10 octubre 2008

Nuevo Empleo

Me ha resultado muy divertido, en las tres ocasiones en que he renunciado a un empleo, el desaforado y súbito surgimiento –en voz de mi jefe de turno- de contraofertas laborales ventajosísimas, acompañadas por un breve informe del status económico de la firma donde se enfatiza que justo hace media hora la empresa acaba de salir de la situación de cuasi-quiebra que impedía que se le subiese el salario al arquitecto Saldivia, y se sitúa ahora en el top five de la versión venezolana de la revista Forbes, lo cual implicará prosperidad, fama, figuración, cancha, concha y caché para todos.

Pero como buen gocho, además hijo de larense, soy de los que propugna que “a perro macho lo capan una sola vez”, “después del ojo afuera no vale Santa Lucía” y “golpe dado no tiene quite”. Así que nunca he des-renunciado y creo que nunca lo haré.

Esos cantos de sirena empresariales me generan una sensación dual; por un lado mi ego se infla sabiéndome apreciado en el entorno, por otro me pregunto si no será que mis jefes piensan algo como: “¿y donde voy a conseguir otro pendejo como Saldivia, que se da durísimo trabajando de sol a sol por cuatro lochas?”

Así que el próximo 15 de Octubre, con (pre)aviso y sin protesto, inicio nuevos derroteros laborales, como Jefe de Planta Física de una industria de producción de alimentos. ¿Sentiré nostalgia por mi trabajo actual y por mis compañeos(as)? Evidentemente, pero ¿Estoy motivado y con deseos de cambiar de rumbo (y ganar mas dinero)? POR SUPUESTO!

04 octubre 2008

Postales Falconianas



Estuve de vacaciones en Falcón y tambien en Maracaibo. Ya había comentado sobre la tierra del sol amada en un post anterior, así que ahora compartiré (quizás de modo algo incoherente, como es mi costumbre) mis impresiones acerca del particular estado Falcón:


1) Coro se parece a la San Cristóbal de hace 20 años. La playas buenas mas cercanas al Táchira están a 10 horas de distancia, en Falcón. Por eso hay tanta familia gocha con casa en Adícora o en El Supí. Y por eso hay tanto gocho en Falcón. La presencia se siente en los apellidos, las facciones, las panaderías y los "Córigans" (barra falconiana del Deportivo Tachira). Coro me mostró su lado gentil, con su zona colonial cuidadita, sus árboles en las aceras y su gastronomía dulce e hipercalórica; pero también enseñó su lado agreste, con su ausencia de drenajes que convierten las calles del centro de esta ciudad en una gigantesca miasma intransitable cuando llueve. Esa calma diurna y ese afán por rumbear nocturno que observé me recordaron la San Cristóbal de los 80's, con su jolgorio de 24 horas en el estacionamiento de la Plaza de Toros.


2) Adícora está sucia y los Médanos tambien. La que solía ser una de las playas mas amables de Venezuela está ahora descuidada, abotargada de desperdicios y ahogada por un urbanismo carente de planificación. Por lo visto la visita de europeos que desean windsurfear no ha servido para mucho mas que crear posaditas para mochileros. Por otra parte, a veces quisiera ser el Dr. Mengele para cambiarle el chip del cerebro a los idiotas que arrojan desperdicios en los médanos de Coro. Imperdonable.


3) En Falcón no hay apagones sino alumbrones. El servicio eléctrico es pésimo, cosa curiosa si tomamos en cuenta el aspaviento que hacen los gobiernos nacional y local por poseer la "Refineria mas Grande del Mundo" (Amuay). Parece que ni una puya de ese chorro de dólares se queda en Falcón, como bien lo acota mi amigo Silmariat.


4) Ir a Punto Fijo es como ponerse una inyección. El resultado puede ser bueno, pero la experiencia per se no es nada agradable. Que me perdonen los nativos y habitantes de esa urbe, pero la vi fea, calurosa, cargada de conductores groseros y dependientes malhumorados. La gracia arquitectónica y la planificación urbana nunca se han paseado por esas tierras, de vocación eminentemente comercial acendrada ahora por la zona franca. Compré licores y chocolates a buenos precios, pero no me atreví a adquirir electrodomésticos, en ninguna de las macrotiendas regentadas por árabes ofrecieron garantía.


5) El Eurobuilding de Villa Marina es como un paraíso con suburbios. Que bueno sería que los habitantes de las aldehuelas que rodean a este complejo recibieran la ayuda y el estímulo para cambiar sus ranchos de lata por casitas dignas, que la vialidad tuviese menos troneras y mas señalización y que los visitantes al hotel se abstuviesen de lanzar basura a la playa bajo la excusa pueril y nuevorrica (boliburguesa quizás) de "para eso estoy pagando"

6) La resignación del falconiano común es desesperante. El estado está abandonado y presa de una mala gestión en la gobernación. El nepotismo que tanto critican pero practican los rojo-rojitos ha hecho que la mujer del actual gobernador, tan carismática como carente de experiencia, se lance a la gobernación por el oficialismo. Y muchos falconianos opinan "pues que le vamos a hacer votar por ella porque aqui uno es empleado publico y va y gana la oposicion y a uno lo botan que mas habra que calarsela". Ni modo.


7) Taima Taima no es Jurassic Park ni Disneylandia, afortunadamente. Es lo que es, un recinto de exploración arqueológica. Me sentí muy mal cuando la eficiente guía comentó amargamente que muchos visitantes exclamaban "¿Y eso es todo?", "¿Y donde esta el Tiranosaurio?" o "¿No hay atracciones?". Casi que uno se espera que pregunten donde esta el Sambil de Taima Taima o donde queda el "Mardonals"


8) Los burros son fauna protegida en Paraguaná. Pintoresco detalle que ejemplifica los sorprendente que puede ser esta tierra, detrás de su cotidianidad aparente.