El cerebro, el corazón y los sentidos invitan a dejar registro escrito de lo que nos acontece, de lo que observamos, escuchamos, paladeamos y vivimos día a día. Aqui presento mi visión personal del asunto.
De el solo queda:
La herida abierta
Lo que ocupa el espació geográfico donde alguna vez existió
Los millones de terabytes en archivos sensoriales guardados en el disco duro de mis neuronas
Y todo lo que no entró en la maleta de 23 Kilos.