05 abril 2007

La Tortura: ni Arte, ni Deporte, ni Cultura.









A veces, la vida nos da en la jeta. O mejor dicho, en un lenguaje más universal, una realidad nos sorprende, nos obliga a reflexionar, a reconsiderar nuestros conceptos y paradigmas.

Siempre he sido un crítico acérrimo del régimen gubernamental que actualmente impera en Venezuela. Y digo "impera" con todas las implicaciones semánticas que ello conlleva. La actual Asamblea Nacional me parece una caterva de cacasenos y "sigüises"* preocupados solo por complacer de la mejor manera las visceralidades hormonales del supremo lider. Pero estoy leyendo una noticia que me obliga a retractarme parcialmente, al menos en lo que a este caso atañe.

La noticia de marras no es otra que la discusión en el cuerpo legislativo de la Ley para la Protección Animal en Venezuela (puedes leer su borrador haciendo click aqui). Y me siento orgulloso de que al fin en mi país se tome tan lógica y necesaria iniciativa. De verdad, no me interesa si el motivo de redactar esta Ley viene a ser tratar de poner de rodillas algunas alcaldías que obtienen casi todos sus ingresos de los impuestos que les cobran a las corridas de toros, como se dice por ahí. Lo que me importa es que finalmente se está discutiendo seriamente el tema de la protección animal y las sanciones a la tortura, abandono y otras formas de crueldad.

Por supuesto, ya aparecieron las asociaciones de coleadores, galleros y toreros (que tiene el tupé de autollamarse "deportistas") rasgándose las vestiduras por la eliminación de esas "fiestas, patrimonio cultural de la nación". Si, claro. ¿Es la ablación genital femenina un patrimonio cultural de Somalia y Etiopía? Desde luego. Pero sería mejor eliminarla, ¿verdad

Cada día somos más conscientes de la importancia de respetar las formas de vida del planeta, y creo que el no divertirse ni lucrarse a costa del sufrimiento extremo de animales constituye la mínima medida de ese acto de conciencia. No falta quien justifique la matanza cruel escudándose en el régimen alimenticio de quienes luchan contra dicha matanza, no siempre vegetarianos; es este un argumento tan estúpido que no vale la pena discutirlo

Y así como firmé todas las veces que se me pidió para pedir el revocatorio contra el actual locatario de Miraflores, estoy dispuesto a firmar donde y cuando haga falta para apoyar la Ley de Protección Animal en Venezuela. Y a hacer proselitismo también.

* Los "Sigüises" era el nombre que recibían los aduladores del Dictador decimonónico Antonio Guzmán Blanco, de afrancesado gusto, y a quien le gustaba oir que se afirmase de forma bilingüe "si-oui" que se pronuncia "sigüi". Desde entonces, se usa en Venezuela como caracterización de un adulador incondicional.

Nota Bene: Tenía el blog abandonado. Por eso, no me había percatado del lamentable fallecimiento del Sr. Padre de mi consecuente lectora y amiga epistolar Sin Anestesia. Espero que su ánimo no haya flaqueado en tan difícil momento, y que siga dandole amor a granel a sus seres queridos, para complementar (cosa que nunca se logra, pero siempre hay que intentar) tan notable ausencia.

Sin Anestesia, mi corazón y mis oraciones están contigo.

24 febrero 2007

Primera foto pública de mi hijo más reciente

Para los arquitectos (al menos para los romanticones medio chapados a la antigua como yo) cada proyecto que emprendemos es como un hijo que gestamos. El simil va mas allá del uso del verbo "parir" para ilustrar el trasegar interminable del proceso y la satisfacción por el resultado; abarca también el orgullo que todo padre o madre siente al presentar a su criatura, el cuidado sutil que le damos al principio, la felicidad pueril que insufla el verle crecer...
Hace unos cuantos post atrás comentaba que me encontraba ocupado en varios menesteres, entre ellos el diseño de un nuevo edificio multifamiliar. Helo aqui, en simulación fotomontada. La verdad estoy bien contento por el resultado.



