23 febrero 2008

Un chispazo futurista

- ¡Que te pasa papi? Andas como asustado…. Deja el agite, que te puede detectar el monitor y no estás como para perder puntos en la libreta!
- Nada, nada, ya te explico, espérate, ya se me pasa, dame un minuto….

Diablos! ni asustarse puede uno, pensó “papi” cuyo nombre puede ser cualquiera. Si te suben las pulsaciones zas! El satélite monitor lo detecta y avisa al inspector de la zona, que de inmediato va y te las mide, y de paso te toma la tensión. Y si la tienes alta… bueno, o te quitan créditos de la libreta de racionamiento, o tienes que sobornar al tipo. Es cruel, pensó papi. Hay dinero para instalar más sistemas de vigilancia, colocar más cámaras, pagar más inspectores (con lo que cobran…. y encima hay que sobornarlos para que no te sapeen) reclutados entre los “cuerpos de gym” mas perfectos… pero no hay dinero para incentivar la producción de alimentos, y nos obligan a comer esos malditos sucedáneos que saben a mierda.

- Y entonces papi? No tuerzas los ojos, me asustas… ¿será que tienes estrabismo? Ay ojalá que no, que no estamos para que te quiten la licencia de manejar ¿Vas a comer?

Y papi se debate entre contarle o no a su media naranja el terrible pecado que cometió en la tarde, gracias al cual tuvo un encontronazo con Polisalud, del que se libró por los pelos. Mejor no, pensó, más tarde tal vez.

Mientras ambos engullían el paliducho coliflor (lo único real de la linajuda cena) gratinado con sucedáneo de queso y sucedáneo de mantequilla hipocalóricos, que sabían a aceite de carro, acompañado de una insípida y reseca rebanada pan de amaranto integral y jugo de sabor indefinible que recordaba vagamente a la bencina, papi pensaba lo loco que andaba el mundo, ahora que el combustible se hacía de maíz y la comida, de petróleo. Y recordó aquella niñez no tan lejana, de esponjosas tortas, de jugosas pechugas de pollo con champiñones, de pegajosa y adictiva mermelada untada sobre galletas de soda de harina blanca, de bistec jugositos con crujientes papas fritas, de merengadas de helado, de arepas con diablito…. Y se decidió a relatar en la mesa su vivencia vespertina.

Y le narró a su cada vez más horrorizada cónyuge como desde hace tiempo venía conspirando con tres compañeros de trabajo, de cómo se las ingeniaban para engañar el escaneo diario de colesterol, triglicéridos, ácido úrico y glicemia, de cómo organizaban concupiscentes y clandestinas orgías alimentarias en las que se atiborraban de carísimos manjares contrabandeados: pan blanco con mantequilla auténtica, chocolate con azúcar de verdad, canolis con crema pastelera, hamburguesas de carne de res no transgénica con tocineta real y otras prohibidas exquisiteces reservadas solo a la nomenklatura gobernante, de lo buena que había estado la orgía de hoy, en la que el Tato Gurriticoechea había llevado jamón serrano y queso manchego genuinos que sabrá Dios de donde sacó … y como, camino a casa, le había detenido sorpresivamente un agente encubierto de Polisalud, quien realizó un análisis de sus residuos interdentales, detectando varias sustancias prohibidas.

Una crispada voz, la de quien hasta hace minutos le llamara papi, le espetó:

- ¡Que bolas tienes tu! ¿Y como te saliste de ese rollo? ¿Como hiciste para que no te llevaran a reeducación alimentaria?
- ¿Reeducación alimentaria? Hay que tener riñones para llamar así a esa maloliente pocilga donde te privan de la libertad, te obligan a comer la peor basura artificial que existe y encima te insertan un maldito chip en tu cerebro para que aceptes que eso es lo adecuado para tu salud…
- Bueno pero ¿Cómo hiciste?
- Je, je, je…. Inventé una gran mentira y me coló… le dije que yo era el amante de la agente zonal anónima de polisalud en esta urbanización, y que habíamos almorzado juntos, y ella me había obsequiado algunos manjares… y por supuesto, la caballerosidad me impide revelar su identidad, y bueno, tu sabes, todo ese rollo machista, entonces el tipo me picó el ojo y me pidió “p’al café” (es increíble como aún se usa esta frase a pesar de que el café como tal dejo de ser accesible hace años, pensó papi)… y me dejo ir tranquilo.
- Ah… ¿Y como sabías tu que aquí la agente zonal anónima de polisalud es mujer?
- Bueno, no lo sé, ya te dije, lo inventé y acerté. Porque ¿Estás celosa?
- No, cerdo (la mirada de odio de Medea pasaba por un gesto dulce al lado de la cara de la airada mujer). Yo se que aquí la agente zonal es mujer, y no tiene ningún amante, ella no se rebaja a esas pasiones. ¿Y sabes porque lo se? Porque la agente zonal soy yo. Y tu mentirita me ocasionó un momento bien desagradable en el que tuve que darle todo tipo de explicaciones a mis superiores. Así que prepárate para la reeducación alimentaria, estás confeso.

