Eso es lo que dice su nombre científico. Theobroma Cacao es decir, Cacao, el alimento de los Dioses. La ambrosía de los griegos, el maná de los israelitas ¿a que sabría? No se si tan delicioso como el producto de las semillas de el frágil árbol de cacao. Amén de frágil, atípico. Un árbol pequeño, vulnerable a los cambios de clima, con florecillas minúsculas que nacen directamente de su tronco y frutos grandes de colores diversos.
¿A cual avezado Maya, cual Vatel amerindio, se le ocurrió extraer, fermentar, secar y tostar esas semillas para, luego de molerlas, extraer el exquisito xocoatl? Lo mas reciente que he sabido situa el inicio del consumo de chocolate mil años antes de lo previamente calculado; se encontraron restos de vasijas en Belize, contentivas de chocolate, preparado de modo muy diferente a como lo consumimos hoy dia; pero seguramente igual de cautivante para los paladares humanos (la noticia -en inglés- aqui)
Los venezolanos estamos redescubriendo el chocolate, no solo como golosina untuosa, dulce y parcialmente despojada de su carácter al mezclarla con leche, frutos secos y miel; también en su sabor primitivo y contundente, amargo e imponente. Después de todo, contamos con variedades de cacao (como el criollo y el porcelana) muy cotizadas, al punto de que los maestros chocolateros europeos no conciben la preparacion de un chocolate de calidad sin la intervención de cacao venezolano.
Y en esta "nueva ola" chocolatera hay de todo: Desde productores dedicados y honestos que están exportando sus productos artesanales con más éxito que bullicio, hasta spas y centros "new age" que basan sus terapias en el chocolate. Y así, mientras me extasío con una saludable barra de chocolate "la flor de birongo" afirmo estar viviendo uno de los placeres más intensos de la vida humana, y ruego a Dios que al susodicho no se le ocurra nacionalizar el chocolate, con el conocido "efecto intestino" que eso ocasionaría...
Nota: El término xocoatl nos llegó de los aztecas, se ignora como llamaban los mayas a esta bebida.
1 comentario:
Sal, Sal, estamos conectados.
Estoy por estos días en Suiza, el país donde se supone estan las mejores chocolaterías del mundo.
En Ginebra entré a la famosa chocolatería Teuscher donde tienen unas trufas de champaña para desmayar y unos palitos de naranja cubiertos de chocolate negro para cortarse las venas, pues curioseando la tienda, le pregunté a la dependiente que de donde venía el chocolate y me dice que de Venezuela, te juro que me saltaron las lágrimas, no te exagero (soy una cursi sentimental) me dio un orgullo, a la vez que una nostalgia y tristeza que no puedo describirte, miedo de que el innombrable acabe también con ese tesoro nuestro.
Luego seguí camino a Zermatt y entré a otra chocolatería que no recuerdo el nombre pero cuya vitrina era como llegar al jardín del Edén, y cuando veo, todo el chocolate era El Rey, Carenero, Maracaibo, etc etc, y de nuevo, con los lagrimones en los ojos ...
En fin, Sal, que sí, que nuestro chocolate es de lo mejor que se produce en el planeta, algo que nos da orgullo sin tanta fanfarria, con discreción y con mucha dulzura y placer...
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