Ya se siente lejano aquel 8 de Abril de 1997, en el que, en medio del Primer Congreso Internacional de la Lengua Española (Zacatecas- México), un atrevido Gabriel García Márquez lanzo esta invitación: "¡Juvilemos la hortografía!", ¡"Henterremos las achez rupestrez!". La andanada de críticas que suscito este dislate (una reseña de ese sainete aquí) obligó al Gabo a retractarse parcialmente de su acceso de locura, escudándose en circunloquios espesos e invertebradas excusas. Porque, aunque a primera vista no lo parezca, por estas latitudes la Gramática, Ortografía y Prosodia Castellanas tienen defensores tanto en las elevadas esferas de la escritura culta como en el llano descampado de la palabra hablada y el texto cotidiano.
Consultando algunas fuentes históricas, vemos que la Venezuela de 1941 había un 57,2% de analfabetismo, realmente un porcentaje muy elevado. Sin embargo, es de suponer que el 42,3% población alfabetizada leía y entendía adecuadamente, y se preocupaba por la corrección de los textos. Solo así se explica la brutal caída en la popularidad del candidato a la presidencia Ángel Biaggini, quien vio esfumarse sus posibilidades tras escribir “ENTUCIASMO” en una nota de agradecimiento (ver reseña aquí). La situación hoy día es diametralmente opuesta. Que la gobernación “Socialista” de Yaracuy publique un aviso en el que Venezuela se define como “BOLIBARIANA”, o que el website de la Onidex escriba “ALCARDIA” ya constituyen signos de depauperación del uso del idioma. Pero que el presidente de la República, supuestamente representante de todos los venezolanos, en un acto público escriba “FELISIDAD” en una pizarra es el colmo. No extraña el mutis del Ministro de Educación, ni de los tinterillos afectos al régimen, todos muy mordaces y agudos cuando de atacar al que piensa diferente se trata, pero solemnemente cómplices de cada burrada de su líder, desde el “ADQUERIR” hasta la “FELISIDAD”.
Así pues, la rimbombante declaratoria de erradicación del analfabetismo en Venezuela (2005) no acota el porcentaje de analfabetas funcionales incapaces de escribir correctamente; porcentaje dentro del que, seguramente, habría que anotar al locatario de Miraflores.
Creo que el desprecio del susodicho por las reglas gramaticales y ortográficas del castellano no constituye una travesura (como en el Gabo) y ni siquiera una rebeldía. Es ignorancia pura y dura. Sin embargo, igualmente estoy convencido que el uso de la lengua castellana en Venezuela se verá favorecido. Somos muchos los que procuramos diferenciarnos en cuanto sea posible de las conductas viles, chabacanas, marginales y erróneas de la cada vez más menguada horda de seguidores del actual régimen; y la congerie de disparates vomitados por el personaje de marras y sus seguidores antes bien genera el aliciente de emplear correctamente el idioma.
Al fin y al cabo, somos la tierra natal del brillante Andrés Bello, olvidado por este régimen por el imperdonable pecado de haber elegido las letras y no los fusiles como oficio. Llegará para el la reivindicación, como llegará también para el pacifismo, la concordia, la civilidad, el decoro y todas las virtudes poco practicadas por la mayoría de los acólitos del actual régimen.
Y Benesuela volverá a ser Venezuela
2 comentarios:
Como colombiano me da rabia y tristeza el presidente que tiene actualmente Venezuela. En principio sentía que era solo cuestión de un líder que convocaba por su desparpajo, sin embargo, fue tan indignante ver como el congreso de Venezuela aplaudía las bajezas y atrocidades de las FARC, que entendí que no era un líder sino son muchos los que gozan ofender con el dolor de otros, y que ello da réditos...
Yo creo que en nuestros pueblos importa no lo que se diga, sino el como se diga las cosas... aunque mal se digan...
Un abrazo José.
Sal
Y qué gusto leerte, porque te paseas entre el lenguaje culto y el más cotidiano con elegancia y agilidad, y sobre todo, con sentido del humor.
Ya te lo he dicho antes, deberías escribir para una revista dominical, tener una columnaen un periódico asi fuera quincenal, (porque sé que esto de escribir es una responsabilidad y un trabajo que requiere tiempo y cesos, cesos tienes, lo que no sé es el tiempo)
Hace poco me leí a Doña Bárbara, me encantó, fue un descubrimiento, porque cuando te la mandan a leer en el cole a los 16, no tienes la madurez para entender ni la mitad de lo que esta escrito, pues la saga de Gallegos me dio mucho que pensar, Benesuela ha retrocedido a los tiempos de Doña Bárbara, hemos regresado a la barbarie pura y dura, con la diferencia de que hoy, hay hommers, guisky 18, mafia y dinero a granel, pero nuestra educación y cultura a descendido a niveles aún inferiores a los de aquella época, porque entonces, al menos, no se pretendía ser lo que no se era.
Siempre lo he dicho, es un drama de dimensiones colosales que muchos se lo toman a la ligera, sin darse cuenta, que la única inversión que da buenos frutos, es la de la educación.
Cada vez más siento que voy engrosando la lista de los nuevos marginales, un grupo que crece cada día más.
Pobre país rico.
un beso,
SA
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