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Escribí este ralato quizás (o mejor dicho, seguramente) bajo la influencia de varios estímulos que en ese sentido he recibido recientemente, y han hecho sinergia. Leí por ahí que ahora en algunos estados norteamericanos es ilegal venderle comida chatarra a personas obesas. En Venezuela hay una relevante escasez de alimentos (que por supuesto, el gobierno dice que es un invento mediático) que ha ocasionado que en algunas zonas de Venezuela ya rija la libreta de racionamiento, al mejor estilo castrocubano, cada vez hay más probabilidades de que el combustible del futuro no sea derivado del petróleo, me hice unos exámenes de sangre y aparezco con tan altos índices de colesterol, triglicéridos y ácido úrico que el médico no se explica porque aún estoy vivo, me tropecé con el film "Gattaca" en un canal del cable y por fin la vi, la relacioné con otroo film ("A Scanner Darkly") y con todo lo anterior y bueno... ahí está el relato. Se agradecerá la crítica!

16 febrero 2008

Sorprendentes Coincidencias


Curioseando en uno de mis sitios web preferidos, encontre un listado de 15 interesantes coincidencias, adecuadamente documentadas. Esto último les quita un poco ese barniz de leyenda urbana con el que algunas casualidades similares llegan a nuestros oídos. Traduje libremente las que mas me gustaron y aquí están, en orden inverso finalizando con la que más me impresionó:

7) El libro de la niñez: Mientras la novelista norteamericana Anne Parrish estaba curioseando por algunas librerías en Paris (en los años '20 del siclo XX), se encontró con un libro que fue uno de los favoritos de su niñez: "Jack Frost And Other Histories". Ellá tomó el viejo ejemplar (usado) y se lo mostró a su esposo, comentándole cuanto le recordaba su época de niña. Su esposo tomo el libro, lo abrió y encontro esta inscripción en la contratapa: "Anne Parrish, 209 N. Weber Street, Colorado Springs.” ¡Era el propio libro de Anne Parrish!

6) El bebé que cayó 2 veces: En 1930, un hombre llamado Joseph Figlock pasó a ser una figura muy importante en la vida de una joven (y por lo visto muy descuidada) madre en Detroit (EEUU). Mientras el Sr. Figlock caminaba por la calle, un bebé cayó de una ventana en un segundo piso, impactando contra la humanidad del susodicho. Ambos salieron ilesos del accidente. Un año después, el mismo bebé cayó de nuevo desde la misma ventana... otra vez sobre el Sr. Figlock, resultando de nuevo ilesos ambos.

5) Fotografía: En 1914, cuando aun se estilaba revelar las placas fotográficas individualmente, una mujer alemana dejó la placa con la que había fotografiado a su hijo en un establecimiento en Estrasburgo para ser revelada. Al estallar la Primera Guerra Mundial, se le hizo imposible recogerla y la dió por perdida. Dos años después, la misma mujer compró una placa fotográfica virgen en Frankfurt (a casi 200 Km. de distancia de Estrasburgo) para tomar una foto de su hija recién nacida. Al ser revelada, esta placa mostró una doble exposición, mostrando la imagen de su hija tomada en 1916 superpuesta a la del hijo fotografiado en 1914. Por una increíble casualidad, la placa dejada en Estrasburgo había sido confundida con una placa virgen, y vendida como tal en Frankfurt dos años despues, a la misma mujer.

4) Una de Poe: En el siglo XIX Edgar Allan Poe escribió un libro llamado "The narrative of Arthur Gordon Pym". Se trataba de un relato sobre un naufragio, en el que los 4 sobrevivientes deriven en un bote por varios días, hasta que tres de ellos deciden matar al grumete para comérselo. En el relato, el nombre del grumete era Richard Parker. Algunos años después, en 1884, el bergantín Mignonette naufragó, y sus 4 sobrevivientes derivaron largo tiempo en un bote. Eventualmente los 3 miembros mas viejos del bote decidieron matar al grumete para comérselo. El nombre del grumete era Richard Parker.

