Me han pasado tantas cosas buenas en los últimos tiempos, que no quepo en mi del alborozo y también del agradecimiento. Hace una semana estuve en Puerto La Cruz, en un viaje de 2 días en el que, haciendo recuento, no entiendo como cupieron todas las actividades en tan pocas horas, y como ese ritmo acelerado me renovó más que una cura de sueño. ¿Y por que ese viaje? Para celebrar que, contra los pronósticos, ya van 7 años de relación de pareja, 100% satisfactoria y llena de momentos gratos. Eso es como para que se le parta la cara en dos de la sonrisa a cualquiera. Pero además esa dicha va rodeada de pequeñas y no tan pequeñas satisfacciones y gozos que han caido en catarata:
La experiencia de disfrutar de la celebración del día del arquitecto en los salones del Hotel Humboldt me hizo sentir como en una fiesta de los años 50, donde el riesgo más grande que existía era la rotura de una pantymedia. El "monotema" que ocupa buena parte de la mente de los venezolanos quedó mágicamente desterrado, así como las preocupaciones laborales y económicas. Y podía sentirse que a toda la concurrencia atravesaba esa suerte de nirvana. ¿Sería por la impresionante belleza y armonía de los espacios?
El triunfo de la Squadra Azzurra en el mundial fue como un fresquito para mis querencias deportivas, ya que hace algún tiempo que no pego una con Magallanes y con el Deportivo Táchira, de modo que a falta de la Vinotinto, Forza Azzurri!
En lo laboral estoy como me gusta: Atareado sin llegar a lo inmanejable, y enfrentando nuevos retos y proyectos en gestación. En la salud... fuera de una gripecita ignorable, estoy como un roble. Ni la úlcera ni las Giardias han protestado ante la ingesta de cochino frito, chorizo, kafta, salsa montecarlo (pesto con un toque de crema de leche y otro de bolognesa), dulces árabes, caraotas, helado, nucita y demás elementos de la dieta cotidiana de quien suscribe, más bien alejados de las prescripciones médicas convencionales. Y de energía, ando que echo un pulso con He Man a ver como nos va.
Los panas, siempre ahí, full apoyo, full cariño, parte bien importante de mi vida. La familia, igual, en un estadio equilibrado de interacción.
¿Puedo pedir algo más? Solo la virtud de seguir siendo feliz con las cosas grandes o pequeñas, sencillas o complejas que la vida obsequia... aunque no estaría de mas una Nissan Pathfinder sincrónica!
7 comentarios:
Que sabroso oir eso! que bueno, de verdad!
Disfrutalo amigo, porque si te sientes asi, sera porque le habras echado un guacal de bo.. y te lo mereces!!
Cheers!
(Mosca con la dietica, eso si, que no suena muy saludable)
Por ahí Naky escribía justamente sobre la necesidad de justipreciar lo cotidiano y no esperar que ocurran cosas extraordinarias para ser feliz. Andar contento por la vida es entender que todo lo que nos ocurre es para disfrutarlo, y por lo que veo, tu esa nota la comprendiste hace raaaaaaaaato.
Un besote para ambos.
Tu felicidad escrita...
Las cosas sencillas aportan a aquel anhelo de ser plenos.
Pienso que cuando hacemos discursos al respecto de alguna forma construimos coherencia a nuestras vidas. (o bueno eso dice la programación neourolingüistica).
Hasta pronto.
Arquitectísimo:
¡Pana! ¡Felicidad! ¡7 años! ¡que bárbaros! Mucho, pero que muuuuuuucho me alegra. Justamente el fin de semana leía un artículo sobre las alarmantes tasas de divorcio entre los venezolanos, llegando incluso a estimarse -cual Guinness- quién rompe el record de menor convivencia. Un relato habla de una pareja que logró, separarse y comenzar los trámites de divorcio y/o anulación, que la llegada de las fotos del "magno evento".
En fin, que cuando leo estos relatos y luego leo el tuyo, me da unas cosquilla bonita en el corazón, porque la esperanza se estructura en las biografías que nos llaman ¿cierto? Y eso de ser felices con un viaje a Puerto La Cruz, con la ingesta de una Nucita y con la mirada de un compañero por tanto tiempo ¡es lo máximo!
Mi respeto y mi deseo porque se multipliquen.
Un abrazo enorme,
que grato leer esto amigo, sigue adelante porque no es fácil tener una relación de pareja sólida, estable y armoniosa.
Que bien que veas la vida desde ese angulo.
Muy buena vida para vos.
No quedaría mal formar un club de parejas felices o por lo menos compactas y estables -la palabra felicidad y sus variantes me dan alergia-. En cualquier caso bien por Usted y los suyos.
Y lo de la Nissan Pathfinder sincrónica qué bien le quedó, de repente pronto la tiene. El problema es pagarla -y el seguro-.
Volveré, si Usted me lo permite.
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