belisa, salí caminando a paso vivo rumbo a casa. Fué muy gracioso ver, a los pocos minutos, a Belisa gritando y gesticulando desde su carro desde el lado contrario de la avenida, mientras yo, feliz oyendo a Tears For Fears a un volumen tal que eliminaba todo sonido exterior, caminaba a contravía de los vehículos y disfrutaba del aire fresco; a la vez que estrenaba mi recién adquirido embrión de autoestima.<br /><br />Ignoro si Belisa regresó ese día a la tasca del Castillo, ya que siempre evadimos el tema. Pero a mi, jamás intentó hacerme volver a ese absurdo lugar. Y jamás utilicé esos espantosos pantalones de lanilla, que hasta el día de hoy ignoro quien pagó y de donde salieron.<br /><br />* Belisa es un nombre ficticio, aunque el personaje y la historia son totalmente realesCafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-35994162301487943092009-12-13T18:29:00.005-04:302009-12-13T19:20:50.902-04:30¿Que le paso a la radio en Venezuela?<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipD-iYeQlf31KZ5uBVJOVoXm5JVw5Z26Qq8sheUYj7l5ECSBT1NeRAbnh0Cc_yzKVo0yCZN2aV70Hq5ZwJE95TkshYjVCMYQ3HZBTH2OUkFbH-ER-fkekiKQ90mep7FtS_3C1g/s1600-h/Radio+24_Logo_4f_175.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5414859529492040162" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 175px; CURSOR: hand; HEIGHT: 165px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipD-iYeQlf31KZ5uBVJOVoXm5JVw5Z26Qq8sheUYj7l5ECSBT1NeRAbnh0Cc_yzKVo0yCZN2aV70Hq5ZwJE95TkshYjVCMYQ3HZBTH2OUkFbH-ER-fkekiKQ90mep7FtS_3C1g/s320/Radio+24_Logo_4f_175.jpg" border="0" /></a> Hay cosas que van desmejorando progresivamente, lentamente, gradualmente. Y tu, pensando que todo sigue igual, normal. Y de repente algo te hace caer en cuenta y reaccionas y te preguntas ¿Y que le pasó a esto?<br /><br />No estoy hablando de la situación política, económica o de libertades en Venezuela, aunque el comentarío serviriía. Estoy hablando de la radio en Venezuela.<br /><br />Si hay que definir un momento en el cual el hacer radio en Venezuela comenzó a depauperarse, yo diría que, paradójicamente, fue con el surgimiento de las FM, en 1989. Yo recuerdo el gozo que sentía al escuchar RSC, 1060 AM, en San Cristóbal. Música balanceada (predominantemente anglo), voces sin estridencia, dosis pequeñas de comerciales, comentarios comedidos y en la medida justa. Nada de monólogos pseudo graciosos y ridículamente locales de media hora de duración, nada de voces falsamente atipladas e impostadamente juveniles. Y mucho menos eso, tan frecuente en la radio venezolana de hoy, de sintonizar una emisora, y oir comerciales 20 minutos, luego diez minutos de perorata del locutor y luego tres minutos de música... antes de dar paso nuevamente a comerciales.<br /><br />No se si será por la crisis, por el personaje aquel que nos acoquina, o por las dos cosas, pero entre propaganda y noticias relacionadas con el locatario de miraflores se va el 90% del tiempo. Y el otro 10%, en música dudosamente audible. O las mismas viejeras de siempre (que hasta a mi terminan cansando) o lo peorcito de lo que se hace ahora. Y ojo que no estoy hablando de las emisoras "populares". Para esas no tengo calificativo publicable.<br /><br />Y yo me pregunto ¿Que ocurrió con la radio en Venezuela? ¿No hay nadie que le diga a Chataing que ya esta bueno de repetir sus frases huecas con pretensión de humor urbano? ¿No hay quien le advierta a las emisoras que transmiten para varias ciudades que en Maracaibo o Puerto Ordaz a nadie la interesa que la Cota Mil tenga cola? ¿Habrá quien el diga a Martha Colomina que, por muy horrible que sea lo que actualmente pasa, a veces provoca oir hablar de otra cosa que no sea el innombrable? ¿Quien se atreverá a decirle a los de Ateneo FM que su buena intención de colocar música poco convencional se ve empañada por las muy convencionales imposturas y fingimientos de sus locutores? ¿Y quien le dirá a 92.9 FM que tiene audiencia que supera los 15 años, y de vez en cuando pueden hablar en castellano y no en jerga de colegio caraqueño?<br /><br />Internet, claro, nos permite escapar de esas dictaduras (por lo menos hasta que lo prohiban) y gracias a ello ahora estoy todo el tiempo que puedo pegado a Radio 24, de Zurich, emisora que me hizo recordar la radio Venezolana de mi adolescencia, cuando el énfasis estaba en la música y no en el ego de los locutores. Y además, gracias a ellos, descubrí que hoy en día se sigue haciendo música grandiosa, solo que las emisoras aqui se empeñan en esconderlo y en quedarse pegados en calle 13 (o calle ciega, o calle 8, o calle la jeta, o como se llamen) y similares.