En aquel viejo post, Sin Anestesia me recomendaba algo así como incluir la visión femenina en la concepción de los apartamentos. Aunque en este fotomontaje no se aprecia el diseño interno, creo que lo logré; es decir, creo que pude proyectar cuatro tipos de apartamentos (se parecen mucho entre si, pero hay sutiles diferencias) que se adaptan a una gran variedad de usuarios. Aquí tiene cabida desde la viejita jubilada que vive sola con su asistenta y 3 perros y que a veces recibe la visita de sus hijos y nietos (apto 1-B, con jardín trasero, 2 habitaciones c/u con su baño y estudio convertible) hasta la familia numerosa y amante de las celebraciones (Pent House A, con 3 habitaciones, c/u con su baño, 2 niveles, cocina enorme, terraza con parrillero y balcones, susceptible de ampliarse); pasando por la familia convencional de 2 padres 2 hijos (apartamentos 2-A al 6-A).

La textura en ladrillo con detalles en friso grafeado gris creo le dan un aspecto resaltante en el entorno, sin llegar a agredir al mismo con superficies reflectantes, hay previsiones de seguridad (necesarias, despues de todo) como sistema de citófono con video, camaras en puntos estratégicos, etc; y hay opción de hasta tres lugares de estacionamiento por apartamento. Quizás el lado triste del asunto reside en el costo, o mejor dicho, en la coyuntura nacional; en donde paradójicamente quien proyecta este tipo de apartamentos muy dificilmente puede pagar lo que cuesta adquirirlos (doy fe de ello). Pero la felicidad de culminarlo no se verá empañada por esa realidad a la que ya estoy acostumbrado.

A este hijo lo que le falta es el equivalente a "presentarlo en prefectura"; es decir, culminar el trámite del permiso municipal, que se ha demorado por una sucesión de trabas burocráticas dignas del stalinismo duro, además del incumplimiento en los lapsos de respuesta de algunos organismos. Pero eso sería tema para otro post. Entre tanto, ya voy pensando en el cronograma de obra de este hijo, y deseando que pronto se presente el reto de proyectar otro!

18 febrero 2007

Las pequeñas cosas

Había una balada de Amanda Miguel (que luego popularizaron las Chicas del Can en versión merengue) que glorificaba la cotidianidad como fuente de felicidad, parte de su letra rezaba:

*Las pequeñas cosas de todos los dias
son las grandes cosas que tengo en la vida
unos brazos tibios
una noche fria
una luna llena
¡que rica comida!
un beso en el cine y otro donde no da el sol..."

Y los años me han enseñado que de eso se trata. Si nos ponemos en posición de esperar "La Gran Felicidad" se nos escaparán las pequeñas y sencillas alegrías que día a día la costruyen. ¡Cuantas cosas bellas, maravillosas y agradables nos ocurren cada día! Y lo peor es que a veces no las disfrutamos como es debido, por estar pensando en el compromiso de la tarde, en la presión del trabajo, en el tráfago del tráfico, en los rollos de la casa...
No se trata de ser irresponsable, sino quizás de vivir un poco más el presente y reaprender a regocijarse, como los niños, en los detalles de la cotidianidad. Hay tantas cosas que nos pueden dar gusto y que nos tropezamos a cada instante!
A mi me encantan: Los colores de la puesta del sol, la texura del pelaje de los gatos, el chocolate, el olor a café, la reaparición de un viejo amigo, Sabana Grande sin buhoneros, la música de ABBA, el Teatro de la Opera de Sydney, Internet, el viento frío, la leche condensada, la vista desde la Loma del Viento, el scrabble, el dominó, las grizapas de los cristofués, periquitos y torditos, la alegría loca de los perros, el aroma de la albahaca, escribir con pluma fuente, las franelas anchas y frescas, las excursiones a la montaña, el ruido de la lluvia en los techos de zinc, las novelas de Ciencia Ficción, amar y sentirme amado, comer mango maduro, el olor del chorizo a la parrilla, la cerveza helada, los chistes verdes, la camaradería, el efecto de las endorfinas después de una dura sesión de ejercicio, recordar episodios felices del pasado... y un larguísimo etcétera. Despues de todo, siempre hay motivos para ser feliz!

