25 mayo 2008

Uno, dos, mil (inversionistas norteamericanos en) Vietnam


Nunca sospeché que algun día le daría la razón en algo al Che Guevara. O mejor dicho, nunca despues de los 19 o 20 años, edad en la que definitivamente deje de creer en paparruchas izquierdosas. Pero hoy no me queda más remedio que manifestar mi adherencia a una de sus frases, que a pesar de que está documentada solo una vez, se ha hecho mas famosa que otra que repetia mucho cuando hablaba de los contrarrevolucionarios: "frente a la duda, mátelo".


Claro, imagino que cuando el susodicho, pronuncio aquello de crear en Latinoamerica "Uno, Dos, Mil Vietnam" no imaginaba el giro que estos paradójicos tiempos posmodernos harían tomar a su frase, como tampoco imaginó que su imagen se transformaría en uno de los íconos del mercado mas cotizados por los jóvenes burgueses europeos e incluso estadounidenses que quieren posar como rebeldes (la prueba de esto ultimo esta en la tienda online http://www.thechestore.com/)

El caso es que en 1986 el gobierno izquierdista de Vietnam tuvo un raro destello de brillantez y cayó en cuenta de que no hay economia que progrese sin competitividad, eficacia y meritocracia, nociones todas estas diametralmente opuestas a los aburridamente uniformizantes postulados marxistas. Asi que sin hacer mucho escandalo (mucho menos que, por ejemplo, el de la caida del muro de Berlín) decidieron abrrise al mercado, estimular la inversión extranjera e insertarse en una humanidad (duélale a quien le duela) globalizada. El corolario de esta evolución se evidencia en la escogencia de este pais para escenificar el Miss Universo 2008. Me imagino a los comunistas rancios rasgándose las vestiduras porque despues de todo ¿hay algo mas capitalista que un concurso de belleza?

¿Que pensarían el Che Guevara o Ho Chi Minh si pudieran presenciar las reuniones de la organización Trump con los mandatarios de su pais, los preparativos para el show televisivo, o el desfile en minusculos trajes de baño de las candidatas?

Gracias a la posmodernidad, Macondo no queda solo en Suramérica... (a Dios gracias, es más divertido así)




Vietnam en Wikipedia


Miss Universo 2008

10 mayo 2008

Lengua de látigo y piel de bebé

Esta acertada expresión la acuñó una periodista de mordaz verbo, para referirse (por demás con acierto) a la actitud del locatario de miraflores y sus acólitos. Lamentablemente este síndrome se ha contagiado a buena parte de la población venezolana. Ultimamente he notado que la gente anda como hipersensible, además con mucha capacidad para ver la paja en el ojo ajeno pero completamente incapaces de notar la viga en el propio. Imagino que puede haber muchas causas para esta desagradable postura: La crisis económica, los discursos pugnaces de cada día, el sobrecalentamiento global, en fin... El caso es que nadie parece reconocer que sufre de esta condición y por ende, nadie hace nada para mejorarla en si mismo (porque en esto, como en las almorranas y la drogodependencia, la solución debe venir sobre todo desde adentro). Podría citar montones de ejemplos, referiré los que he notado más recurrentemente:

1) Los todopoderosos motorizados: En Venezuela, y sobre todo en Caracas, no hay cosa mas parecida a una patente de corso que una moto. Hasta el cacaseno mas tímido y servil, al montarse en sus dos ruedas se siente "el papá de los helados" y sin compasión se come semáforos, circula en contravía, viola las leyes de tránsito, corre a 160 Km/h en rutas donde la velocidad maxima permitidas es 40 Km/h y comete todo tipo de desmanes. Lo curioso es que cuando tu, en buen tono, le llamas la atención a un motorizado sobre alguna barrabasada que acaba de cometer, te insulta con palabrotas que ni siquiera sabías que existían, te agrede, y por algún método extrasensorial que ignoro, convoca a otros motorizados que te cayapean y amedrentan con sus cadenas en la mano, su aliento de perro muerto y su cara de criminales. Dios guarde que se te ocurra decirles alguna palabra que les suene fea u ofensiva (algo asi como "abusador"), sus sacrosantas majestades se sentirán ofendidas y como mínimo te rayarán la pintura del carro mientras profieren toda clase de insultos, con la seguridad de que en Venezuela no hay ley para ellos, protegidos como están por... bueno, para que decirlo, verdad?

2) Los cajeros bancarios: En medio de ese soporífero ambiente hediondo a desinfectante barato que impera en las agencias bancarias, el síndrome se presenta de modo más sutil, traspasando el imperio de lo verbal. Su eminencia el cajero por definición siempre te mirará por encima de su hombro, se demorará el tiempo que le de la gana, te lanzará la libreta por el miniagujero de la taquilla con una combinación de desprecio y puntería y te dará la denominación en billetes exactamente opuesta a la que le necesitas (calderilla si le pediste billetes de alta denominacion, y los de mas alto valor si le pediste sencillo). Pero... más te vale encomendarte a la Santísima Trinidad, Júpiter, Oshun o la deidad en la que creas, si tienes la genial idea de sugerirle educadamente al cajero que se de prisa ya que tiene 47 minutos recontando 12 billetes, o que mejor se pinte las uñas despues de que te haya atendido. La transformación de un gris empleado de medio pelo en la personificación de la mítica medusa es algo que recomiendo no presenciar. Aparte de los comentarios despectivos (que oirás a medias debido al tono con el que son proferidos y al vidrio que te separa del cajero de marras) y las miradas de odio, caerás en una espiral sin fin de formularios de quejas, conversaciones con gerentes, diálogos infructuosos con personas que detentan cargos de nombre imposibles como "Delegado de seguridad bancaria interinstitucional compensatoria de la captación clientelar ante la superintendencia", actitudes de desprecio por parte de los vigilantes y las fregonas y lo peor: quedarás marcado como cliente conflictivo y en las siguientes oportunidades, los tiempos de atención se duplicarán, en medio de risitas mal disimuladas y comentarios velados llenos de sorna.

Y bueno, se quedan en el tintero como 10 ejemplos mas, solo que al reller acabo de darme cuenta que cualquiera podria pensar que tambien a mi se me ha contagiado el síndrome...