<br /><br />El Link de Radio 24 aqui: <a href="http://www.radio24.ch/">http://www.radio24.ch/</a>Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-17661411.post-29253944270226165732009-12-06T20:12:00.006-04:302009-12-06T21:03:01.581-04:30La tolerancia unidireccional y la (e)lección Suiza<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFe2sH_SJuGjE0AnsPyB6taMYhrwhQJtIssYLBg9keDMLnDIo3umGytQpXd2m3jTrIqNRd_TvMoHXN9OKwsAUqUTWEf9uxSYd4C7E6-WYZsGhJynrt7whVottnAzX3BE50WFMR/s1600-h/Plakat_250_i.gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5412289257679678642" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 225px; CURSOR: hand; HEIGHT: 320px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFe2sH_SJuGjE0AnsPyB6taMYhrwhQJtIssYLBg9keDMLnDIo3umGytQpXd2m3jTrIqNRd_TvMoHXN9OKwsAUqUTWEf9uxSYd4C7E6-WYZsGhJynrt7whVottnAzX3BE50WFMR/s320/Plakat_250_i.gif" border="0" /></a> Admiro a los Suizos por muchas cosas. Entre otras su neutralidad, su confiabilidad, y ese modo de hacer grandes cosas calladamente. Y este pasado 29 de Noviembre, Suiza le dio una excelente lección a Europa y al mundo.<br /><br />Resulta que se llevó a consulta pública la moción de prohibir la construcción de minaretes en Suiza. Y fue aprobada. Algunos lo ven como intolerancia. Yo lo veo como sana prevención.<br /><br /><br />Hay que estar bastante desubicado (como lo están algunos líderes de la izquierda caviar europea) para negar las pretensiones expansionistas musulmanas, sobre todo en europa (que a este paso, muy pronto deberá ser llamada "Eurabia" como lo predijo acertadamente Oriana Fallaci en un impecable artículo, visible <a href="http://www.mercaba.org/FICHAS/Articulos/la_rabia_y_el_orgullo_1.htm">aqui</a>). Y entonces algunos suizos, en su tradicional estilo callado y eficaz, decidieron que no querían ver su entorno urbano -tradicionalmente de baja escala- estropeado con minaretes. o quizás les incomodaba el saber que cinco veces al día iban a escuchar a un vociferante muecín llamado (en árabe) a orar al estilo musulmán; o probablemente entendían, como lo entiende cualquiera con dos dedos de frente, que el minarete es símbolo del poder expansionista musulmán. En todo caso, lograron que se convocara a una consulta, y ocurre que casi el 60% de la polación votante aprobó la prohibición de construir mas minaretes en Suiza. Bien por ellos. Que conste que la prohibición no impide la construcción y uso de mezquitas. Solo los minaretes, al fin y al cabo, no necesarios para la practica del mahometanismo.<br /><br />Por supuesto, la izquierda caviar europea se rasga las vestiduras, algo predecible. Total, para ellos todo lo que se oponga a Estados Unidos les parece simpático y les genera solidaridad automática. Es inaudito que no se hayan dado cuenta que el discurso musulman busca destruir la cultura occidental y convertir a toda la humanidad al mahometanismo. Si, incluyéndolos a ellos. Se podría decir que esto lo propugna el discurso musulman extremista, pero no el moderado. Y yo pregunto ¿existen musulmanes moderados? Porque nunca se manifiestan. Nunca he sabido de mahometano alguno deslindándose publicamente de Bin Laden y su caterva de terroristas, o lamentándose de las lapidaciones a mujeres por mostrar un brazo o un mechón de cabello.<br /><br />Pero aun olvidándonos de todo esto, queda un punto por analizar. ¿Por que la tolerancia religiosa debe ser unidireccional? Cuando en La Meca, Riyad o Teheran permitan erigir una estatua de la Virgen María o al menos construir una iglesia cristiana, podrán los mahometanos pedir que se les deje construir minaretes. Cuando las mujeres occidentales puedan salir en pantalones y tomar vino en un pais musulman, entonces se podrá negociar que a las musulmanas se les pernita usar la burca y la pañoleta (chador) en occidente, si les apetece.<br /><br />Entre tanto, en paises como Afganistan, las turbas ignorantes siguen matando cristianos, por supuestas ofensas al corán. Y nadie dice ni hace nada.<br /><br />Esta vez, al menos los Suizos se pronunciaron en algo.Cafecontortahttp://www.blogger.com/profile/03180477969725866691noreply@blogger.com2