3) Coincidencia Real: En Monza (Italia) el rey Umberto I acudió a un restaurante en compañía de su Aide de Camp, Emilio Ponzia-Vaglia. Mientras el dueño del restaurante tomaba la orden, el rey Umberto I notó que el mismo y el dueño del restaurante eran prácticamente dobles, en cara y complexión física. Ambos empezaron a conversar sobre el tema, y salieron a relucir las siguientes coincidencias:
- Ambos nacieron el mismo día, en el mismo año (14 de Marzo de 1844)
- Ambos nacieron en el mismo pueblo
- Ambos se casaron con una mujer llamda Margherita
- El dueño del restaurante abrió su negocio el mismo día que Umberto I fue coronado rey.
El 29 de Julio de 1900, el rey Umberto I fue informado de la misteriosa muerte del dueño del restaurante, en un misterioso accidente en el que un disparo acabó con su vida. Mientras expresaba sus condolencias, un anarquista de entre la multitud le disparó al rey, matándolo en el acto.

2) El escarabajo dorado de Jung: En su libro "Estructura y Dinámicas de la Psique" Carl Jung anota: "Una mujer que yo estaba tratando tuvo, en un momento crítico, un sueño en el cual alguien le dió un escarabajo dorado. En el momento en el que ella me relataba esto, yo me encontraba sentado de espaldas a la ventana cerrada. Súbitamente oí un ruido detras de mi, como un suave golpeteo. Me volteé y vi un insecto volador golpeando contra el vidrio de la ventana. Abrí la ventana y atrapé el insecto cuando entro volando, el insecto resultó ser la analogía más cercana a un escarabajo dorado que puede hallarse en nuestras latitudes, un ejemplar de la especie Cetonia Aurata que, contrario a sus costumbres, había sentido la urgente necesidad de entrar en un recinto oscuro en ese momento. Debo admitir que nada similar me ha ocurrido antes o después, y que el sueño de esa paciente ha permanecido como una experiencia única".

1) Muerte vengadora: En 1883 Henry Ziegland rompió una relación con su novia quien, desilusionada, se suicidó. El hermano de la chica, en un arrebato de furia, persiguió a Ziegland y le disparó. Creyendo haberlo matado, se suicidó a continuación. Sin embargo, Ziegland no murió. La bala apenas rozó su cara, alojándose en el tronco de un árbol. Años después, Ziegland decidió talar ese árbol, que aún conservaba la bala. El gran tamaño del árbol lo hizo optar por dinamitarlo. La explosión de la dinamita hizo que la bala saliese despedida del árbol... diréctamente hacia la cabeza de Ziegland, matándolo.

Impresionante, ¿verdad?

Las coincidencias (en inglés) en: http://listverse.com/bizarre/top-15-amazing-coincidences/
El sitio web que siempre me entretiene (en inglés): http://sprott.physics.wisc.edu/Pickover/pc/realitycarnival.html

09 febrero 2008

Juan el Albañil / Jose el Arquitecto (Paradigmas)

Un buen conocido mio es "Comunista de Cafetín". Esta especie, muy abundante en Europa, tambien se deja ver por estas latitudes. Suelen ser ricos de cuna e ilustrados, y conversan citando autores poco conocidos, pontificando sobre los "poderes creadores del pueblo" y otras pendejeras. Pero jamas hablan (ni se les ocurre siquiera) de repartir sus abundantes bienes entre los lumpen proletariat o como se llamen los pelabolas en la jerga comunista. Estos individuos suelen escuchar esa (para mi criterio) predecible y aburrida forma de música que llaman "canción social", "canción protesta" o "canción necesaria".

Un día, el individuo de marras me habló trémulo de emoción, de un tema musical que había escuchado esa mañana, y que (trataré de repetir su discurso rimbombante) "escrutaba descarnadamente uno de los vértices mas evidentes de la injusticia social inherente a la sociedad occidental inhumana y capitalista" o algo así. La cacioncilla en cuestión se llama "Juan el Albañil" y habla de un albañil (pues claro) que ha construido muchos apartamentos y casas, pero que debido a la explotación, el imperio, la CIA o el chivo expiatorio que en el momento estaba de moda para los izquierdosos rancios, no tiene el dinero para vivir en ninguna de las casas o apartamentos que construye.

Pues tocándome de cerca el caso, me gustaria hablar de como veo yo el asunto.

Para empezar, si Juan el albañil agarrara los 40 millones de bolivares (de los que sirven, o sea, cuarenta mil diz que "bolívares fuertes") que le dan de liquidación cada diciembre y ahorrara siquiera la mitad, seguro que en muy poco tiempo tendría un buen apartamento. Pero quienes si deben tener buenos apartamentos son las prostitutas (o sus proxenetas) y los dueños de las licorerías, rubros en los que Juan el albañil y el 99% de sus congéneres invariablemente gasta sus utilidades en un período de dos a tres días. No podemos olvidar las taquillas del hipódromo y las agencias de venta de terminales de lotería, que también se quedan con parte de ese beneficio.