Y de regalo, un video de la Loma del Viento!

San Cristobal Venezuela Loma del Viento

04 febrero 2007

El look chavista

Supongamos que usted ya leyó el post “Como hablar chavista” (más abajo), pero desea ahondar en esa taumatúrgica tarea de asemejarse, no solo en verbo sino también en apariencia, a ese etéreo y particular concepto de “pueblo” que maneja el máximo líder y su rebaño. Recordemos que corren tiempos de atavismo disfrazado de postmodernidad en Venezuela, y el asimilarse a un ícono “políticamente correcto” (según los cánones revolucionarios, claro) le permitirá, así piense usted como el más acérrimo pacifista antibélico, no quedarse fuera de la verbena de contratos, colaboraciones, cargos de jugoso sueldo y regalías varias que la petrochequera oficialista ofrece, solo a quienes parezcan fieles acólitos del régimen. Van entonces estos humildes consejos:

Es importante que usted se imbuya del espíritu del ya cercano carnaval, y que esa tendencia no lo abandone en ninguna de sus salidas al público. Si usted todavía tiene escrúpulos, convénzase a si mismo de que está actuando en una gigantesca y larguísima comparsa, para que no le remuerda la conciencia. Revise la lista de looks oficialistas que a continuación se expresa, y adhiérase a la tendencia que más le convenga.

1) Look “Guerrillero Urbano”. Muy útil para los más jóvenes, sobre todo si desean aparentar una absoluta consustanciación con el discurso del régimen, indispensable si se aspira a algún cargo público o diplomático de cierta relevancia. No se recomienda para mayores de 40, a menos que no teman verse como los émulos raquíticos de Rambo. Como elementos base de este look, cultivado por gente como la inefable Lina Ron, es importante que usted se provea de abundantes pantalones de camuflaje y franelas con consignas rojas o negras, botas militares y deportivas tipo prokeds, mejor si son rojas. Además:
Ellas: Pelo despeinado pintado en amarillo peróxido con raíces notorias, gorra de besibol. Cero maquillaje (o solo boca muy roja) y nada de ombligos al aire. Tatuajes del che, estrellas de 5 puntas, mao, el comandante marcos o similares. Evite los tatuajes cursis como Hello Kitty, mariposas o flores. Gesto adusto en la cara, como si tuviese hemorroides.
Ellos: Cabello en coleta o al rape, la franela siempre por fuera del pantalón. Morral (mochila) en su espalda, preferiblemente con algún texto adentro como “El Oráculo del Guerrero” o “El Arte de la Guerra”, así ud. no lea nunca. Se admiten jeans rotos y desteñidos y chaqueta verde oliva en caso de frío, con el único requisito de que esté percudida y olorosa a sudor añejo. Mirada perdida. Si ud. no tiene una cicatriz en el rostro, inflíjase una, o píntesela con un lápiz de delinear cejas. Otra opción es usar un pasamontañas, aunque la temperatura sea de 38º. Eso le dará un aire revolucionario-chic, muy exitoso en la actualidad.

