30 septiembre 2006

Haciendo de todo

Hay épocas en la vida de cada quien que, vistas en retrospectiva, sorprenden por lo productivas. Y uno se pregunta ¿Y como hice para lograr todo eso? Afortunadamente, recuerdo varias temporadas signadas por ese conglomerado de logros (de todo tipo), épocas cuya evocación ayuda mucho a salir de los abismos del fracaso o el estancamiento, platos amargos de los que también todos hemos probado un poco.
En estos últimos días han coincidido varios ocupaciones, varios proyectos en mente, y aspiro que este final de 2006 sea recordado en el futuro como una temporada en la que me esforcé duro y recogí frutos.

Estoy eufórico proyectando un edificio multifamiliar (oportunidad que hacía algún tiempo no tenía), a menos de 50 metros del edificio donde actualmente hago la residencia de obra; sueño despierto y dormido con la distribución de sus espacios, con el modo de aprovechar cada metro cuadrado, de hacerlo atractivo, confortable y notorio sin abultar el presupuesto. Tambien estoy enfocado en dar correctamente los pasos que me permitirán (por primera vez en mi vida) tener un vehículo 0 Km. Encontré por fin un carrito que se adapta a los tres factores fundamentales para la selección: Que se adapte al tamaño de mi bolsillo, al tamaño de mi cuerpo y que tenga un diseño que me agrade. Todos los vehiculos que he tenido antes (con excepción del Nissan Patrol '76 que me robaron en 1993) solo cumplían la primera condición.

Paralelamente, estoy procurando reestablecer lazos con l@s amig@s con los que por algún motivo he perdido contacto, a la vez que tratando de reencontrarme con las cosas que me gustan demi terruño. Y por ende, planificando viajes. Un montón de cosas que aspiro lograr en su totalidad. Claro, en ese maremágnum, es inevitable que algo se descuide un poco. En este caso, mis blogs.

Espero volverpronto con excelentes noticias!

10 septiembre 2006

Sobre el Autoritarismo



"Porque yo digo y punto".
"A usted se le paga por trabajar, no por pensar".
"Aqui se hace lo que yo digo, y al que no le guste, que se vaya".
"El que no está conmigo, está contra mi".

Creo que no hay nada que me enfurezca y saque más de mis cabales que el autoritarismo. Con este término no me refiero sólo a una forma de gobierno, sino al abuso de poder en todos los ámbitos: familiar, laboral, interpersonal. Hay autoritarismos sutiles, que se confunden con el engatuzamiento, y autoritarismos grotescos que rozan la humillación. Ante este intento de vulnerar la natural libertad humana hay respuestas rebeldes, casi siempre inútiles pero necesarias, respuestas evasivas, funcionales pero difíciles de sostener a largo plazo, y respuestas serviles, para mi tan detestables como el propio autoritarismo.

Crecí en el seno de una familia matriarcal de línea dura, y la irracionalidad de las órdenes emanadas y de las reglas establecidas me obligaron a invertir largas horas de tiempo, tratando de encontrar el motivo que configuraba disposiciones tan obtusas. En varios casos, renuncié a encontrarlo, en pro de la armonía. Es muy difícil sostener un estado de pugna permanente con la familia; así lo entendimos las partes en conflicto y firmamos una amnistía tácita sobre el féretro de mi viejo. No obstante, de algún modo agradezco esa crianza marcada por el autoritarismo: Aprendí desde muy joven a reconocer este cáncer en todas sus formas (hasta en las más sutiles), y desarrollé formas para combatirlo: El diálogo, la racionalización de las situaciones (cuando se puede), la evasión (cuando es algo pasajero o de escasa relevancia) o el enfrentamiento directo, cuando no queda otra salida.

Más fácil es encontrar el motivo de los autoritarismos gubernamentales: Ambición pura, aderezada con intentos de compensación de complejos de inferioridad y adobada con abundante resentimiento familiar y/o social. Circunstancias parecidas rodean el autoritarismo laboral, que muchas veses desemboca en mobbing o acoso moral.

Las personas de naturaleza pacífica solemos ser blancos frecuentes de conductas autoritarias, que en la mayoría de los casos soslayamos aplicando técnicas evasivas. Hasta que nos arrechamos. Y allí todas las respuestas contenidas estallan como una supernova.

¿Nos arrecharemos los venezolanos? Cada vez que leo o escucho cosas como "ordene, mi comandante" ansío mas ese momento, que a la vez temo por la espiral de violencia que es capaz de suscitar.

Mas sobre el autoritarismo en:

Ponencia publicada en la Universidad de los Andes
Definicion en Wikipedia
Autoritarismo Laboral