O si Juan el albañil tuviera una sola mujer y uno o dos hijos, en lugar de 15 o 16 hambrientos retoños repartidas en diferentes mujeres de diferentes ranchos, tal vez podría ahorar parte de su sueldo de tres millones de bolívares al mes para destinarlo a la adquisición de vivienda, en lugar de gastarlo comprandoles zapatos "Nike Air Jordan" o el modelo que esté de moda en el barrio marginal en el que vive, a cada unos de sus hijos adolescentes.

El que si está jodido es José el arquitecto, cuya representación gremial es mucho menos agresiva (por no decir que es blandengue o mejor, no existe) que la de los albañiles a la hora de fijar honorarios, de manera que matarse estudiando largos años, lograr un rendimiento académico impecable y tener la responsabilidad de generar proyectos y/o inspeccionar obras le genera menor ingreso (neto, bruto o como lo queramos medir, siempre es menos dinero) que el de Juan el albañil. A José el arquitecto nadie le ha escrito una cancioncita (afortunadamente) y cada días tiene menos esperanza de comprarse vivienda propia, porque los años pasan y los megaproyectos no llegan o mejor dicho, siempre se le asignan a alguien mejor conectado, mas "beautiful people" y/o mas inescrupuloso que el; por lo que debe resignarse a ser un empleado subpagado, lo que al menos suena mejor que dedicarse a trabajar como buhonero o taxista, que son las alternativas.

Esa si es injusticia social. Me gustaría que algún comunista o socialista, de cafetín o no, me la explicara.

05 febrero 2008

Reapareciendo 10 meses despues - Los gatos de "Los Manolos"

La verdad no encuentro como empezar este post. Retomar un blog luego de haberlo abandonado por casi un año no es tarea fácil. Debo confesar que buena parte de ese año transcurrió bajo el signo de sacarle el cuerpo a este instante, tratando de evadir esa especie de auto rendición de cuentas que surge en momentos como este. Pero bueno, aquí estoy de nuevo. Supongo que mis antiguos lectores (pocos, pero apreciados y notorios) habrán huido hacia entornos cibernéticos mas regulares, escritores más constantes, textos más actualizados. Tal vez aparezca algún nuevo lector por allí, e incluso, quizás reaparezca alguno de los anteriores, cosa que me alegraría mucho.
En estos 10 meses sin escribir, han surgido sobradas ocasiones para comentar lo que ocurre en mi entorno. Desde pesadeces inmamables como los hasta ahora fallidos intentos del gobierno por imponer un pensamiento único, predecible, aburrido y obsoleto, hasta notas de alegría pueril, como la experimentada cuando, por primera vez en mi vida, compré un vehículo 7 Kms. (bueno, el cuenta kilómetros marcaba 0000007). Pero hoy, en clave liviana, escribiré sobre los gatos de “Los Manolos”
Quien me conoce bien sabrá que yo soy muy animalero, y que aunque en mi apartamento no puedo tener mascota alguna (bueno, por ahí vi una chiripa la otra vez, pero eso no puede ser considerado como una mascota), no pierdo oportunidad de intentar socializar con perros, gatos, loros y otros bichos de uña, cada vez que me los tropiezo. Particularmente me gustan mucho los felinos. De allí mi alegría cuando descubrí, en ese accidente urbano llamado “Barrio Los Manolos” situado detrás del edificio donde vivo, que además de disparos, música a alto volumen y caos arquitectónico, existe una suerte de comuna gatuna que puebla los techos, socializa, se disputa el territorio, se reproduce, intenta (hasta ahora inútilmente, según he visto) cazar las palomas y los loros que también se posan en los techos, y en fin, constituye motivo de entretenimiento permanente. He pasado largos ratos (a veces en compañía de Pablo) mirando los ires y venires de los gatos, sus fieras peleas territoriales, sus fallidos intentos de caza que resultan cómicos y en general su dinámica. Le hemos colocado sobrenombres a algunos de esos felinos, que por lo visto moran dentro de las casas del sector pero hacen su vida social sobre los techos de las mismas. Y en los ratos de stress o aburrimiento, la observación de gatos me resulta tan útil como a muchos la observación de pájaros, con la ventaja de que la hago desde el balcón de mi casa.
Y de regalo, una foto de un gato que supongo en su caso lo llamaran “Micifú” o algo parecido, pero que nosotros bautizamos “El Japonés” por sus ojos rasgados