2) Look “Camarada Juan Bimba”. En este caso, se trata de parecer un antiguo militante del ala rural del extinto Partido Comunista de Venezuela, de esos que supuestamente creían en la vida en comunas y habían renunciado a los bienes materiales. Si usted necesita que no le invadan su hacienda de 2.000 hectáreas, un crédito blando para comprar 250 tractores o alguna minucia similar, váyase por esta tendencia, exigente pero eficaz. Es imprescindible que se compre unas alpargatas usadas (o desgaste unas nuevas) y no se corte las uñas de los dedos de los pies por un mes o dos. Hable siempre muy bajito y si es posible, mándese a extraer una o dos piezas dentales. Como particularidades por género tenemos:
Ellas: Faldones de tela hasta el suelo, con faralaos deshilachados y en tonos rucios. Blusa alguna vez blanca (ahora gris mal lavado), floreada o franela con alguna consigna antigua (esto es imprescindible) como “José Vicente ‘78”. Cabello largo, recogido con ganchos o coleta. Maquíllese solo las mejillas con bastante rouge y la boca en rosado, y use un perfume barato. Uñas cortas y pintadas en rojo, algo desconchadas.
Ellos: Pantalón de poliéster años 70, en marrón o negro. Camisa manga larga en color terroso, de ser posible remendada, siempre abotonada hasta el cuello. No use camisa colorida, parecerá un cantante de música llanera. Bigote mal recortado, barba de un día. Si usa anteojos, parta una de las patas y luego remiéndela con cinta adhesiva. Lleve apretada en su mano una bolsita de papel. Todos los camaradas Juan Bimba la usan, aunque nunca se sabe lo que hay dentro (tampoco importa). Es de gran ayuda a este look la costumbre de mascar chimú, trate de adoptarla.

3) Look “La Década Maravillosa”. Si usted es de los que cree que el mundo perdió parte de su magia el primero de enero de 1970, este look le calza a la perfección. Se recomienda además en asociación a profesiones creativas y académicas; de modo que, independientemente que haya sido el último de su promoción y haya durado 22 años estudiando una carrera de 5; si pretende que le asignen una cátedra en la universidad bolivariana, en la universidad de las fuerzas armadas o en la misión robinson; o si desea una beca para irse a estudiar arte en Albania, Korea del Norte, Mongolia o Timor Oriental, le recomendamos que adquiera ya su bolso tejido tipo mapire, su collar de pepas y sus sandalias artesanales en cuero; y lleve siempre con usted el Bhagavad Ghita, además de los siguientes detalles:
Ellas: Vestido hindú, pelo largo y liso con raya al medio y vincha tejida, pulseras de madera y cueritos, cadena con el símbolo de la paz, y cualquier detalle artesanal que quiera añadir. El barroquismo de este look se lo permite. Eso si, mucha cautela con el maquillaje y el jabón.
Ellos: Pantalones acampanados y raídos en sus bajos, camisola ancha bordada, lentes redondos (aunque no tenga ninguna falla ocular), bigote y barba. Guarde el celular, el ipod y otros accesorios contemporáneos en una bolsa de macramé dentro de su mapire. Alguna extravagancia como un anillo de marfil nunca está de más. Es imprescindible que hable despacio y use las palabras de la época, como “cagante”, “broder”, “equífero” y otras.

4) Look “Étnico”. El pasticho ideológico oficialista tiene sus preferencias y su propio código de discriminación. Así pues, antes no importaba si se era hijo de Portugueses, Indígena, Japonés o Argentino, la discriminación no existía. Ahora si se discrimina; se le da preferencia a ese aún inasible concepto de “sur”, entonces es más fácil obtener favores del gobierno si se simula pertenecer a algún grupo étnico que, según la visión oficialista , haya sido “pisoteado por el imperio”. He sabido de hijos de italianos que pronuncian su apellido distinto y se hacen pasar por yanomamis, y de españoles que, aunque sean de Canarias, se convierten en vascos y le meten varias rr y k a sus apellidos para presumir vínculos con la ETA, cosa que les da prestigio a los ojos del actual gobierno venezolano. En este caso, si usted tiene la piel y/o la conciencia lo suficientemente oscura para intentarlo, puede pretender pertenecer a una de las etnias que gozan del visto bueno del régimen. Pruebe algo de esto:
Ellas: Batola guajira, burca, tela de color vivo enrollada en el cuerpo con peinado B-52.
Ellos: Trenzas tipo rastafari, narguile, poncho tejido.
Trate de no mezclarlo todo, ya que se parecerá al Ekeko.

5) Look “Boliburgués – Clase Media en Positivo”. Aquí lo importante no es la vestimenta (con una apariencia vulgar de nuevorrico es suficiente) sino los accesorios. Desplácese en una camioneta Hummer, consuma whisky 18 años, use más cadenas y collares de oro que un cantante de rap, muestre fotos de sus casas en Florida y de sus vacaciones en Polinesia, etc. Por supuesto, adhiera en sus carros unas calcomanías con la leyenda “uh ah chávez no se va” para que no lo vayan a confundir con un oligarca. Es importante que a las damas se les note que acaban de hacerse la liposucción y la reconstrucción nasal, y que los caballeros pregonen sin cesar que su salud cardiaca es excelente, según acaba de dictaminar la clínica de Houston o Atlanta donde se hizo el chequeo. Y siempre diga que su prosperidad, como la de todos los venezolanos, se debe a la revolución. Evite temas espinosos como los niños de la calle o la carencia de medicinas en los hospitales, eso no pasa en Venezuela gracias al máximo líder. La ventaja de este look es que abre muchas puertas en las licitaciones, ya que una persona próspera no se quejará cuando le pidan su comisioncita del 30%.

6) Look “De Odio Puro”. En este caso, como en el anterior, la vestimenta es lo de menos. Aquí lo que vale es cultivar miradas, gestos y frases de odio. Hable siempre gritando e insultando. Ofenda y descalifique a todo lo que le parezca ajeno al régimen, aunque no tenga ninguna otra referencia. Mantenga su mandíbula tensa y proyectada hacia delante y frunza el ceño sin descanso. Fíjese en estos videos, y trate de imitar estos personajes.
http://www.youtube.com/watch?v=Uc4XhrIB3rM
http://www.youtube.com/watch?v=qM_Wyvhvu9Q
Le garantizo que si logra emular estas conductas logrará su cometido de obtener lo que desee del gobierno, ya que esta es la actitud más promovida por el régimen castrense de Venezuela.

Y por supuesto, la ilustración de las tipologías fasion descritas:



PD: Tal vez este post suene un podo odioso, no es mi intención ofender. Pero me decidí a publicarlo al ver que hoy el reyezuelo se encadenó, glorificando las matanzas de su fallido golpe de estado de hace 15 años. El odio no cesa de allá para acá, así que algo de veneno de aquí para allá compensa.

28 enero 2007

Che chic mientras tanto

No es que tenga el blog abandonado (bueno, en realidad algo de eso hay). Me he tardado buscando fotos adecuadas para ilustrar el prometido post acerca de como lucir chavista, y así aprovechar los contratos y dádivas de la petrochequera oficialista. Entre tanto, un hallazgo excelente, que muestra la ironía de ver convertido al che guevara en un ícono pop, muy en la esencia de la quincalla ideológica que guía al régimen que hoy gobierna a Venezuela. Volveré pronto, con los fotomontajes de mi "hijo" (el edificio que estoy diseñando en San Bernardino) y el post sobre el look bolivariano.

10 enero 2007

Guía para hablar chavista

En el año que recién concluyó, estuvieron muy en boga unas franelas negras con una leyenda en la parte frontal ponía frases tipo "Se habla Caraqueño", "Se habla Gocho" o "Se habla Cristiano" y atrás una lista de palabras (tales como "Guóóón", "Toche" o "Aleluya") propias de cada jerga particular. No vi ninguna franela dedicada al peculiar vocabulario que manejan quienes detentan el poder político en Venezuela y sus simpatizantes. dada la situación política de Venezuela, quise, a guisa de regalo de año nuevo, aportar esta mínima guía que pretende orientar a aquellos que no desean quedarse fuera de la dotación de contratos, regalías, empleos y dádivas que gracias a la bonanza petrolera y al unipersonalismo estatal a lo Luis XIV, hoy reparte el estado, es decir, el máximo líder.

Partamos de lo siguiente: Este régimen es totalmente Macluhaniano, y es infinitamente más importante parecer que ser. Recordemos que según la visión oficialista del pais, los obreros gastan su salario en libros de marxismo y filosofía y no en cerveza y meretrices; y las amas de casa no se apoltronan en las noches a ver un culebrón, sino que promueven reuniones con sus vecinas para analizar la médula de la revolución. Así que no importa si usted es furibundamente opositor, si logra parecer oficialista, ya tiene el 90% del mandado hecho. De manera que cuando vaya a solicitar un jugoso contrato, una enjundiosa buena pro, un digno empleo, una beca, un cédito, una regalía o una limosna gubernamental, es indispensable que parezca oficialista. Este post va sobre el vocabulario a manejar, el próximo tratará sobre el look a lucir, aspecto tanto o más importante que aquel. No obstante, creo le serán útiles estas sugerencias al expresarse:

1º) Apréndase varias palabras de la jerga militar, tales como comandante, tropa, pelotón, batalla, vivac, menaje, etc. y salpique sus conversaciones con ellas. Por ejemplo, salude al burócrata que lo va a atender con un entusiasta y prusiano "Buen día, mi comandante, ¿como está usted?", si le va a preguntar por la familia espétele "¿Como está la tropa". La excepción a esta norma se dá si le toca tramitar con un chavista de la tipología comeflor sesentoso. En ese caso, suprima la jerga militar y hable con mucha lentitud y arrastrando las palabras, como si recién se hubiera fumado varios cachos de marihuana. Así creará la necesaria empatía.

2º) Cuando se refiera a la oposición, nunca diga "oposición". use términos como "El golpismo", "Los oligarcas", "La disidencia", "La contrarrevolución", "Los imperialistas" o el insulto que esté de moda en boca del máximo líder. Es necesario practicar un gesto de odio para usarlo en estas oportunidades, e imprimir un tono de desprecio al hablar.

3º) Haga el sacrificio supremo de calarse de vez en cuando un discurso del máximo líder para comentarlo. Si oír tales cataplasmas le da náuseas (caso muy común) lea los resúmenes en los sitios web oficialistas. Basta citar 2 o 3 frases, pero debe hacerlo con cara de Santa Teresa en éxtasis y con voz trémula, como quien siente una emoción profunda. Si usted no va a pedir contratos sino ayudas, con que comente el programa "La Hojilla" es suficiente.

4º) Apréndase algunas palabras en árabe (o mejor unas suras del corán), en koreano, quiñaruanda y/o en chino, y úselas para aparentar interés en la cultura de los países aliados del máximo líder (Libia, Korea del Norte, Ruanda, Irán, etc.), y para impresionar a sus interlocutores.

5º) Evite usar términos incómodos para el régimen como “Derechos Humanos”, “alternabilidad democrática”, “dictadura”, “militarismo”, “adoctrinamiento”, “sociedad civil” y similares.

6º) Si se le escapa una palabra muy sofisticada y sus interlocutores gobierneros ponen cara de rechazo, aclare inmediatamente que la leyó en un escrito de Norberto Ceresole o Ignacio Ramonet, que son los únicos “intelectuales” permitidos por el régimen. Más bien deje escapar un taco tipo “pendejo” o un solecismo tipo “adquerir” de vez en cuando, para dejar sentado que usted es casi tan humano como el máximo líder, y por eso comete errores.

7º y más importante) Use las frases de impacto. Cuando reine un silencio incómodo, es el mejor momento para esta estrategia eficaz. Usted debe poner cara de prócer, con la quijada algo levantada, la mirada perdida y el pecho hinchado, y decir como quien reflexiona en alta voz, una frase que establezca definitivamente (en apariencia, claro) cuan consustanciado está usted con “El proceso”. Sabrá que tuvo éxito si alguno de sus interlocutores le contesta con otra frase de impacto, lo que puede dar pié a un intenso contrapunteo que nunca tendrá sentido ni llevará a nada, pero sonará muy rimbombante. Para facilitarle la creación de frases de impacto, ideé esta matriz que pego a continuación, arme usted las frases al azar moviéndose de izquierda a derecha y saltando de una fila a otra. No se recomienda usar siempre la misma fila, ya que la cacofonía, el pleonasmo y la redundancia son patrimonio lingüístico exclusivo del máximo líder. Mucha suerte, compatriota!




Nota Bene: El dibujo del tipo con cabeza de bota me lo copié de una caricatura de Weil, y la lista está inspirada en la "Guía para Hablar Paja" de Carlos Sicilia.